En esta edición:
Los vinos de Salamanca
Cámbrico, terciopelo serrano
Los Arribes del Duero
Estrena Di Vino Wine Bar
Tempranillos y treixaduras en capilla
En ruta a la Copa América
Distinciones a Robert Parker y Vicente del
Bosque
DiVINIbriefs
Una habitación con
museo
Plácido Domingo alza vuelo
Karl Lagerfeld, diseñador de bebidas
La noche de Agustí Torelló
Franco-Españolas, de cine
Torres en China
Sparkling Windsor
Albariño vs. Alvarinho
Whisky Live Spain
Nuevos sabores oceánicos en Aponiente
Gominolas veggie
Pan de Bagazo
V Congreso de Cocinas Andinas
Marbella celebra sus sabores más jóvenes
José Andrés, mejor
chef de los Estados Unidos
El nuevo sabor del vino perdido en el noroeste español
Las nuevas galas de la agricultura de Puerto Rico
25 Años de Gourmets
El terroir de Clos Mogador con René
Barbier
Contino Viña del Olivo en vertical con
Jesús de Madrazo
Los tintos de Carmelo Rodero
Los vinos del Bierzo y Madrid
Krel, la nueva chispa de Trus
Los penúltimos sabores chocolatosos
Viaje de cata
Alejairén
Régoa TN
Ca del Bispo
Rosé Nad Zahrady Merlot
Ijalba Maturana Tinta
Father 1943
Maio 05
Massi di Mandorlaia
Vinos, toros, saber y rufetes
Terciopelo serrano en Salamanca
El menú de maridaje para Cámbrico comenzó con una montera, con recuerdos de Julio Robles, El Viti y el Niño de la Capea, un capote y una chaquetilla del diestro Leandro Marcos, la cabeza de un astado y, por supuesto, alguna botella en el Pacheco de Vecinos.
Las restantes porciones de esa inolvidable y prolongada jornada de vino las fuimos recogiendo a través del campo verde y llano de Salamanca, por el que el viento coquetea entre interminables encinares y piaras de cerdos ibéricos que se regodean libremente comiendo bellotas sin imaginar que tendrán un destino de jamón de lujo, manjar sublime en muchos platos del mundo.
Entrecruzados con los hatos porcinos y algún olivar, pasean como pinceladas por ese horizonte verde de la dehesa manadas de vacas moruchas y toros recios, de ésos que han dado tanta fama a la región y continuamente inspiran a esos toreros con abolengo de valentía a frecuentar alguno de esos recodos no tan distantes de la ciudad patrimonial salmantina, en la que por siglos se ha fundido la ardiente pasión taurina con la alcurnia de su historia, su saber, su cultura y sus embutidos.
La Sierra de Francia y la Sierra de Salamanca
A esa comarca salmantina en la altura llegaron los franceses entre los siglos XI y XII para repoblar el lugar donde había viñedos que se remontaban a la época romana. Perteneciente al sistema montañoso central, la Sierra de Francia es un terreno elevado sobre la meseta donde acaba la llanura charra, y con diversos picos, entre los que destaca la altísima Peña de Francia.
En esa recóndita Castilla vertical de influencias muy francesas, aromas de mimosa y recuerdos de hinojo, han sobrevivido muchas cepas antiquísimas, así como la inmensidad del paisaje, bañada por un silencio inefable que hace aún más imponentes las montañas tapizadas por bancales ancestrales, más afines con los viñedos gallegos de la Ribeira Sacra que con el territorio castellano-leonés.
Es a través de esas viñas longevas afincadas en altitudes que pueden alcanzar los mil metros, que se moldea una de las más jóvenes indicaciones geográficas protegidas del panorama vitivinícola español, la D.O.P. Vinos de Calidad de Sierra de Salamanca, aprobada en 2010 para amparar a los vinos originarios de un sinnúmero de municipios de la provincia de Salamanca, que se elaboran con viura, moscatel de grano menudo y palomino, los blancos, y a partir de tempranillo, garnacha tinta y rufete, los tintos.
En esta joven D.O.P. se elaboran también vinos rosados, que deben de contener al menos 70% de las variedades tintas, y se admiten indicaciones de envejecimiento en categorías de crianza, reserva y gran reserva, así como “envejecido en roble”.
Menos conocidos quizás son los vinos de esa tierra y una colección de cepas autóctonas con nombres contundentes e incitantes que podrían servir de apodo a cualquier torero en cartel. El Rufete. El Calabrés. En versión femenina de nombre de uva, unas que dan base a vinos que reflejan a la perfección la cultura y el entorno de donde surgen. Vinos eruditos, contemplativos, que casi rayan en nobles de meditación. Vinos que retratan la cultura de Salamanca, una ciudad universitaria con refinamiento e historia, así como la belleza y lo imponente del entorno natural del paisaje que les da vida, que capturan en una botella inefables secretos de silencio, belleza y placer, pero también la bravura estética del imponente aislamiento de la serranía.
En este espacio se pasa de la Castilla plana de la dehesa a una mágica Castilla vertical y se descubren nuevos poblados que retroceden centurias, con leyendas de vino y vinos de leyenda, cepas en la altura e imágenes cristalizadas en el tiempo, con un decorado de tramoneras evocadoras de un siglo de oro del cual pudieran escabullirse al presente Cervantes o Lope de Vega, para cruzar su bagaje de letras con los sabores del vino.
A pesar de la juventud de su creación como indicación de vinos de calidad, la Sierra de Salamanca es una zona vitícola antiquísima con un microclima especial propicio para cerezos, vides y olivares, con mayor pluviometría que en otras zonas más planas del Duero, lo que no impide que en la denominación se permita el riego, con algunas restricciones. Hoy, cuando apenas quedan unas 400 a 500 héctareas de viña del doble que existió en la sierra, a esta denominación de origen protegida hay adscritas cinco bodegas que aspiran a que pasados cinco años desde su creación, la indicación alcance el rango de D.O. Sierra de Salamanca.
Las viñas de Çámbrico
Entre los términos municipales que forman parte de esa denominación, Sequeros, pueblo al que la profetisa Juana, La Moza Santa, predijo reencontraría su virgen perdida de la Peña de Francia. La Moza Santa no hizo profecías de vino, pero su espíritu legendario sin duda pulula en la memoria del poblado, donde empiezan a aparecer en el paisaje algunas viñas, que darán paso a vinos únicos e impresionantes de Cámbrico.
De la zona de Sequeros eran Fernando Mallo y el enólogo Alberto Martín, quienes inspirados en recuperar para la zona todo el esplendor de sus vinos, empezaron a adquirir viña en el 2000 y dos años más tarde a realizar las primeras vinificaciones de las Viñas de Cámbrico. Como otras zonas de España, la vocación minifundista de las parcelas de la sierra salmantina ha compelido a armar un rompecabezas de vid, que hoy agrupa unas 11 hectáreas de viñedo en propiedad y en gestión, integradas por un total de 130 parcelas.
El joven enólogo es un apasionado de esta tierra y sus vinos. Con paciencia y con mimo, ha realizado para Cámbrico un importante trabajo de recuperación de bancales y laderas, pero, sobre todo, de suelo, similar al que ha hecho Rafa Palacios para su As Sortes valdeorrés, tan impresionante que sus viñas se distinguen de todo el resto de la zona, con suelos de cubiertas vegetales que asemejan la viña más a un verdadero jardín, donde las flores parecen danzar sobre suelos algo arenosos, graníticos y pizarrosos, y con arcillas profundas.
Un silencio implacable que se intensifica en la altitud custodia las viñas que dominan cepas viejas y donde convive un mosaico de variedades donde reina la rufete, cultivada en más de la mitad de la viña, seguida de la tinto aragonés ---una suerte de tempranillo más pequeño---, y algo de calabrés (garnacha). Algo que obliga a recorrer varias veces la viña durante la vendimia, para poder ir recolectando la vid según el momento de maduración de cada cepa.
“Cepas viejas”, unas entre 80 años y un siglo, otras entre cuatro y seis décadas, plantaciones que se realizaron entre principios y mediados del siglo XX, para una producción entonces predominantemente de vinos a granel que llegó a ubicar cooperativas en casi todos los poblados de la zona. Muchas minúsculas parcelas repartidas a través de una zona difícil de trabajar, lo que propició que sus habitantes emigraran, abandonando las vides. “La cepa vieja no es el secreto, es el equilibrio”, afirma Martín.
En las viñas había moscatel de grano menudo y palomino, y rufete blanco, una cepa que se pensaba era verdejo, pero que se descubrió era una cepa distinta, y rinde vinos que expresan matices de crianza sin haber sido tocados por la madera.
“A esta variedad blanca hasta hace poco tiempo se le había llamado verdejo sin saber lo que era ni que era diferente de lo que internacionalmente conocemos como variedad verdejo. Desde hace unos años, en Cámbrico venimos colaborando con el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León en proyectos de investigación vitícolas. En uno de ellos de variedades minoritarias se tomaron muestras de esta variedad blanca y se comprobó por técnicas genéticas de microsatélites que no tenía nada que ver con la verdejo y que era una variedad que no estaba catalogada. Ahora estamos en proceso de investigación y también tenemos que darle un nombre que podrá ser o rufete blanca o verdejo serrano”, detalla Martín.
En la parcela El Pocito hay unas 30 cepas de calabrés, todo un descubrimiento del enólogo en la zona, una uva que al vinificarla reveló unos aromas tan espectaculares que han decidido injertarla en cepas viejas, además de elaborar un monovarietal de la uva para comercializarse.
La selección de racimos se realiza en viña, en la mesa de selección se realiza la de las bayas, que se derraman en cada depósito utilizando OVIs. La elevación de los depósitos de acero inoxidable permite introducir por debajo las prensas al momento del descube. La bodega no filtra ni clarifica.
La zona de barricas, todas francesas, y todas de mayor dimensión, es casi una bóveda de vinos protegida por un silencio sepulcral que engrandece al vino y deja que sea éste el que se exprese con contundencia.
Los vinos de Çámbrico
Es como un caballo brioso y con empuje para ganar la carrera, pero al que el jinete va conteniendo para que el impulso y la potencia de su trote no le desboque, sino que casi en la recta final se derroche arrasando con la plenitud de sus cualidades.
Más matices que florecen. Nariz de fruta en licor y especias que va adquiriendo potencia de manera armoniosa incorporando notas balsámicas, a eucalipto y resina. Todo a cuenta gotas. Una textura que se va engrosando y volviendo más densa, para dar cabida a flores rojas y una persistente mineralidad.
La paciencia rinde más frutos y otro episodio de sensaciones. Omnipresentes especias, violetas y excelente acidez que se sostiene en este vino que se revela muy atlántico. Más fruta, más fresca. Fresas, moras, cerezas. Ineludible mineralidad. Notas de terruño que van sacando sus uñas en este vino con 15% alcohol, imperceptible por lo equilibrado, bordado con cuidado, y que evoca un tránsito que se inicia como vino del Douro, pasa por un Rioja en ruta a la evolución, y concluye el recorrido en la Borgoña francesa.
Buen potencial de envejecimiento mostrado en los Cámbrico de esta cepa. Se estrenaron con la cosecha 2002, pero fue la 2004 la que más plugo a su hacedor, y la de 2008 a la que vislumbra mayor potencial.
Una nueva construcción de esta bodega es un vino más joven, con apenas unos 6 a 8 meses de crianza, un ensamblaje de rufete, tempranillo y calabrés de cepas viejas y más nuevas. El vino pretende ser un producto más fácil, menos complejo que sus hermanos mayores, pero muy afrutado y carnoso, con notas de crianza algo más perceptibles.
