Los aspirantes a Top 10 Wines y los ganadores

Quince blancos, veinte tintos, nueve fortificados y, por primera vez, dos vinos rosados, se midieron cuerpo a cuerpo para determinar cuáles eran los mejores diez. Un conjunto variopinto, que incluyó vinos naranja, rosados rompereglas, vinos desamparados de denominaciones de origen e incluso vinos non-vintage, mostrando un espectro interesantísimo y abierto de la calidad y originalidad del vino portugués, que sobresalió en su alto nivel de calidad promedio.

Solo tres de nuestras puntuaciones quedaron por debajo de los 17.5 puntos (6.5% del total). El 78.3% del total superó los 18 puntos (vs. 56.7% en 2018); 11 vinos, o 23.9% superó los 19, y entre ellos tres tintos; y un vino, fortificado, alcanzó la puntuación perfecta de 20, que casi rozaron otros más. Una calidad incuestionable y progresiva, tan extraordinaria que fue menester recurrir a minúsculas décimas de punto para poder marcar diferencias entre lo mejor de lo mejor.

Del conjunto de 46 etiquetas evaluadas por el jurado se alzaron victoriosas con los primeros puestos de sus respectivas categorías :

Regueiro Jurássico I, un blanco non-vintage, meloso y super salino, que ensambló varias cosechas de alvarinho, elaborado por Paulo Cerdeira Rodrigues en la excelente Quinta do Regueiro en Melgaço, un referente en la región de Vinhos Verdes y su subzona de Monção-Melgaço y cuya elaboración con mezcla de añadas recordó la de Triunvirato, mejor tinto de los Top 10 Wines de 2018, también ensamblaje pero de regiones;

Grande Rocim Reserva 2015, un tinto portentoso de Catarina Vieira y Pedro Ribeiro, elaborado íntegramente con Alicante Bouschet exclusivamente en años excepcionales en la apreciada región de Vidigueira en el Alentejo. Un tinto goloso, con muchos recuerdos a mermelada de fruta de baya madura, y taninos firmes que presagian una muy larga vida. Este Grande Rocim marcó el regreso del Alentejo y la Alicante Bouschet al pedestal de los Top 10 Wines tintos, que en las últimas dos ediciones fue acaparado por un vino inter-regional y otro del Douro;

Barbeito Malvasia 50 Anos O Japonês, elaborado por Ricardo Diogo Freitas, un vino de Madeira que honra los vínculos de esta bodega familiar madeirense con la familia japonesa Kinoshita fue el mejor fortificado. Destacó por su complejidad y elegancia, con sus notas cítricas a naranja y limón, su marcado vinagrinho, sus sensaciones melosas y especiadas, excelente equilibrio entre dulzor y acidez, salinidad y enorme finesse;

Quanta Terra Phenomena Pinot Noir 2018, un elegante rosado del Douro elaborado por Celso Pereira y Jorge Alves fue el mejor rosado. Un rosé de línea muy provenzal y enormes reminiscencias organolépticas a vino blanco, muy pálido de color, con matices minerales a piedra en nariz y gran salinidad en boca. Fue, curiosamente, el único vino de mesa del Douro premiado en la competición.

Junto con el anterior cuarteto completaron la decena top como segundo mejor blanco Ramilo Malvasia de Colares 2017, blanco atlántico con maceración con sus hollejos y dos años de estancia en madera de la DOC Colares en la región de Lisboa y como tercero Teixuga 2014, un Encruzado del Dão, dos blancos con ciertas notas de evolución. Esta edición de Top 10 Wines  ---en que el número de blancos se incremento demostrando que los vinos blancos están ganando aceleradamente terreno en el conjunto de vino portugués---, trajo a la palestra a vinos blancos menos jóvenes que, además, volvieron a situar a Vinhos Verdes como epicentro del vino blanco de calidad portugués, que, cabe decir, se espace por todo el país, y especialmente en su zona norte, en regiones como Bairrada, el Douro o el Dão.