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Degustar a Vogue
Se van pasando las páginas y a cada vuelta de hoja desfila ante la mirada una pasarela subliminal de la que se aspira a degustar el banquete de imágenes e historias sobre los sabores y tendencias que sientan pauta de estilo en el mundo de lo chic. Anestesian los bocados para el día de San Valentín, aleccionan las historias sobre el origen de las recetas más célebres, se saliva con los suculentos postres para Navidad, iluminan las ideas para decorar las mesas en el próximo convite de amigos y, sobre todo, se toma nota de los restaurantes que es menester visitar en el próximo viaje de placer.
De momento, las páginas cobran vida y esas fotos e historias maravillosas que fascinan de Vogue se transforman de sueño en realidad, enlazando letras con gusto y convirtiendo al lector en un personaje de la revista que puede redactar con glamour su propia historia viviente de sabor fashionista en los Vogue Cafés.
Llevar la esencia de Vogue a otro nivel de experiencia personal es lo que persiguen estos establecimientos, uno de los proyectos con que Condé Nast, un emporio editorial con algunas de las publicaciones más exclusivas y estilosas del mundo, pretende diversificar su negocio para generar en sus audiencias un mayor nivel de involucramiento emocional
La división de restaurantes internacionales de Condé Nast nació en 2011 con el objetivo de dotar a sus marcas editoriales de vida en el mundo de la gastronomía y la bebida. “Los conceptos experienciales de marca son un elemento clave en nuestra estrategia de diversificación en la que pretendemos continuar ofreciendo a nuestros lectores experiencias que sean extensiones de sus publicaciones favoritas”, explica Gary Robinson, director de Condé Nast International Restaurants y un experimentado profesional de la cocina, quien además de haber ostentado títulos como Mejor Chef Joven o Mejor Chef Ejecutivo, tuvo el honor de regir las cocinas que deleitaban a Su Alteza Real el Príncipe de Gales, de quien fue chef de cabecera.
Vogue Café Moscú
Así nacieron los Vogue Cafés, un espacio de experiencias en carne y hueso al que se trasladan la atención al detalle, la habilidad para impartir conocimiento, la elegancia atemporal y la apasionada búsqueda de calidad y excelencia de la biblia del estilo que es la revista, que plasma la moda en el contexto y cultura del mundo definiendo un modo de vivir para el que sienta pautas sobre cómo vestir, existir y socializar.
Con el establecimiento de un local en 2003, Moscú fue el laboratorio de ensayo para los Vogue Cafés, un concepto de restaurante que conjuga la cocina contemporánea con una decoración lustrosa y el servicio impecable que representa Vogue, celebrando al fashionista foodie que busca disfrutar de excelente comida y bebida en ambientes diseñados con hermosura.
Cada local desplega su propia personalidad y atmósfera naturalmente chic y un menú de platos sencillos, donde se dota de toques modernos a recetas clásicas empleando ingredientes locales y de temporada. Del desayuno a la cena, en Moscú los visitantes pueden brillar como estrellas todo el día en un Vogue Café donde las propuestas gastronómicas van de simple pastelería matutina a sofisticados menús nocturnos. En Kiev pueden almorzar una ensalada de remolacha marinada con vieiras y castañas, y en Dubai cenar una ensalada mediterránea, un pastel de queso Akkawi o una hamburguesa de carne de camello con setas Portobello, cebollas caramelizadas y chili dulce. Platillos de desayuno, aperitivos, ensaladas, emparedados, platos principales y postres conforman la línea de los menús de los Vogue Cafés.
De acuerdo a Robinson la huella de los sabores locales es la esencia que mantiene la consistencia de los menús. “Somos conscientes de la disponibilidad y temporalidad de los ingredientes, de ahí que también trabajemos estrechamente con los mercados locales para asegurar que la comida que servimos siga los parámetros de la marca y sea, además, sustentable”, agregó.