Es precisamente en esta etiqueta donde se concentrará el incremento de la producción de la bodega, que actualmente elabora unas 12 mil botellas y aspira alcanzar las 50 mil. La producción de los Cámbrico se mantendrá en unas dos mil botellas de cada monovarietal. Antes de la creación de la DOP Vinos de Sierra de Salamanca, los vinos de Cámbrico salían con la contraetiqueta de Vinos de la Tierra de Castilla León.
“Sierra de Salamanca es un territorio muy interesante para enólogos, gente que haga vino. Tanto inversores, como elaboradores”, comenta Martín.
La luna llena alumbra la negra noche con que concluye una larga estancia en Cámbrico, y guía imperturbable la ruta de vuelta que deja percibir en la oscuridad la silueta de las encinas delineada por la luz del blanco astro. En bodega se está muy pendiente de su influjo, para realizar las tareas de rigor, a las que ampara en las fechas más propicias.
En Salamanca retumba por las calles un solitario violín, desgarrando las notas del Ave María de Haendel, o danzando con la sublime picardía de alguna de las piezas con que Juan de Aragüés inundó la capilla de la Universidad. Como los instrumentos de cuerda ejecutados magistralmente, la paciencia y el saber logran extraer de los vinos de Cámbricos notas más pícaras, más agudas o más finas. Matices, alegres o desgarradoramente placenteros, pero que siempre se deslizan con sedosidad por el vino.
¿Dónde comprar?: La Enoteca de Ballester (Puerto Rico).
LOS ARRIBES DEL DUERO
La Juan García es una uva de hollejo fino, y por ello presenta recolecciones complicadas pues al momento de la cosecha parte del racimo se ha pasificado, lo cual confiere otros matices a sus vinos, que tienden a destacar más fruta negra. Igualmente rinde vinos menos intensos de color. La uva ofrece muy buena acidez y un delicado amargor final. En la zona prevalecen los monovarietales de Juan García, aunque ahora empiezan a elaborarse ensamblajes de varias uvas.
Por su parte, la bruñal es de hollejo grueso, lo que rinde vinos concentrados, de mucho color. Su paleta aromática ofrece matices de regaliz y violeta. Posee muy buena acidez natural lo que propicia que sea apta para envejecer.
Un plan a futuro es la introducción de la touriga nacional en el reglamento de la denominación, pues con esta uva portuguesa, que también se planta en España, hay bodegas en Arribes que ya están elaborando vinos, aunque sin contraetiqueta de la denominación.
La DO Arribes del Duero embotella vinos jóvenes, rosados y vinos con crianza. La producción de vinos envejecidos ---roble, reserva y gran reserva--- supera en casi por 10 la de los jóvenes. Los vinos de Arribes no son densos de color y tienen un porcentaje alcóholico que se sitúa entre 13 y 14.5%. Van dirigidos a segmentos de mercado que buscan elaboraciones diferentes y sus principales mercados de exportación son Alemania, Bélgica y la República Checa.
Terrazgo 2007
Esta elegante mezcla de Juan García, rufete y bruñal realiza la maloláctica en barrica y se cría durante 13 meses en barricas de roble francés, húngaro y americano. Su nariz es fina y floral con matices a rosas y a balsámicos como eucalipto y regaliz, adornados con notas avainilladas. En boca es muy especiado con profuso clavo, pimienta, y concluye con un retrogusto amargo
TD (Transitivm Dvrii) – Condado de Fermoselle 2006
Ensamblaje de Juan García, tempranillo, rufete y garnacha que brinda una nariz con mucha fruta, evocaciones de frambuesa, notas ahumadas y recuerdos de vainilla. En boca es carnoso, frutal, fino, pero potente, con una estructura de cuerpo medio, firmes taninos y grata sazón de especias.
TD (Transitivm Dvrii) – Condado de Fermoselle 2005
Similar construcción que la añada 2006 de esta etiqueta, pero con una nariz de textura más densa, más perfil de mermelada de frambuesa con graciosas chispas en nariz que se asemejan a la peta zeta. El vino es de estructura media y una potencia más refinada, una elegancia que le hace irresistiblemente seductor. Revela su crianza con suaves vainillas y caramelos.
Divinidades y Viajes & Vinos agradecen la invitación de la Junta de Castilla-León y Excal para tomar parte en el Salón de la Alimentación de Valladolid, que hizo posible esta cata excepcional de vinos de Arribes del Duero.
EL NUEVO SABOR DEL VINO PERDIDO
Texto: Rosa María González Lamas. Fotos: Viajes & Vinos (C)
La inclusión en el Registro es un proceso largo y complejo que requiere de trámites legales y administrativos en los que intervienen diversos organismos regionales, ministeriales y de investigación de España, al requerirse evidencia científica que demuestre que las nuevas variedades no se corresponden con otras ya incluidas en el Registro.
En un escenario vitivinícola en el que en los últimos años ha cobrado importancia la homogeneización vitícola con vinos elaborados a partir de una sola uva ---y muchos de ellos cada vez más con cepas internacionales que pueden hallarse en diferentes zonas productoras del mundo---, las cepas de vid autóctonas cobran relevancia como elemento diferenciador en la producción de vino.
“Desde hace unos años llevo notando que hay un enorme interés por buscar variedades distintas, nuevas y hay muy pocas; en Europa las variedades antiguas se han perdido. El interés se nota en bodegas que van a la vanguardia en viticultura, tanto en España como fuera, en España quizás más,” indica la Dra. Carmen Martínez, Científica Titular de la Misión Biológica de Galicia a Divinidades.
La Misión Biológica de Galicia es el centro más antiguo del CSIC en la comunidad gallega. Fue creado por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAC) en 1921 en Santiago de Compostela para realizar investigaciones y trabajos científicos relacionados con los problemas de la agricultura gallega. En 1928 se trasladó a Pontevedra y en 1939 se integro en el CSIC.
En la actualidad se adscribe al área de ciencias agrarias y sus investigaciones abarcan diversos aspectos y ámbitos de trabajo siendo el de viticultura uno de sus grupos de investigación. A través de la Misión, el CSIC lleva más de un cuarto de siglo localizando in situ ejemplares vivos de variedades casi extintas en Galicia y Asturias, para luego estudiarlos desde diversas perspectivas como pueden ser su ADN o su resistencia a enfermedades, entre otras. En 1986 se inició la búsqueda de variedades y en 1993 se estableció la colección en la Misión, compuesta en la actualidad por cerca de un centenar de variedades de vid gallegas, asturianas y de fuera de la región, pero que pueden hallarse en Galicia y Asturias.
“Todas las plantas que tenemos en colección proceden de cepas viejas. Algunas como mencía y palomino calculamos que tendrían alrededor de 100 años, pero otras como castañal, branco lexítimo, equivalente a albarín blanco; albarín tinto= bruñal= baboso, podían tener alrededor de 200 ó 300 años”, dice Martínez.
Contrario a la herencia ancestral que se le atribuye, Carmen Martínez teoriza con la posibilidad de que la mencía puediera no ser una variedad autóctona del noroeste español, sino resultado un cruce de variedades realizado por algún viverista. “No hay referencias a la mencía en ningún libro publicado antes de la filoxera. Luego de ésta, empieza a hablarse de mencía en todas partes. Lo que sí está documentado es que llegó de Lérida”.
La Misión interactúa con diversos organismos, pero también las bodegas. Las bodegas llegan al Centro buscando apoyo para su trabajo, pero también el Centro las aborda si piensa que hay algún área de investigación que les puede resultar de interés.
En la Misión se realizan estudios de ADN, comportamiento agronómico, resistencia a enfermedades, humedad del suelo, maduración de la vid y caracteristicas de mosto, entre otros. Así se detecta que hay cepas que a veces no son aptas para viticultura de Galicia, pero que sí pueden serlo para otras zonas de España y el mundo.
Gracias a su pericia en la caracterización de la vid, el equipo de trabajo ahora incluso se halla inmerso en un estudio que pretende comparar las variedades del norte de Africa con las españolas. También realizan un estudio de resistencia al mildiu, en el que se inoculan las hojas para saber cuáles son más resistentes y luego determinar las causas de esa mayor resistencia. Y esperan realizar uno que analice de manera científica si el cultivo de vid en Galicia ha sufrido algún impacto por el cambio climático, algo que, basado en la observación, hasta ahora aparenta no haber tenido mayor repercusión.
En la Misión hay un laboratorio ampelográfico donde se revisa el ADN y se conservan semillas de las uvas.
La Misión colabora con el Instituto de Vinificación Industrial de Madrid, que se encarga de de lo relacionado a la vinificación. En la Misión hay facilidades de vinificación, aunque en los estudios que lo requieran también vinifican con algunas bodegas.
La Fundación Juana de Vega financió, en los últimos cuatro años, los trabajos que realizaron científicos del CSIC en colaboración con la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (EVEGA) sobre las variedades branco lexítimo y agudelo, y que suponen un ejemplo de la colaboración entre instituciones públicas y privadas.
LAS NUEVAS GALAS DE LA AGRICULTURA DE PUERTO RICO
Texto: Rosa María González Lamas. Foto: Viajes & Vinos (C)
Y es que más de medio siglo atrás, lo que estaba industrializado en Puerto Rico era la agricultura. Pero al modificarse la propiedad de las tierras agrícolas, no sólo se rompieron las economías de escala, sino que se olvidó convertir en agroempresario al obrero agrícola que había trabajado en fincas ajenas.
Así, cuando entonces la solución para salir de la pobreza se cifró en un alejamiento de la agricultura y una apuesta por otras industrias de manufactura o servicios, el contexto económico de nuestros días ha sembrado una nueva apuesta por el sector agrícola como fuente de riqueza. No sólo descendientes de aquellas generaciones de agricultores han vislumbrado un nuevo potencial comercial para la materia prima del terruño, reinventándola y ofreciendo una calidad que se eleva a un próximo nivel, con nuevos proyectos agroempresariales, sino que también exploran el sector cada vez más empresarios que no han tenido ese contacto previo con el agro, pero que se interesan más y más en él como opción de negocios porque han perdido sus trabajos, y aunque no tienen destrezas y conocimientos puramente agrícolas, sí cuentan con el conocimiento empresarial que hace mucho más fácil convertir en agroempresario a un empresario, que a un agricultor.
Por ello se regresa a la sabiduría de la tierra y la agricultura reclama su sitial de honor en la cotidianeidad del diario vivir, simbolizado en las ejecutorias de los profesionales y emprendedores que se exaltaron al Salón de la Fama, un concepto instituido en Puerto Rico por su Administración para la Reforma Agraria para rescatar esa aportación y apreciar el potencial de la agricultura a la economía del país cuando se unen voluntades y se experimentan fórmulas innovadoras.
Presidida por el Agrónomo Pedro Vivoni, Acción y Reforma Agraria es una organización sin fines de lucro compuesta por agricultores, agro-empresarios, técnicos agrícolas y otros profesionales genuinamente interesados en la industria agrícola puertorriqueña y el bienestar de sus agricultores. Entre sus propósitos se hallan el estimular un desarrollo integral de cada sector agrícola productivo para maximizar todo el ciclo productivo, aportando a la búsqueda de alternativas viables de mejoramiento de la agricultura y el agricultor en Puerto Rico.
Juan Castañer, quien a través de su Hacienda Balear, ha realizado un importante trabajo en el sector de los cítricos, el café, los cerdos y las gallinas.
Agrónomo Eugenio Toro Toro, quien desempeñó un importante papel en el Servicio de Extensión Agrícola de Puerto Rico y ha sido un especialista en árboles frutales, frutos tropicales y agricultura orgánica que continúa asesorando a numerosas empresas agrícolas.
