1900, 1908 y 1927: el nuevo trío de Oportos muy viejos y raros de la Real Companhia Velha

Texto: Rosa María González Lamas. Fotos: Real Companhia Velha (C)

Dispuestos a celebrar sus 265 años y los del Douro como primera región demarcada y reglamentada del mundo, la Real Companhia Velha ha tenido el orgullo de presentar una colección de tres vinos de Oporto de edición limitada correspondientes a 1900, 1908 y 1927. De final del siglo XIX e inicios del XX, estos vinos representan las mejores añadas de ese período, envejecidos con gran devoción y meticuloso cuidado en las cavas centenarias de la empresa en Vila Nova de Gaia. 

La edición de estas joyas enológicas se limita a 500 estuches con tres botellas de 200 ml. cada una y un precio de venta de 2,500 Euros. Esta colección da continuidad al lanzamiento hace un lustro de su Very Old Tawny de 1867. 

Fundada el 10 de septiembre de 1756 con un albarán regio de Don José I, Rey de Portugal, la Real Companhia Velha es la más antigua empresa de vinos en Portugal y su historia se entreteje con la del vino de Oporto.  

La de 1900 fue una añada con buenos rendimientos, pero también calidad. La vendimia comenzó a fines de septiembre con buen ánimo tras algunos días de lluvia. El Real Companhia Velha Porto 1900 refleja bien las características del año, que produjo vinos descritos como delicados y armoniosos, a pesar de tener menos color y menos estructura que los años clásicos. Este Oporto muestra un bello color tinto con tonos algo rubios, y matices típicos de un Tawny viejo. En nariz revela una delicada expresión aromática, mostrando intensidad, con notas exóticas a resina, vainilla y madera vieja. Se trata de un vino de Oporto con profundidad y nobleza en su paladar, apoyado en una estructura elegante, de gran intensidad y muy rica en sabores. 

1908 fue un año con reputación de haber producido vinos de calidad, beneficiándose de un invierno frío, una primavera amena y un excelente estío, con temperaturas elevadas al momento de la vendimia, que tuvo lugar a fines de septiembre. El Real Companhia Velha Porto 1908 muestra notas aromáticas típicas de un vino de Oporto muy viejo, com gran intensidad y pureza. En el paladar revela vitalidad, nobleza y carácter, una sensación de gran densidad y riqueza de sabores con un final persistente, fino y aterciopelado. 

Por su parte, 1927 es considerada una de las mejores añadas del siglo XX, produciendo vinos con colores profundos y alta concentración, lo que convierte al Real Companhia Velha Porto 1927 en un gran clásico. Los registros dan cuenta de que las lluvias de final de septiembre fueron extremadamente beneficiosas para afinar la maduración, precediendo a una vendimia tardía que tuvo lugar a inicios de octubre, en excelentes condiciones climatológicas, con temperaturas altas que contribuyeron a la perfecta maduración de las uvas.  

Se trata de un vino de Oporto formidable y, probablemente también, uno de los más distintos de todo el conjunto de Vinos de Oporto muy viejos. En la degustación queda bien patente la perfecta combinación entre la respetable edad, cercana a un siglo, y una sorprendente frescura, en un vino de Oporto que muestra tanto vigor como elegancia. Este vino de 1927 está dotado de un sofisticadísimo bouquet, que se destaca por la intensidad y el carácter, en perfecta armonía con refinados aromas de madera vieja, notas de barniz y vinagrinho. Perfectamente integrado, en el paladar es inmensamente rico y denso, con una complejidad que traslada a la verdadera e inevitable naturaleza del terroir duriense. Un vino de Oporto memorable. 

Lograr traer estos vinos al presente requiere de buenos probadores y mezcladores que sepan interpretar la historia y el territorio, asegurando la consistencia del estilo de cada marca de vino de Oporto. En la Real Companhia Velha ésta es la responsabilidad de Pedro Silva Reis, presidente y Master Blender de la empresa, quien hace 43 años comenzó como aprendiz del maestro probador de aquel entonces, bajo cuya tutela estuvo una década absorbiendo sus vastos conocimientos y larguísima experiencia. Al igual que lo hicieron con él, hoy transmite su saber a las futuras generaciones. 

Para Silva Reis la esencia de un buen vino de Oporto se cifra en el arte del ensamblaje, trátese de vinos de la misma añada, de diferentes exposiciones, altitudes o incluso sub-regiones, o de vinos de distintas cosechas y tipos de envejecimiento.  

Porque es el tiempo el que perfecciona los vinos dejando en ellos una marca indeleble, como sucede con los vinos de Oporto muy viejos, legado inestimable recibido de los ancestros y que hay que preservar para las próximas generaciones.

21 de julio de 2021.

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