Los Vogue Cafés se esfuerzan por reclutar los mejores cocineros para sus restaurantes, seleccionándolos cuidadosamente según su ubicación. El concepto de marca prevalece sobre la celebridad de los cocineros, por lo que la empresa no busca chefs de farándula para hacerse cargo de sus cocinas, sino profesionales capaces de resaltar el espíritu del concepto en un día a día.
Con locales en Moscú, Kiev y Dubai, los años de existencia de los Vogue Cafés han sido un período de consolidación que ha permitido probar y afinar el concepto, comprendiendo bien lo que significa introducir marcas editoriales en el contexto de los alimentos y bebidas, algo que, de acuerdo a Robinson, ha preparado a la empresa para próximas aperturas en Berlín y Oporto, destinos que permitirán expandir el concepto Vogue Café a Europa Occidental.
En Berlín, la tercera ciudad más visitada de Europa y un destino vibrante para las artes, la moda, la música y la gastronomía, el Vogue Café estará en el Patrick Hellman Schlosshotel Im Grunewald, un histórico hotel de cinco estrellas con herencia y glamour que inspira un constante pensamiento creativo que espera trasladar a la sociedad. En Oporto, la segunda ciudad de Portugal y un destino patrimonial y epicúreo lleno de encanto y de rabiosa actualidad, el Vogue Café ubicará en el hotel Infante Sagres, el hotel de lujo más viejo de la ciudad que está siendo exhaustivamente rehabilitado para devolverle el ostentoso lustre de sus orígenes y convertir a su Vogue Café en uno de los sitios indispensables para dejarse ver en la ciudad. Su oferta gastronómica estará a cargo del michelinesco cocinero Ricardo Costa, chef ejecutivo de Fladgate Partnership, conocida por sus vinos de Oporto y sus proyectos de enoturismo en Oporto y el Douro.
Los Vogue Cafés tienen definido un concepto de diseño que luego se ajusta a los espacios y ubicación donde se establecen, a fin de dotar a cada local con elementos de su propia identidad. Además de los restaurante fijos, Condé Nast contempla seguir implantando pop-ups de Vogue Café similares al que, para conmemorar el centenario de la revista Vogue británica, abrió durante varios meses de 2016 en The Village, un exclusivo centro comercial con boutiques de diseñador y tiendas de lujo localizado en el Westfield de Londres, y para el que delineó una oferta distinguida que incluyó un cóctel de champán especialmente concebido para brindar por el aniversario, y una deliciosa propuesta de macarons, emparedados y bocados dulces para disfrutar del té vespertino en la más pura tradición inglesa con un marco de portadas de la revista publicadas en el siglo XX. Junto con los Vogue Cafés, que ofrecen opciones para comer a lo largo del día, están también los Vogue Lounges, como el de Bangkok, más enfocados hacia una socialización de tarde y noche, con tragos y música. Doha y Kuala Lumpur son más destinos en agenda para los Vogue Lounges.
En la capital de Alemania y de su moda se ha estrenado igualmente el primer espacio permanente de los bares GQ en Europa Occidental. El proyecto, también en colaboración con Patrick Hellmann Collection, pretende ser un espacio que reinterprete en clave moderna e innovadora sabores y bebidas clásicas, presentadas y servidas con estilo y esplendor, para abrir a residentes y visitantes de Berlín una puerta a un mundo de refinamiento y conocimiento cultural. GQ, publicación dedicada a los caballeros que saben lo que quieren, contempla también otro GQ Bar en Dubai y un pop-up en Londres.
Tatler es la tercera de las marcas de Condé Nast que ha transmutado en restaurante, con un Tatler Club en Moscú. Los restaurantes Condé Nast no se limitarán a los países donde se publiquen sus revistas, sino que también abarcarán mercados emergentes donde sus marcas editoriales aporten novedad.
2018. Todos los derechos reservados ©
Rosa Maria Gonzalez Lamas. Fotos: Bettina Vicente – Condé Nast ©
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