Aunque ya fallecidos, no dejó de reconocerse a:
Agrónono Antonio González Chapel, quien fue Secretario de Agricultura de Puerto Rico, además de ostentar otras importantes posiciones, y quien además de su obra en Puerto Rico, también sirvió de consultor agrícola en América Central. Una de sus áreas de influencia fue la crianza de animales en ambientes tropicales.
Stanley Miller, estadounidense de nacimiento, puertorriqueño de adopción, Miller fue precursor de las granjas de huevos de mesa Asomante, fundador de pollos To-Ricos, mentor de otros empresarios del secor y pionero en sistemas de manejo y elaboración y mercadeo agrícola.
Antonio Alvarez, líder del sector avícola, que primero pasó por To-Ricos, empresa de su mentor Stanley Miller, para luego fundar Pollos Picú en 1977, desarrollando la visión y el concepto del avicultor como empresario, como socio de negocios de una empresa central. Alvarez fue un pionero en el aspecto de comercialización de productos como pollos y huevos, con recordadas campañas publicitarias que dejaron huella en el consumidor.
Agrónomo Manuel Sánchez, fundador de la Mayagüez Dairy, que se destacó por introducir bolsas de leche para los comedores escolares, así como por establecer la Finca Altamira, una hacienda ganadera responsable de introducir a Puerto Rico en 1992 las reses Angus, que se adaptaron bien al trópico en contra de todos los pronósticos que le habían hecho a Sánchez para desalentar esta inversión.
Durante la aceptación de sus distinciones, Venancio Martí, estimuló a quienes poseen tierras a que opten por sembrarlas, y Gualberto Rodríguez recomendó a los nuevos agrónomos a surtirse con el caudal de información agrícola del pasado, pero también a mirar a otros países como referentes informativos, a fin de aplicar su conocimiento en la industria agrícola puertorriqueña, con una apertura de miras y una aptitud para el cambio.
Quien sabe si en alguna futura edición de estas galas de exaltación, ascienda al Salón de la Fama de la Agricultura Puertorriqueña algún viticultor.
Divinidades agradece a Acción y Reforma Agraria, al Colegio de Agrónomos y al Departamento de Agricultura de Puerto Rico su invitación para tomar parte de este hito de la agricultura en el Caribe.
25 AÑOS DE GOURMETS
¿Qué llamó la atención en el Salón Gourmets? Pues sin duda alguna que uno de los sectores con novedades más interesantes fue el chocolatoso ---quizás en anticipo del Salón del Chocolate que se celebrará en Madrid el próximo noviembre--- con chocolates con ganaches de sabores muy peculiares y muy del terruño, que pasaron desde el chocolate blanco relleno con cecina de León de la castellana Peñín Selección Chocolatier, en el que el ahumado de la cecina se trabaja a baja temperatura y sin grasa para que no se enrancie, hasta las colecciones de bombones de la manchega La Casita de los Bombones, con sabores inéditos como los quésicos de La Mancha con una ganache de queso manchego, miel de romero y vino tinto de La Mancha en versiones de chocolate blanco, con leche y oscuro; los caprichos mediterráneos con sabores como turrón, azafrán, piñones u horchata; o los vínicos, que presentaron un trío de tinto de Rioja con chocolate oscuro, otro de Pedro Ximénez con chocolate con leche y un tercero de vino de Jerez con chocolate blanco.
Además de estos sabores singulares, otros igual de exóticos que potencian su origen, como el chocolate artesano con cacao biológico de la República Dominicana, chocolate salvaje de la selva boliviana, y chocolates elaborados con cacao de Tanzania, Ecuador, Cuba, Madagascar, México o Perú. Sin excluir los ahora muy de moda chocolates con cítricos, como la naranja, o los que tiran de especias como la pimienta, la sal rosa, o incluso las bayas de goji.
Segundo destino de atracción, los helados, siempre estratégicamente ubicados y sorprendiendo con creativos sabores de alta cocina asequibles en volúmenes para masas más epicúreas. ¿El sabor más interesante? El de rúcula con flor de sal, súper refrescante y logrado de textura y ejemplo de que la huerta y las ensaladas también pueden disfrutarse congeladas. Otro sabor excepcional fue el de aceituna negra, y otros también curiosos, el de remolacha con vinagre, el de café espresso de Guatemala, o el de guisantes con menta, no tan logrado por su imperceptible sabor a menta, como tampoco lo fue el helado de foie-gras, con una textura demasiado láctea y cremosa que opacaba un poco el sabor de este manjar.
Y es que al controvertible foie-gras, mejor disfrutarlo sin muchas deconstrucciones, y para ellos más de un stand dedicado a este lujo casi obsceno. Una parada sorprendente fue la de Les Fermier Occitains donde no sólo se podía disfrutar de este producto, sino también de otras novedades como el chicharrón de pato. Sencillamente impresionante el magret de pato. Otros productos disponibles incluían el magret relleno de foie, la mousse de pato al Armagnac, o las mollejas de pato confitadas. Estos patos son híbridos, producto de un cruce, y se alimentan normalmente entre 90 y 105 días, y quince días antes de su sacrificio se duplica su cantidad de alimento, algo que no es ajeno al comportamiento alimentario de estos animales salvajes, antes de iniciar un período de emigración.
A resaltar también la cantidad de productos pre-elaborados concebidos para ensamblaje en creaciones con un toque de sofisticación, una tendencia que ha venido ganando terreno en los últimos años y por la que muchas empresas parecen apostar de manera más agresiva en épocas en que la gente sale menos, pero gusta de comer muy bien en casa.
Cabe destacar la cada vez más visible presencia de los sabores latinoamericanos en los eventos gastronómicos que se celebran en Madrid, un destino de inmigrantes, pero también cosmopolita y curioso por aproximarse a los sabores del mundo. Así, países como la Argentina, tuvieron un amplio despliegue en Gourmets, al igual que lo tuvieron los rones dominicanos, los venezolanos o los mojitos y los tragos mexicanos, que poco a poco siguen los pasos de conceptos como Sabores de México, Perú o Ecuador, que cada año van ganando en visibilidad en sus promociones en cumbres y eventos gastronómicos.
Gourmets desplegó, además, toda una batería de competencias, como las habituales de los cortadores de jamón, o los abridores de ostras, sin contar con el campeonato para elegir al mejor cocinero de España y quien representará al país en la próxima edición del Bocuse d’Or, y en el que se alzó ganador Evaristo Miralles, del restaurante valenciano, La Finca Elche. Una apuesta valiente, considerando las dificultades que por falta de apoyo económico confrontó el último representante español a dicho concurso en su preparación y asistencia al certamen.
Pero si algo tuvo una repercusión especial en el Salón de Gourmets fue el vino, con una selecta oferta de exclusivas catas comentadas y un extenso inventario de bodegas que dieron a degustar sus vinos, algunos de estreno, como el Agustí Torelló Mata elaborado íntegramente de clones de Subirat Parent, una uva que se asemeja a la malvasía.
Bodegas Carmelo Rodero (DO Ribera del Duero)
Con su hija Beatriz, con cada vez mayor responsabilidad enológica en la bodega, Carmelo Rodero cautivó a sus nutridos visitantes con la gama completa de sus vinos. Un acierto extraordinario es su Carmelo Rodero Tinto Roble 2009, un monovarietal de tempranillo que pasa nueve meses en barrica, que destaca por su redondez y regala una complejidad impresionante para un vino de Ribera del Duero que no se somete a crianzas excesivas. Frambuesa, mineral, grosella y frutas rojas conviven armoniosamente con una muy bien integrada madera. Un interesante contraste fueron el TSM y el Pago de Valtarreño, que compartiendo la añada 2005, parecían que fueran de cosechas diversas. El primero, mezcla de tempranillo, merlot y syrah, más fresco y con mayor expresividad de frutas rojas y una percepción de juventud, y, el segundo, un 100% tempranillo de cepas de 40 años, con frutas más negras, en la onda de ciruelas y mucha expresividad del terruño. Un vino que se crío 24 meses en barricas de roble francés y americano y que se sometió a larga maceración. Un vino redondo, con mucho cuerpo, armonía, potencia y fruta casi masticable.
Vinos del Bierzo
Dos blancos destacando un LB, excelente godello 2010 de Bodegas Luna Beberide, mineral, fácil, fresco y afrutado estrenaron la cata organizada por la agrupación enoturística berciana y en la que, si bien los vinos no se sirvieron a óptima temperatura, hubo una consistencia bastante buena entre las etiquetas tintas, tanto del 2007 como del 2008, denotando, no sólo calidad, sino también personalidad de origen y de su uva mencía.
Del grupo resaltaron:
Ledo.8, con ocho meses en barrica que se reflejaron con suaves notas de crianza a vainilla y caramelo, y una boca especiada en un vino redondo, con fruta, fresco y sedoso;
Hombros 2007, con aromas minerales, tostados y torrefactos y recuerdos frutales a caramelo de fresa, que en boca fue muy redondo, fino, y muy fresco, gracia a su buena acidez;
Dominio de Tares Cepas Viejas 2007, también con mucha mineralidad y un velo de vainilla que entredejó percibir ahumados, café y fruta roja en nariz, manifestándose en boca con agradables notas tostadas y un fin especiado, bien engranados en un vino de estructura esbelta, pero mucha fineza;
Altos de Losada 2007, que destacó por sus notas térreas y a trufa, con una conjunción de delicado ahumado, canela y pimienta, con buena fruta y complejidad, finura y un fin más persistente que el de sus contrapartes de cata.
Carracedo 2006, un vino con potencia y marcados ahumados y recuerdo a fruta en licor, ciruela, y matices tostados y a vainilla.
En la cata vertical de varias añadas de Clos Mogador celebrada en el Salón de Gourmets, destacaron las de 1995 y 1998, con una sobresaliente 2001. Cabe indicar que los vinos se oxigenaron con muy poca antelación lo que pudo incidir en la expresión de algunas añadas.
%GT = Garnacha Tinta, CS = Cabernet Sauvignon, S = Syrah, C = Cariñena
1995 (40GT, 40CS y 20S)
A pesar de haber sido el más añejo de la cata, es un vino que destaca por su frescor. Muestra notas de grosella madura, mineralidad de talcos, intensa trufa, notas a canela y mucho eucalipto y mentolados. Se percibe alcohólico en nariz, y en la boca explota en fruta roja, con una textura untuosa y un final muy especiado en la punta de la lengua. De cuerpo esbelto, el vino aún amarra un poco, siendo largo y persistente. Un vino que tiene aún un impresionante recorrido por delante.
1997 (40GT, 40CS y 20S)
Un vino que está ya listo y que aparenta ir de capa caída. Su nariz fue parca, su boca redonda, y fue persistente, con muy buena acidez.
1998 (35GT, 35CS, 10C y 20S)
Un vino más frutal, con muchos mentolados y recuerdos de aceituna, que luego dan paso a notas chocolatosas, especiadas y salinas en boca, donde es muy redondo y fino.
2000 (35GTt, 35CS, 10C y 20S)
Un vino que destaca por sus notas balsámicas y térreas, a trufa, que conviven con notas de café, así como cerezas y grosellas en licor. Aunque hay fruta en boca, el vino es redondo, elegante, aunque con un final algo plano.
2001 (37GT, 30CS, 13C y 20S)
El vino más sobresaliente de la cata, con notas de fruta muy madura, caramelo líquido, marcada aceituna y notas ahumadas. Su nariz es fina, su estructura es enorme, su potencia relevante y su elegancia notable. En boca es muy graso y persistente.
2002 (37GT, 30CS, 13C y 20S)
Añada fría. El vino muestra más notas a fruta roja que danzan en nariz con matices a flores rojas y violeta. Declara mucha vainilla, notas minerales, a chocolate y sotobosque. Aunque no tiene la misma estructura en boca que el 2001, tiene una muy buena acidez y frescura, con un final redondo.
2005 (40GT, 28CS, 15C y 17S)
Un vino que apenas deja escabullir una discreta muestra de la amplitud que podría alcanzar. El Clos Mogador 2005 se explaya en mineralidad y notas de talco, tabaco y chocolate, que luego dan paso a alguna nota yodada. De elevada acidez, es aún astringente y muy picante en la punta de la lengua, donde termina persistente. Va ganando cuerpo a medida que se oxigena.
El terroir de Clos Mogador
El bodeguero de origen francés René Barbier es uno de los pioneros e impulsores de los vinos de calidad en el Priorato. Aunque lleve 31 años en la zona, han sido los últimos quince los que más se conocen de su trabajo. En 1989 fundó una bodega donde elabora vinos potentes y elegantes, un proyecto de terroir que de éste refleja toda su complejidad e intensidad aromática.
Ésa es la clave, reflejar el terruño, una obsesión que Barbier comparte con otros hacedores de vino en España, de ahí que su proyecto de terroir, Clos Mogador, haya dado paso a otras iniciativas y salida a muchos vinos españoles que buscan precisamente que el terroir se luzca. “En España tenemos grandes vinos, pero a veces nos olvidamos que tenemos grandes viñedos. En Francia lo que se vende es el viñedo y la asignatura pendiente de España es resaltar algunos terruños excepcionales”, señaló Barbier.
En Priorat, que siempre ha sido precursora para otras zonas, han dado un paso más allá, incorporando unos nuevos niveles de especificidad dentro de la DO Priorat, los “vi de la vila” y los “vi de finca qualificada”, de los cuales Mogador fue el primero en España. “Pero todavía es una clasificación que debe de entender el consumidor final, al que todavía hay que educar sobre el terroir”, añadió el bodeguero.
El de Mogador, que va a la profundidad del terruño incluso en su clasificación como vino de finca, rezuma mineralidad, una cualidad que se remarca a medida que el vino se oxigena. Mucho aire requieren las botellas de la bodega para revelarse, tanto que Barbier recomienda incluso prolongar una botella por copas a lo largo de una semana para poder ir disfrutando todos sus matices y constatar la longevidad de los vinos del Priorato.
Clos Mogador es una ecuación de garnacha tinta, cabernet sauvignon, syrah y cariñena, predominando las tres primeras cepas en los inicios del vino por Barbier encontrarse con poca disponibilidad de cariñena vieja, que se incorporó a partir de 1998. Curiosamente, cerca de la mitad del viñedo de Mogador cuenta con cepas con una edad promedio de apenas 18 años. Desde hace unos 7 a 8 años, los racimos se despalillan baya a baya, algo que Barbier entiende confiere frescura al vino.
Barbier hizo hincapié en la responsabilidad de los agricultores de ayudar a minimizar los efectos del cambio climático, brindando el ejemplo del Priorato, casi desértico en otros tiempos de su trabajo como bodeguero, y ahora, más parecido a un jardín, gracias a todo el trabajo en viña, como el realizado en las suyas.
Los Clos Mogador, como conjunto, destacan todos por su intenso color, por su línea de fruta negra y matices balsámicos, a chocolate, minerales y sotobosque. Algunos muestran una inicial nota reductiva y también tanicidad. Requieren de mucha oxigenación para empezar a expresarse, tanta que Barbier sugiere abrirles con varios días de antelación a su cata.
René Barbier y Francisco López-Bago, Director de Gourmets
Viña del Olivo, en vertical
Château en Rioja, Bodegas Contino ha estado muy activa en los últimos meses en eventos de degustación que han permitido dar a probar casi por fases lo mejor de su producción. El circuito iniciado con la cata a pares de Contino Gran Reserva y Viña del Olivo en Verema, se completó en Gourmets con una cata vertical de esta última etiqueta.
Viña del Olivo toma su nombre de una de las parcelas de la bodega, con terreno calcáreo, exposición sur, y un subsuelo aluvial con cantos rodados. Las viñas están plantadas en vaso, pero dejando más distancia del suelo.
El objetivo del Viña del Olivo no fue hacer un vino de parcela, sino elaborar un producto del mejor espacio que hubiera en la finca para crear un vino con mucha fruta y polifenoles que se adecuaran bien a la barrica nueva, pues la apuesta era por un vino con intensidad y potencia, pero a la par con elegancia y largura en boca. De ahí que se busquen uvas de baya pequeña, para ofrecer gran concentración. Los Viña del Olivo realizan su fermentación alcohólica en depósito tronconónico y su maloláctica en barrica nueva. Luego envejecen por unos 18 meses en madera, de los cuales los primeros 12 son en barrica íntegramente nueva y los siguientes en nueva o usada, según la evolución que muestre el vino.
La primera añada de Viña del Olivo fue la del 1995. Su enólogo, Jesús de Madrazo, quien estará de visita en Puerto Rico y República Dominicana en la primera quincena del mes de junio, opina que los vinos alcanzan su cénit entre sus siete y ocho años. En la vertical de Gourmets destacaron las cosechas 2003 y 2007 y sobresalió la 2005.
%T=tempranillo, G=graciano, M=mazuelo
1995 (94T, 5G, 1M)
La primera añada de este vino muestra una fruta muy expresiva tirando a compota, entremezclada con recuerdos a carne ahumada, bacon, canela y trufa que luego dan pie a notas balsámicas y a algunas notas licorosas que evocan los vinos de Oporto. En boca se percibe menos frutal que nariz, pero es fino, con buena acidez y una textura untuosa.
1999 (90T, 10G)
Un vino algo cerrado y con menor expresividad frutal. Destacan delicadas notas de vainilla y muchas especias. Algo astringente en boca, el 1999 es muy fresco y largo.
Bodegas Contino será una de las bodegas participantes en el Top 100 Wines de La Bodega de Méndez, que se celebrará el próximo 10 de junio en The Ritz-Carlton San Juan. Durante su estancia en Puerto Rico, Jesús de Madrazo participará en otras actividades de degustación. Previo a su llegada, visitará la República Dominicana los días 8 y 9 de junio, donde conducirá también una serie de catas de la mano del distribuidor Alvarez & Sánchez.
2003 (80T, 20G)
Una añada que es una delicia de complejidad. Aromas que se estrenan con marcada fruta, y por donde aparecen mermelada de ciruela, casquitos de guayaba, marcado mentol y especias. En boca es un vino muy carnoso, en el que se sostiene la plétora de fruta y los balsámicos. Un vino que su enólogo piensa se debe de consumir ya porque cree que pudiera iniciar un pronto declive.
2005 (91T, 8G, 1M)
El vino más sobresaliente de la cata, también expresivo a nivel frutal, pero quizás de forma menos marcada que el 2003, para resaltar más, aunque con elegancia, los matices de la crianza. Flores rosas, chocolates, cocos, tostados y notas balsámicas se destacan en un vino más fino, más redondo, con mucho equilibrio, potente, y súper armónico.
2007 (88T, 12G) – añada actual en el mercado
Otro añada con complejidad manifiesta. Mucha mineralidad, recuerdos a grafito, eucalipto, vainillas, y ahumados, y tostados notables, con evocaciones a café, bacon y carne asada. En boca entra con fruta intensa, es fino, especiado y con sostenidas notas torrefactas.
2008 (86T, 12G, 2M) – una añada que estará en el mercado a finales de 2011
Un vino que en este momento es más expresivo en boca que en nariz. Buena fruta, buena acidez, con tostados y especiados que resaltan en boca.
Ahora también los martes
DISTINCIONES
Los méritos castizos de Parker
La Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino de España, Rosa Aguilar, entregó en Madrid la Gran Cruz del Mérito Civil de España al crítico de vinos estadounidense Robert Parker por su labor en la difusión de una nueva cultura, la del vino. Aguilar destacó la labor divulgativa de Parker como crítico de vinos, escritor e investigador.
Parker ha estado poquísimas veces en España, pero la repercusión de sus valoraciones sobre los vinos españoles ---especialmente en el mercado estadounidense---, a lo largo de los años ha sido inequívoca, tanto a nivel de ventas como del estímulo que ha representando para un mejoramiento técnico del sector. Aunque actualmente no es él, sino Jay Miller, quien tiene a su cargo la tarea de puntuar los vinos de España, Parker nunca ha dejado de resaltar el potencial internacional a futuro de uvas y zonas productoras del país.
Aunque antaño las buenas valoraciones de Parker para un vino eran una segura garantía de ventas en el mercado de los Estados Unidos, hoy día su influencia es tal vez mayor a nivel de imagen de marca, cuando no todas las buenas puntuaciones son garantía de rotación.
Además de en el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Parker compartió con los miembros de la Federación Española del Vino (FEV) y la Asociación Española de Enólogos, en un encuentro homenaje en el que el crítico nuevamente alabó la calidad de los vinos de España y lanzó recomendaciones para seguir potenciando su preferencia, especialmente en el mercado estadounidense.
El almuerzo, que tuvo lugar en el exquisito Casino de Madrid, contó con la presencia de diversas autoridades relacionadas con el sector vitivinícola y un centenar de bodegueros españoles. El acto estuvo presidido por Félix Solís, Presidente de la FEV.
Durante la comida, Robert M. Parker dirigió unas palabras a los asistentes y contestó varias preguntas sobre los vinos españoles. El crítico estadounidense se mostró orgulloso del reconocimiento que se le iba a otorgar y explicó que había visitado España por primera vez en su juventud durante su viaje de novios.
Parker destacó la calidad de los vinos españoles y el gran futuro que pueden tener en el mercado estadounidense, haciendo hincapié en que las bodegas tienen que esforzarse en su correcta comercialización. Además, resaltó el éxito y la proyección internacional de la gastronomía española durante los últimos años y plataforma de oportunidades que esto brinda a los vinos de España. Según el crítico, la aptitud de los vinos españoles para armonizar comidas de todo el mundo es un punto de ventaja para el vino español.
También alabó la riqueza y la variedad de denominaciones de origen de España e indicó que era necesario formar a los consumidores de Estados Unidos para que se familiaricen con ese mapa denominacional, y así propiciar un aumento de las ventas de vino español. Parker también resaltó el potencial que el turismo extranjero en España representa para la promoción del vino español en los países de origen de los visitantes.
Las delicias para Parker
En opinión de algunos asistentes al homenaje parkeriano, tan interesante fue conocer a Parker como exquisito fue disfrutar el menú de manjares creado por el Chef Paco Roncero, Jefe de Cocina del Casino de Madrid para la ocasión. ¿Quieres saber lo que comieron y bebieron? El Chef Roncero se lo cuenta a Divinidades.
Copa de Bienvenida
Tio Pepe. D.O. Jerez. González Byass
Manzanilla Solear. D.O Manzanilla de Sanlúcar. Bodegas Barbadillo
Elyssya Rosé. D. O. Cava. Freixenet
Carpaccio de boletus con praliné de nueces de macadamia con foie gras
Rosado Fermentado en Barrica. D.O. Navarra. Bodegas Chivite
La tortilla del S.XXI con papada ibérica
Finca La Meda Alta Expresión 2006. D.O. Toro. Félix Solís Avantis
Merluza con confitados a los aromáticos
Martin Códax Albariño Lías 2007. D.O. Rias Baixas. Martin Códax
Milmanda. D.O. Conca de Barberà. Miguel Torres
Jarrete de ternera con puré de limón
Dominio de Campo Viejo. D.O. Ca. Rioja. Domecq Bodegas
Las texturas del chocolate
Pedro Ximénez Viejo. D.O. Jerez. Bodegas Osborne
Las locuras del Casino
Café de Colombia
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Vicente Del Bosque, Embajador del Vino
El dirigente de la selección nacional de fútbol española, el míster Vicente del Bosque, será una de las personalidades distinguidas durante el salón FENAVIN, que se realiza estos días en España. A su título nobiliario de Marqués, añadirá el de Embajador del Vino.
Además de a Del Bosque, se homenajeará a los bodegueros Alfonso Monsalve, de Vinícola de Castilla (Manzanares) y Doroteo Navarro, de Bodegas Navarro López (Valdepeñas) así como al empresario Alberto Cortina y al consultor Juan Antonio Mompó, por su trayectoria en el vino.
ESTRENA DIVINO WINE BAR
aire fresco para los enófilos
Estimulantes brotes verdes de vino parece que van dejándose ver nuevamente en el mercado de Puerto Rico y un buen ejemplo es el estreno de Di Vino Wine Bar, un nuevo local que coloca al vino en un eje de glamour social, para difrutarse y dejarse ver.
Ubicado en el lobby del Verdanza Hotel en la zona turística de Isla Verde (Puerto Rico), además de por su agradable estética, moderna y abierta, Di Vino es divino por lo que es capaz de entregar en copa, un concepto bien pensado, rompedor y que ofrece muchas alternativas al enófilo.
Algunas incorporaciones muy interesantes son el menú de flights en los que pueden degustarse entre cuatro y cinco vinos escogidos alrededor de una temática. Ejemplo, burbujas, vinos blancos, vinos dulces, vinos de Italia, Napa o España.
Otra innovación muy atractiva es el inventario de vinos por copa, pero no sólo por su cantidad, sino por la alternativa que brinda de decidir cuánta cantidad de vino se desea verter en copa. Así hay copas de 1,5 onzas, otras de tres y otras de cinco.
Para quienes buscan un trago más pausado y prolongado, una muy buena y variada selección de vinos por botella que combina vinos con buena demanda con vinos por descubrir, entre los que figuran algunas de las etiquetas más selectas y prestigiosas disponibles en el mercado puertorriqueño y abarcadoras del universo productor de Viejo y Nuevo Mundos.
Para complementar al protagonista líquido, el espacio ofrece una selección de tapas de lo más sencillo a ofertas más contundentes, de lo más tradicional a lo más exclusivo, que permite al enófilo interaccionar con el menú y construir sus sabores para complementar sus vinos.
Algo de agradecer es que, contrario a la tendencia que últimamente se está viendo de casar los nuevos espacios de vino con la oferta en exclusiva de un único distribuidor, Di Vino representa los vinos de la mayoría de las distribuidoras de vino en el país, incluyendo algunas de las más nuevas, como Vino & Descorche, que presentó algunas de sus etiquetas al mercado puertorriqueño durante el estreno de Di Vino.
TEMPRANILLOS Y TREIXADURAS EN CAPILLA
El hotel Convento San Francisco en Santiago de Compostela fue el mágico espacio para celebrar un singular encuentro entre tempranillos de Rioja y treixaduras del Ribeiro. Tintos, blancos, dulces, espumosos y rosados elaborados primordialmente a partir de esas cepas fueron los protagonistas de la cata de las más recientes propuestas de Bodegas Muga y de Vitivinícola del Ribeiro, mejor conocida como Viña Costeira.
Con sede en el corazón del Barrio de la Estación en Haro, Muga es una de las bodegas más reconocidas de Rioja, que empezó su andadura elaboradora en 1932 y que hoy la continúa de la mano de su tercera generación. Las viñas de la bodega se sitúan en Rioja Alta, 300 hectáreas propias y un importante suministro adicional de uva que se compra a terceros.
La filosofía de esta bodega familiar se centra en una fidelidad a la tradición y a la elaboración artesanal, unida a una clara visión de futuro. Toda la fermentación se realiza en madera, siendo la única bodega en España que dispone tanto de tonelería como de cubería. Trasiegos por gravedad y clarificaciones con huevo fresco son otras dos características de la vinificación en Muga.
Por su parte, Vitivinícola do Ribeiro, mejor conocida como Viña Costeira, es la bodega más grande de Galicia y tiene una amplia colección de vinos para varias gamas de presupuesto, en las que se remarca su Colección Costeira, una línea que busca potenciar elaboraciones monovarietales, como las de la treixadura y la albariño en solitario, en reflejo a las tendencias internacionales.
Vitivinícola fue además responsable de la recuperación de la tradición de elaboración de vino tostado en la denominación con su dulce natural Tostado do Ribeiro, y ahora busca potenciar la elaboración de espumosos con cierta crianza, coincidiendo con la incorporación de una categoría de elaboraciones burbujeantes a la nueva revisión del reglamento del CRDO Ribeiro. La cooperativa vitivinícola desde hace unos años también emprendió un programa de administración de derechos de plantación de socios, que ha permitido agrupar viñedos dispersos en un solo pago, a fin de tener un mejor control de calidad de los cultivos. Un manejo de viñedo ecológico, aunque sin certificar.
Durante la cata Juan Muga presentó el rosado de la bodega, uno de los más logrados, que también se fermenta y cría en madera por unos cuatro meses y que destaca por su estructura, expresividad frutal, especiada y buena acidez. Además el Crianza 2007, la espina dorsal de la producción de Muga, el Reserva 2005, un Prado Enea 2005 y otro de 1985, así como un Torre Muga 2006. Toda una colección que apuesta por los ensamblajes de varias uvas como una manera de complementar las imperfecciones de las cepas individuales, y de la cual no todos los años se elaboran todas las etiquetas.
Fue la última etiqueta, Torre Muga, la más sobresaliente, revelándose un vino más estructurado y potente, pero sobre todo, con mayor expresividad frutal que sus contrapartes, algo cónsono con el objetivo de la bodega en su creación. Los Torre Muga nacieron en la cosecha 1991 con la inquietud precisamente de buscar vinos de mayor contundencia, para lo cual la bodega recurrió a viñas viejas de entre 70 y 80 años. El vino compagina 75% tempranillo, 15% mazuelo y un 10% de graciano que se se someten a una maceración post fermentativa durante un mes, y trabajo de lías durante la fermentación maloláctica para posteriormente criarse durante 18 meses en barricas nuevas de roble francés y reposar un mínimo de un año en botella antes de su comercialización. Una producción de unas 50 mil botellas regala un vino que es intenso, incluso desde su concentrado color, pura tinta, que da paso a episodios de exquisitos cafés, vainillas y caramelos que envuelven la fruta negra, recuerdos de cassis, para luego dar paso a nuevos capítulos de hojarasca, tabaco, chocolate, y especias. En boca es muy estructurado e intenso.
Interesante también el contraste entre los Prado Enea del 2004 y 1985, dos Grandes Reservas, también de cepas con varias décadas a cuestas, y en los que la cosecha más reciente se destaca por sus notas balsámicas y la del 1985 por sus tonos florales y de suave fruta. La bodega también elabora un blanco de viura que se fermenta en barrica.
Las nuevas añadas de los blancos gallegos del Ribeiro las presentó Manuel Castro, enólogo de Viña Costeira quien destacó a la treixadura como la reina de la denominación, brindado un buen equilibrio entre grado alcohólico y acidez, así como sedosidad en boca y recuerdos a frutas de hueso. Un treixadura elaborado con fermentación tradicional y otro fermentado en barricas de varios usos fueron los contrapartes de treixadura de la Colección Costeira, con el fermentado de 2009 ofreciendo un vino más redondo, complejo y fino que destacó por sus buena acidez, fina integración de la madera con la fruta, notas melosas y finamente ahumadas.
Interesante por demás el Viña Costeira 2010 ---que contrario a los de la Colección que proceden primordialmente de un mismo pago---, se surte de uva procedentes de varios valles, pero todos suelos que resaltan la mineralidad. Este vino resultó muy perfumado, mineral, con recuerdos a talco, piedra y grafito, matices a flor blanca, pera y melocotón, y una buena estructura en boca donde fue largo y cálido.
La cata concluyó con la añada 2007 del Tostado do Ribeiro, un vino dulce natural y de elaboración artesanal que fue fino en boca, donde dejó una envolvente sensación almendrada y melosidad de albaricoque, con un fin largo y delicado.
MAS VIAJES DE CATA
Régoa TN 2007
Ribeira Sacra
Un ensamblaje de mencía y brancellao que rinde un vino graso, redondo y complejo, con muchos matices aromáticos afrutados a frambuesa, mora, cereza y licor de guinda, recuerdos de crianza a vainilla y caramelo, notas minerales a tiza, mentoladas, balsámicas a eucalipto y mucho, mucho chocolate. En boca es redondo y sedoso con un fin que envuelve el paladar.
Rosé Nad Zahrady Merlot 2009
Vinarsky Dvur
República Checa
Un vino de matiz rosa pálido casi color piel de cebolla, que destaca por su fragancia floral, cincelada con sutileza, una pieza muy perfumada sin ser explosiva. Un velo de recuerdos a tiza envuelve una grata mineralidad, que preludia una entrada en boca con muy buena acidez, lo que hace a éste un vino refrescante, con estructura bastante ligera y un fin untuoso. Un vino fácil, pero elegante, ideal para copeo o para acompañar ensaladas.
Dionisio Ruiz Ijalba - Maturana Tinta 2003 - Rioja
La maturana tinta es una de las cepas recuperadas en Rioja y cuyo uso se autorizó hace un par de años, con buena acogida por parte de algunas bodegas. Ijalba ha sido pionera en la elaboración con esta cepa y otras, que con un vino con trayectoria de varios años, permite ver la evolución a largo plazo de la cepa. Este vino fue el primer vino elaborado de la casi extinta maturana tinta, de la que entonces apenas había 20 cepas. Este vino tiene muchas reminiscencias a guinda en licor, y vainillas y caramelos envolviendo su fruta. Se destaca por sus notas balsámicas y predominantes notas a chocolate y mentolados, como eucalipto y regaliz que revelan unas notas frutales a ciruela en almíbar y a compota de fruta negra. De color granate pálido, algo opaco, el vino tiene una estructrura esbelta, es suave, redondo, elegante, listo para beber y aún con bastante acidez, aunque aparenta ser carente de personalidad y expresividad de terruño, algo que será más justo determinar a medida de que incrementen las referencias con esta cepa.
Massi di Mandorlaia
Vermentino 2009
Maremma Toscana IGT
Conte Ferdinando Guicciardini
Un blanco toscano que destaca por su intensa mineralidad y complejidad aromática que pasa por profundas notas a almendra, a hierbas aromáticas como la salvia, frutas como el melocotón y persistentes recuerdos a miel. Untuoso en boca, se queda algo corto de acidez.
DIVINIBRIEFS
Una habitación con museo
El Museo de Arte Contemporáneo de Vigo desplega hasta el 18 de mayo un singular espacio expositivo, que cobra forma de habitación de hotel. El artístico alojamiento, denominado Hotel Marco, es un proyecto innovador que consiste en transformar uno de los espacios expositivos del Museo en una habitación de hotel con distintos usos, tomando toma como punto de partida la propia estructura del lugar, sus connotaciones, y ese fructífero diálogo entre espacio público y privado. Esta obra ha sido creada por el artista internacional Michael Lin y rvr arquitectos, e impulsada por el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo.
A partir del 18 de mayo comenzará el uso del “Espazo Anexo” como habitación de hotel, disponible para reservas de particulares (www.marcovigo.com).
Plácido Domingo alza vuelo
Iberia ha dedicado el último avión recién llegado a su flota de largo radio al tenor español Plácido Domingo que se convierte, de esta forma, en el único personaje en vida cuyo nombre figurará en el fuselaje de uno de los aviones más emblemáticos de Iberia. El Airbus 340/300 está destinado a rutas en América Latina, Estados Unidos y Sudáfrica.
Con esta iniciativa la compañía aérea española homenajea al gran tenor español, pero universal, que este año celebra su 70 aniversario, y 50 años sobre los escenarios de todo el mundo, lo que le convierte, sin duda, en uno de los españoles más admirados mundialmente que ha contribuido y contribuye a prestigiar el nombre de España a lo largo de toda su trayectoria profesional.
“Me siento halagado de que Iberia me haya elegido para bautizar uno de sus aviones, compartiendo este honor con españoles tan ilustres como Juan Ramón Jiménez, Rosalía de Castro, Pío Baroja, Antonio Machado, Miguel de Unamuno o Antonio Gaudí”, declaró Domingo.
Torres emprende dramática expansión en China
La revista Decanter reporta que la ya internacional Bodegas Torres contempla expandir dramáticamente su presencia en el mercado chino en los próximos dos años a través de su división Everwine, que abarca la venta de vino, educación sobre éste, clubes de vino y otros y que aspira a alcanzar 62 tiendas para fines de 2013. Baron Philippe de Rotschild tiene una participación de 10% en la división china de Torres.
Sparkling Windsor
El nombre es hipotético, pero el hecho no. A saber si inspirada por el reciente enlace de su nieto el príncipe Guillermo, Su Majestad la Reina Isabel de Inglaterra ha decido montarse en el tren del vino. No cualquier vino, sino uno de esos efervescentes espumosos que cada día abundan y se dan mejor en Inglaterra.
La viña de chardonnay, pinot noir y pinot meunier se plantará próximamente en el Castillo de Windsor, en un proyecto a cargo de la empresa Laithwaites Wine, con lo que habrá que esperar unos cuantos años antes de que empiece a rendir buen fruto. Se rumora que el Master of Wine Stephen Skelton pudiera ser el asesor de este proyecto.
Albariño vs. Alvarinho
Enemigos íntimos ciertamente no son, pero tampoco son únicamente una forma de escribir el nombre de una misma cepa. En materia de estos blancos, como de tantas otras variedades de uva, incide más que un mero tema clonal para introducirse en un ámbito de terruños y climas, vinculados por el Océano Atlántico y el río Minho o Miño, que demarca la frontera entre España y Portugal.
Pero como el éxito de esta cepa no se circunscribe al territorio luso-gallego, sino que ha trascendido fronteras internacionales que la han ido afincando en terrenos como California (donde incluso la revista Decanter la coloca como una de las uvas de mayor potencial a futuro) o Uruguay, como lo han hecho otras cepas nobles como la merlot o la cabernet sauvignon, ha llegado la hora de plantar cara y comparar albariños.
Para ello llega el “Alvarinho – Internacional Wine Challenge”, um concurso internacional de vinos de esta uva, que reunirá en la ciudad fronteriza portuguesa de Melgaço este junio a un inventario de vinos de viejo y nuevo mundos, y que busca convertirse en una manera de continuar divulgando esta cepa a nivel internacional.
“Esta uva es uno de los mayores patrimonios de las subregiones de Monção e Melgaço (DO Vinhos Verdes), donde se expresa de una forma única, pero no podemos ignorar que hace mucho que traspasó fronteras regionales. De ahí que intentemos percibir las diferencias que esta cepa verdaderamente excepcional asume conforme al lugar donde se planta y la forma cómo se vinifica”, declaró Rui Solheiro, presidente de la Câmara Municipal de Melgaço.
Marbella celebra sus sabores más jóvenes
Marbella escogerá al mejor espíritu de futuro de su cocina los próximos 2, 3 y 4 de junio, cuando tendrá lugar el Octavo Certamen Nacional de Cocina Jóvenes Valores Ciudad de Marbella.
Los concursantes, todos menores de veinticinco años, deberán de confeccionar un plato cuyo ingrediente principal sea rodaballo que será facilitado por la organización, quedando a su elección la forma de preparación y con ingredientes que deberán aportar cada uno de los concursantes y siempre sin elaborar. Además del plato mencionado, deberán confeccionar un plato a su libre elección para el cual aportarán todos los géneros e ingredientes sin elaborar.
En anterior edición, la joven cocinera marbellí, Vanessa Benisty, de Albert&Simon Restaurante, obtuvo el Laurel de Oro con un Sashimi de Atún Rojo, milhoja de vieira con carabinero, vinagreta de frutos secos y crema de patata al aceite de oliva virgen extra.
Gominolas veggie
Es la apuesta que reinventa la textura de las verduras y hortalizas, que ya no tendrán que esconderse tras las pastas de Chef Boyardee para hacerse apetecibles a los más pequeños. Las dulces gomitas ahora pueden tener sabor de pimientos de piquillo, tomates, espárragos o zanahorias, entre otros, trascendiendo una vez más las fronteras entre el mundo dulce y el salado. Son creación de un confitero soriano, Juan Carlos Lavilla, del obrador Tres Chocolates, quien lleva un paso adelante el concepto que estrenara el Chef Paco Roncero hace ya casi un lustro con sus gominolas de aceite de oliva.
Pan de Bagazo
Cereales y levaduras, y un común denominador de fermentación en la elaboración de pan y cerveza han sido la clave para que las panaderías Panishop y cervecera La Zaragozana lancen el pan de bagazo, un producto saludable que aprovecha los cereales usados en la elaboración de la cerveza y que es rico en fibra, sin colesterol, de bajo contenido en grasa, azúcares y sodio.
Resultado de meses de investigación, el pan es de corteza crocante y no muy dura, tonalidad marrón-rojizo, de miga elástica con un sabor característico y poco salado y aromas a cereal y a tostado. El pan posee 98% menos sodio y 48% más fibra que el pan blanco.
Nuevos sabores oceánicos en Aponiente
El chef andaluz Ángel León inaugura la temporada de Aponiente recorriendo el océano desde el fondo hasta la superficie. El resultado: la pirámide trófica en la mesa, en la que se puede saborear el océano desde el pláncton hasta pescados desconocidos, con el cliente como último eslabón de la cadena.
Así, quienes se acerquen a su restaurante Aponiente podrán zambullirse en el placer de platos elaborados con pescados que se alimentan de y filtran el pláncton, del que emplea un abanico de especies. Son el primer eslabón de la cadena y su despensa es el Coto de Doñana. Las opciones para el comensal son variadas y todas ellas sorprenden, como la degustación de sus ya famosos ibéricos marinos; la Sopa impregnada de maruca, trufa negra y yemitas de huevo o los ostiones atemperados en vinagre de Jerez y cubiertos con una especie de pláncton llamada Isocrisis (máxima alcalinidad marina).
Navegando mar adentro, y en un segundo lance, ofrece platos principales como róbalo sobre esencia de algas yodadas o arroz de pláncton marino de tetraselmis con un alioli-tartar de calamares de potera.
Aunque el nuevo menú propone incluso maridajes con vinos de Jerez, los comensales no deben de dejar de disfrutar los excelentes gin-tonics de pláncton que también se elaboran en el restaurante.
Karl Lagerfeld, diseñador de bebidas
El Kaiser de la moda y diseñador de la maison Chanel, Karl Lagerfeld, ha diseñado para Coca-Cola Light una nueva botella de edición limitada que estará disponible a partir de junio de este 2011. La botella se venderá en cajas de seis, que también ha diseñado Lagerfeld.
Además de la Coca-Cola, se dice que al creativo también se le ha encomendado el diseño de la etiqueta para la botella de Château Rauzan-Ségla 2009, que celebra su 350 aniversario. Chanel compró a Rauzan-Ségla en 1994.
La noche de Agustí Torelló
Las Asociación Catalana de Enólogos celebró recientemente su Noche de la Enología, ocasión en la que premió a Agustí Torelló Mata por su trayectoria de toda una vida dedicada al vino. Torelló Mata se inició en el cava con apenas 13 años, y posteriormente estudió enologia y viticultura. Una actividad enológica en el Penedès precedió a los proyectos familiares, que se concretan en la década del 1980, luego de la creación, en 1979, del Cava Kripta.
Franco-Españolas, de cine
A los muchos reality shows que han cobrado popularidad en los últimos tiempos se une el interés que el vino despierta en cine y televisión. Por eso no es de extrañar que las bodegas de Logroño se hayan integrado al Certamen 36 de Supervivencia Fílmica, organizado por Cinemavip, convirtiendo sus instalaciones en improvisados platós y locaciones para la grabación de corto metrajes que 19 equipos de futuros talentos fílmicos de toda España realizaron en la cuarta edición del certamen.
La legendaria Bodegas Franco-Españolas es una de las locaciones, con sus salas Diamante o Rioja Bordón sirviendo como escenario de filmación. La bodega ya había sido protagonista fílmica en el corto “Oro Fino”.
Madrid celebra una nueva Semana del Whisky… con Vodka
El próximo 26 de mayo el hotel Villa Magna de Madrid acogerá la tercera nueva edición de Whisky Live, una feria dedicada que contará con la presencia de las mejores marcas y especialistas de este destilado, catas dirigidas, maridajes en reconocidos restaurantes y un invitado adicional, el vodka.
Tras haber conquistado ciudades como Nueva York, Londres, Tokio, París y Barcelona, Madrid dará la bienvenida a las mejores destilerías del mundo: The Glenrothes, Maker´s Mark, Edradour, Auchentoshan… Desde el exótico Suntory Hibiki, que llega desde Japón con notas especiadas y recuerdos de mermelada de ciruelas, hasta el clásico y cremoso The Macallan. Todos ellos seducirán con infinidad de matices a los incondicionales de este destilado, pero también a aquellos que se sumergen en este universo por primera vez.
A través de unas catas dirigidas por reconocidos especialistas internacionales se podrán conocer a fondo sus características principales, proceso de elaboración, armonías, entre otros. Se celebrarán, además, el II Concurso de Coctelería abierto a los bartenders, un Taller de cócteles con Whisky, y un Concurso de Cata, abierto a todos aquéllos quienes acepten el reto de analizar siete whiskies no turbados y tres whiskies turbados.
Entre las principales novedades de esta edición, hay un invitado realmente especial: el vodka. Los asistentes podrán elegir entre una magnífica selección y probarlo solo o perfectamente integrado en tragos como White Russian, Cosmopolitan o Bloody Mary.
Como complemento gastronómico del 23 al 29 de mayo, destacados restaurantes madrileños como La Broche, Lágrimas Negras, Dassa Bassa, Pedro Larumbe o La Taberna de Liria, apostarán por un tándem muy sugerente: alta gastronomía y whisky. Para la ocasión, y de forma paralela al evento, diseñarán menús maridados con las etiquetas más singulares.
La de José Andrés, mejor cocina de los Estados Unidos
La mejor cocina de los Estados Unidos tiene sabor español. Es lo que ha decidido la Fundación James Beard que ha otorgado a José Andrés, cocinero español afincado en ese país, su galardón como cocinero sobresaliente del 2010 en los Estados Unidos por el trabajo que realiza en su Minibar, en Washington, DC. De este modo, el chef asturiano superó a otros cocineros como Gary Danko, Suzanne Goin, Paul Kahan y Charles Phan, la mayoría del estado de California, donde José Andrés triunfa con su The Bazaar.
ABC Kitchen de Nueva York obtuvo el premio como mejor nuevo restaurante, Joanne Chang de Boston el de mejor chef pastelero, Aaron London de California el mejor chef joven, el orgánico Blue Hill neoyorkino el de mejor restaurante y el A16 de San Francisco el premio al mejor servicio de vinos. La Fundación James Beard confirió, además, un sinnúmero de premios regionales distribuidos por toda la nación americana.
V Congreso de Cocinas Andinas
Cómo desarrollar una cocina con identidad que impacte el turismo y el empleo es el tema principal de la quinta edición del V Congreso de Cocinas Andinas que se celebra en Bogotá este mes de mayo, reuniendo a los principales representantes del sector gastronómico, turístico y hotelero de Colombia y de los demás países de la región Andina.
Un interesante programa de sesiones plenarias, simposios y demostraciones culinarias conforman la oferta de este congreso que se organiza alrededor de temas como la identidad cultural, turismo, biodiversidad y empleo, y reúne a algunos de los profesionales de las artes culinarias más importantes de Colombia. El Congreso de Cocinas Andinas contará, además, con exposiciones artísticas y culturales, un mercado campesino y presentaciones de proyectos e investigaciones ligadas a las temáticas del congreso.
Organizado por la Academia Verde Oliva, el Colegio para el Estudio Sociocultural de la Alimentación, la Cocina Colombiana CESACC y la Asociación Colombiana de Industria Gastronómica ACODRES, y financiado por el Fondo de promoción Turística, FPT y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el V Congreso de Cocinas Andinas se realizará en el Centro de Convenciones Compensar.
Divinidades es una publicación editada regularmente por Viajes & Vinos, una empresa dedicada a la promoción de servicios de turismo del vino y a la representación de empresas especializadas en la oferta de dichos servicios. Desarrolla además proyectos de mercadeo, editoriales, eventos especiales y consultoría en vinos. Prohibida la reproducción total o parcial de textos o imágenes sin previa autorización.
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Alejaairén 2008
Bodega El Vínculo
DO La Mancha
Este blanco de 100% uva airén, el primer proyecto blanco de Alejandro Fernández, tiene alguna reminiscencia ajerezada, un sabor muy distinto en blancos tranquilos. De textura cremosa, tiene notas tostadas y almendradas, también de marcada goma quemada, que recuerdan su pase de 18 meses por madera. Concluye de manera especiada, grasa y potente, a pesar de sólo tener 13.5 grados de alcohol.
Ca del Bispo 2009
Vernaccia di San Gimignano
Un vino limpio. Con notas cítricas y minerales recubriendo un fondo de manzana y abundante albaricoque, todo envuelto en un velo de delicada miel y almendras. Con buena acidez en boca, un cuerpo glicérico, una persistencia algo especiada y un final persistente. Lo mejor del vino, un precio impresionante. Apenas 2,5 euros, unos USD $ 3.50. Mejor, imposible.
Father 1943
Bodega Crego & Monaguillo, DO Monterrei
Monterrei es la más castellana de las denominaciones de origen gallegas, y este vino top de la bodega Crego & Monaguillo no es ajeno a ese perfil de potencia que rinden muchos vinos de Castilla. El Father, un mencía y tempranillo con un paso de seis meses por barrica nueva de roble francés, brinda recuerdos a compota de fruta morada casi negra, por donde aparece un fondo muy balsámico y de sirope a chocolate, y en el que luego aparecen cocos, suaves caramelos y algunas notas licorosas y también de uva quemada. Es un vino que destaca por su frescor, pero cuyo elevado precio no guarda relación con lo que entrega en copa. La botella no indica la añada.
Maio 05 – 2009
Bodega Dolores Fontán (Castrelo-Cambados)
DO Rías Baixas
En los últimos años, la DO Rías Baixas ha tenido por reto romper la monotonía en que empezaron a caer los vinos de la denominación, con hechuras cada vez más clónicas. Afortunadamente, muchas bodegas se dieron cuenta de la necesidad de moldear la albariño de forma diversa, para sacar al mercado elaboraciones que entregaran vinos con personalidad distinguible. Entre este grupo figura este Maio 05, un 100% albariño que es una delicia en nariz, con recuerdos a mucha melosidad, fruta blanca y de hueso, pera, melocotón y manzana. Es aromático en nariz, y bien estructurado en boca, sin llegar a ser denso. Todo lo contrario. Es terso, fresco y con una excelente acidez y un fantástico equilibrio entre su acidez, su fruta y su dulzor.
No es que los gourmets sólo existan desde hace un cuarto de siglo, o que sea esa la edad de la actual generación gourmet. Es que el Salón de Gourmets se ha afincado en la industria gastronómica con tanta fuerza y solidez que cuando el sector se refiere a Gourmets, con mayúscula, se sabe que de lo que en realidad se habla es del Salón, cita gastronómica pro excelencia en la primavera de la capital española. Un evento que ha marcado tiempos y que fue visionario para adelantarse al actual cuando celebró su primera edición en 1987.
Entonces acudieron al recinto de exposición ocho mil visitantes y apenas 73 expositores distribuidos en 1,300 metros, que contrastan con los más de 76 mil visitantes, 1,192 expositores y 17,344 metros de su edición 2010, y los 1,270 expositores y más de 18 mil metros de exhibición contratados para esta 25ta edición del Salón celebrado recientemente en Madrid, generando, quien sabe si por la crisis, gran interés y atención por parte de la industria de la alimentación española.
Salón de Gourmets es, simplemente, un paraíso de degustación. Como bien señala el término, allí van a deleitarse todos los apasionados de las exquisiteces, exclusividades y novedades gastronómicas de mayor postín, que recorren la práctica totalidad de la geografía española, pero también la oferta más deliciosa de otros países, como Francia, Italia, o Polonia, país inivtado en esta edición. Hasta los sabores africanos tuvieron un espacio solidario con degustaciones de tapas, que ya el año pasado ofrecieran como actividad complementaria en el programa del Gastrofestival de Madrid Fusión.
Galicia, Cantabria, Asturias, Navarra, Extremadura, Andalucía o Madrid fueron algunas de las comunidades españolas cuyos sabores estuvieron presentes en Gourmets, en el que los de Castilla-León ocuparon un lugar amplísimo y muy especial. Además de las empresas de estas regiones, hubo muchas que expusieron por cuenta propia sus productos.
Al igual que lo hiciera en Madrid Fusión, Bodegas Matarromera volvió a cautivar con su Emina Zero, una fantástica bebida derivada del vino, refrescante y sin calorías, que pronto espera hacer su entrada en grande en el mercado los Estados Unidos de la mano de Heineken.
Vinos de Madrid
Madrid y sus alrededores son actualmente una de las zonas vinícolas más “hot” y “to watch” del panorama vitivinícola español. Algunos de los vinos que allí se producen están amparados por la denominación de origen Vinos de Madrid, que ha mostrado un despegue impresionante en los últimos años, ofreciendo propuestas cada vez más interesantes y de mayor nivel. En Gourmets muchas propuestas interesantes, como el Licinia 2008, un tempranillo, cabernet sauvignon y syrah, y el Treinta Mil Maravedíes 2009, un vino de Bodega Marañones que conjuga a medias garnachas de entre 40 y 60 años, con syrah de 20, y que se cría 10 meses en barrica de 500 litros para entregar un vino de estructura ligera, pero mucha potencia en boca, donde es muy especiado, fino y largo.
Bodegas Trus (DO Ribera del Duero)
Más conocida por su primera etiqueta, homónima de la bodega y con mucha mayor complejidad organoléptica, la novedad de esta bodega es su Krel, un vino desenfadado que busca llegar a una nueva generación de consumidores que pretenden disfrutar del vino distendidamente y sin complicaciones. Vino ideal para tapeo, la del 2008 fue la primera añada del Krel, un vino fresco, pletórico de fruta, especiado, potente y muy equilibrado. Este 100% tempranillo se cría 12 meses en madera y tiene un perfil de vino de Nuevo Mundo en tanto que destaca su fruta de fresca frambuesa, ensamblada también con notas florales.
El concepto del vino se enlaza con la imagen del búho en la etiqueta, un ave que acostumbra a colocarse en los focos y viñedos de la bodega, integrándose como un elemento más del paisaje. Dicen las leyendas antiguas que curzar la mirada con un búho transmite suerte y protección de por vida, El búho es misterioso, y también lunático, invitación a disfrutes noctámbulos de vino y con amigos.
“La crisis pondrá las cosas en su sitio. Mogador no va a cambiar”. René Barbier
En un país como Puerto Rico donde la política partidista condiciona el quehacer cotidiano, no hay lugar a dudas de que la agricultura es uno de los pocos temas de unidad, uno en cuya importancia económica y social todos los sectores de la sociedad concuerdan irrespectivamente de particulares colores políticos.
El mejor ejemplo de esto ha sido el establecimiento del Salón de la Fama de la Agricultura Puertorriqueña, un esfuerzo importantísimo en estos días, que ha sabido reconocer las ejecutorias de diversos personajes que a lo largo del último siglo han hecho una contribución invaluable al desarrollo de la agricultura del país y que sirven de estímulo y ejemplo para la nueva era de agro-empresarismo que afortunadamente se respira en el país. Pero algo aún más importante que recuperar esa sabia memoria agrícola. Se trata de un evento que asigna a la agricultura un rango de distinción y valor social equivalente al que se le brinda a otras disciplinas como los deportes o las artes.
Durante los primeros siglos de su historia, la economía de Puerto Rico fue eminentemente agrícola con un prestigio internacional importantísimo para productos como su café y su caña de azúcar. Pero como bien señaló el Secretario de Estado de Puerto Rico, Hon. Kenneth Mc Clintock, durante la Gala, al iniciar la transformación de su economía poco antes de la segunda mitad del siglo XX, Puerto Rico no supo lograr un equilibrio entre su proceso de industrialización y la modernización de su sector agrícola, que, lejos de fortalecerse, fue poco a poco decayendo en importancia al punto que industrias como la de la caña de azúcar, de la cual Puerto Rico fue sexto productor mundial, sellaron su desaparición.
Por sus frutos los conoceréis
Gracias a las ejectuorias de muchos de los homenajeados fueron cobrando vida los tomates de Jayuya, tan demandados en el exterior, pimientos del país color cotorra el Yunque, calabazas verdes con pintas anranjadas y cobrizas, calabacines, perejil, berenjenas jugosas, mangóes, mameyes y enormes cebollas doradas que sirvieron de decoración al evento que coincidió con la celebración de la Semana de la Tierra Puertorriqueña.
En su presentación durante la Gala, el Secretario de Agricultura de Puerto Rico, Hon. Javier Rivera Aquino, resumió en las aportaciones de los homenajeados, los valores que son necesarios para la prosperidad de la industria agrícola puertorriqueña: la necesidad de emprender un trabajo de investigación agrícola, lo imperioso de transmitir al agricultor el conocimiento académico y de enseñarle técnicas de universidad; los beneficios de la sabiduría de aprender a trabajar en equipo; la importancia de la promoción en el progreso de un negocio agrícola; lo indispensable de que además de agricultores, éstos sean empresarios con conocimientos sobre administración y sobre cómo generar riqueza; las oportunidades que brinda el ser innovador y anticipar tendencias o cambios en la industria y el mercado; y la confianza en el sector agrícola como una potencial fuente de negocio.
Las personalidades distinguidas se desempeñaron desde un crisol abarcador de segmentos vinculados a la agricultura, como pudieron ser la academia, la avicultura, el servicio público y el mercadeo, e incluyeron tanto a puertorriqueños, algunos descendientes de emigrantes españoles, como a estadounidenses afincados en la Isla, algunos reconocidos de manera póstuma.
El ejercicio sirvió también para que las nuevas generaciones presentes en el acto descubrieran a los responsables de algunos momentos señeros en la evolución agrícola del país a través de un recorrido de imágenes que retrató el amor por la tierra de todos los distinguidos y que fue una verdadera lección de historia agrícola para los asistentes.
Los exaltados a la primera edición del Salón de la Fama de la Agricultura Puertorriqueña incluyeron a:
Agrónomo José Vicente Chandler, investigador, científico y agricultor que dirigió la Estación Experimental Agrícola de Puerto Rico y se destacó por sus estudios sobre los problemas básicos de los suelos tropicales y cómo hacer plantaciones más eficientes de ciertos productos en el trópico.
Familia Fonalledas, segunda generación, que dieron continuidad al pequeño negocio de ordeño y venta de leche establecido por su padre, hasta adquirir una amplia extensión de terreno que se convertiría en Vaquería Tres Monjitas, una pionera en mejoras al sector lácteo que posteriormente repercutieron en toda la industria lechera de Puerto Rico, como por ejemplo fue el cambio de envases de cristal a cartón para el expendio de la leche fresca, entre otros.
Agrónomo Gualberto Rodríguez, que en la década del 1960 fundó Caribbean Produce Exchange, que introdujo importantes cambios en el mercado, a través de nuevos sistemas de empacado ---como el empaquetado de los tomates--- y distribución, que convirtieron a la empresa en líder en la distribución de frutas y vegetales en Puerto Rico.
Ingeniero Venancio Martí, un ingeniero que en 1989 fundó Martex Farms, destacada en la exportación de frutos tropicales como la quenepa y el mangó, así como de plantas y árboles ornamentales.
Agrónomo Joaquín Rodríguez Solivan, uno de los creadores y pasado presidente de la principal empresa avícola del país, To-Ricos.
Sucesión Serrallés, pioneros en la industria azucarera puertorriqueña introdujendo equipo que mejoró el procesamiento de la caña, y posteriormente establecieron la refinería que elaboró por primera vez azúcar blanca en el país, la marca Snow White, y que una vez vendieron la Central Mercedita, transformaron los cultivos de caña en otros espacios para café, mangó y ornamentales.
Foto cortesía CSIC (C)
No tiene que ver con las deliciosas castañas, aunque compartan casi idéntica ortografía. Lo que sí que, como la castaña, la castañal, una de las nuevas variedades de uva autorizadas en España, brindará un nuevo aire que se recrea en sabores añejos para desarrollar nuevas recetas de gusto con qué deleitarse el consumidor.
La castañal es una de las cepas gallegas y asturianas que acaban de adquirir personalidad jurídica y derecho a emplearse de manera comercial en la elaboración de vino, algo que hasta fines de marzo pasado, cuando fueron aprobadas e incluidas en Registro de Variedades Comerciales de España, no podía realizarse.
Junto con la castañal, la agudelo, la albarín tinto y la branco lexítimo, variedades de vid cultivadas antiguamente en Galicia y en Asturias, y cuya incorporación a la modernidad del vino ha sido posible gracias a los proyectos de investigación realizados por la Misión Biológica de Galicia, adscrita al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Esto permitirá que se puedan comercializar vinos con el nombre de estas variedades en la etiqueta, pues hasta su inscripción en el Registro, para los efectos, estas variedades no existían legalmente, con lo que no se podían plantar ni comercializar vinos con sus nombres.
Pasado y presente
Las variedades de vid se pierden por diversos motivos, como la llegada de plagas y enfermedades como han sido el oídio, el mildiú o la filoxera, que hacen que se determine plantar cepas más resistentes, pero también por temas de rentabilidad, al viticultor apostar por variedades que por sus mayores rendimientos pueden dejar mayores ganancias con menor esfuerzo.
Afortunadamente, en el caso de Galicia y Asturias, muchas de aquellas antiguas variedades no se extinguieron del todo, sino que las cepas más antiguas permanecieron en las casas, donde se cultivaban para la elaboración de vino para consumo propio. Fueron muchos de estos hogares los que recorrió la Misión Biológica en busca de esas cepas antiquísimas.
Asturiana de nacimiento, pero laborando en Galicia desde hace muchos años, Martínez se especializa en la recuperación de cepas antiguas de vid, un pasado que busca brindar nuevos aires de futuro al vino. “Buscamos siempre ir un poco por delante en materia de viticultura y bodegas. Para determinar emprender un estudio nos aseguramos de conocer las tendencias del mercado, auscultar el interés de las bodegas e ir viendo lo que se proyecta en publicaciones y congresos especializados. Así vamos identificando qué variedades pueden encajar en esas tendencias”, detalla.
El proceso es detallado, meticuloso y prolongado. Primero se buscan referencias en la bibliografía antigua sobre las variedades de vid de cada zona y se elabora una lista de nombres. Luego se entrevista a los viticultores de mayor edad para conocer las variedades más antiguas que podían recordar. Una vez realizadas las entrevistas, se rehace la lista de variedades y se trata de engranar literatura con realidad.
La siguiente etapa investigativa consiste en realizar excursiones con los viticultores para analizar las variedades y constatar la identidad singular de cada una y que no se trata de diferentes nombres para la misma uva. Para ello se requieren estudios ampelográficos, que inicialmente se hicieron in situ, pero que posteriormente se realizaron en la Misión, obteniendo madera de las cepas y plantándola en la parcela que la Misión tiene en su sede en Pontevedra. Hoy allí hay plantada una hectárea que contiene una colección con más de 100 variedades de vid.
“La castañal es una cepa que todos los viticultores reconocían. Sólo existe en la subzona de O Rosal, en la DO Rías Baixas, y de momento no se ha hallado en ninguna otra zona. Tiene racimos pequeños, es un poco más grande que la caíño tinto y madura muy bien. Hay datos sobre su existencia desde antes del siglo XIX”, explica Martínez.
Además de ésta, otras tres cepas se incorporaron al Registro de Variedades como resultado de las investigaciones de la Misión Biológica: la albarín tinto, y las blancas branco lexítimo y agudelo. La agudelo es mejor conocida como chenin blanc y la albarín tinto se conoce también como bruñal, en Castilla-León y como baboso tinto, en las Canarias, donde abundan las variedades del norte de Galicia. La branco lexítimo, conocida también como albarín blanco, es una cepa muy aromática que recuerda la moscatel, y que es delicada, de poca producción y maduración temprana.
“Las tintas gallegas son un territorio por explorar y hay variedades con un gran potencial para descubrir. Cepas como la castañal, la caíño tinto (tinta femia), o la albarello, también conocida como brancellao y antes muy extendida en Valderorras, se encuentran entre éstas”, indica Martínez.
Aunque la inclusión de las cepas recuperadas en el registro permitirá la identificación de la uva en las etiquetas y la elaboración comercial de vino, los que las empleen no podrán salir con contraetiqueta de las respectivas denominaciones de origen hasta que éstas no las admitan en sus reglamentos. La especialista indica que todo apunta a que el CRDO Rías Baixas pronto autorizará el uso de la castañal en el suyo, lo que permitirá la legitimación de plantaciones ya existentes de esta cepa en algunas bodegas.
El reconocimiento de la sinonimia de branco lexítimo=albarín blanco o de agudelo=chenin blanc hace posible que en la Indicación Geográfica (IGP) “Vinos de la Tierra de Betanzos” se puedan plantar estas vides en sus viñedos. A partir de ahora, también se podrá iniciar la comercialización del albarín tinto en la zona acogida bajo la IGP “Vinos de la Tierra de Cangas” en Asturias.
“En Galicia hay un interés enorme a nivel empresarial por explorar estas variedades, que no se podían emplear por no estar incluidas en el Registro. Sólo se las permitía de manera experimental a los centros de investigación, ni siquiera a las bodegas”, explica la investigadora.
Luego de la incorporación en el Registro, ahora el gran dilema de la Misión es determinar si el material recuperado se mantendrá en su zona de origen protegiendo el patrimonio vitícola autóctono, o si se compartirá con otros productores, planteando una posible diseminación sin equilibrio. La Misión Biológica resalta el enorme interés de bodegas de California, Australia, Francia y Nueva Zelanda por las cepas gallegas y se lamenta del poco que a veces muestran por éstas algunos viticultores de la propia Galicia. “Hemos recibido ofertas muy tentadoras de fuera de España para obtener información de esas vides”.
Una vez el material genético se certifica, se multiplica y comercializa a través de viveros. El CSIC realizó una selección clonal del albarín blanco para poner en el mercado, a través de Viveros Provedo S.A., un clon certificado de esta variedad de la que se llevan vendidas cerca de 4.000 plantas hasta la fecha. El Centro también está pendiente de empezar a comercializar clones de albariño antiguo, también estudiados en la Misión.
Una de las regiones castellano-leonesas que más recientemente ha advenido al rango de denominación de origen es Arribes del Duero. Su camino en esa ruta comenzó con apenas cuatro bodegas cuando se estrenó como asociación de Vino de la Tierra en 1998, hasta alcanzar la denominación de origen en 2007.
Hoy, doce bodegas están amparadas por esta denominación que ubica entre el suroeste zamorano y el noroeste salmantino, extendiéndose a través de unas 750 hectáreas de viña plantada en espacios más llanos y en valles encogidos al borde del abismo que ha horadado al río Duero. Es una zona fronteriza entre Ribera del Duero y Portugal, de tránsito de Duero a Douro. Curiosamente los vinos de Arribes del Duero tienen un perfil que les aproxima más a los portugueses del Douro que a sus vecino castellanos de la Ribera del Duero o Toro.
Un invaluable patrimonio natural, los Arribes tienen forma de escarpados valles que se forman a medida que el Duero corta como cuchillo una masa de roca sólida de impresionante altitud. Algunas de las plantaciones se conducen en bancales. Aunque el término Arribes se emplea desde el siglo XV, fue luego de una visita de Miguel de Unamuno a la zona siglos después, que el término se populariza cuando el escritor comenzó a usarlo en sus textos.
Tres son los distintivos principales de la región: su clima, su suelo granítico y pizarroso, y sus cepas tintas Juan García y bruñal. 90% de las cepas de la denominación tienen más de 60 años. Además de las uvas tintas, a las que hay que añadir la tempranillo y la rufete, en la zona se cultiva la blanca malvasía, responsable por un 10% de la producción monovarietal de la denominación.
Viaje de cata por Arribes del Duero
Abandengo Crianza 2005
Un Juan García al 100% que es algo ahumado, pero también amargo en nariz. Es elegante, aunque poco persistente.
Arribes de Vettonia Crianza 2008
Exquisito monovarietal de Juan García que regala recuerdos florales y avainillados en un vino que desde la nariz se anticipa elegante y sedoso. Tiene un suave paso por boca por donde se desliza sedosamente por el paladar, destacando sus taninos bien domados, sus notas especiadas, su fineza y elegancia.
Condado de Fermoselle 2009
Ensamblaje de Juan García, tempranillo, rufete y algo de garnacha que se cría durante cuatro meses barrica y entrega una nariz carnosa, con tonos tostados y un fin especiado en boca.
Gran Abandego Reserva 2005
Un monovarietal elaborado con uvas de Juan García de cepas con más de un siglo de edad. Se cría durante 19 meses en roble rumano para entregar un vino perfumado, floral, mineral y en con muy buena acidez natural en boca. Elegante y con un final especiado.
Paraje de los Bancales
Un monovarietal de Juan García que se cría en madera durante cuatro meses. En nariz es especiado, anisado, con notas a vainilla, tostados y café. Su fruta, como la roja cereza es muy discreta. Un vino muy elegante, pero breve.
Cámbrico Rufete es, de momento, el único vino en el mercado que se elabora enteramente a partir de esta variedad de vid. El disfrute calmo y prolongado de su añada 2006 es sencillamente una experiencia excepcional y sui generis, en la que el vino va revelando una compleja finura cada vez más suculenta y sorprendente, cual si se fueran extrayendo de un cofre joyas cada vez más magníficas. El vino hace maloláctica en roble nuevo y se trasiega a barrica usada de roble francés de 300 y 500 litros, para someterse a una crianza de 21 meses.
Luego de su obligada decantación surge un vino ligero de color, esbeltísimo de estructura y elegante en extremo, que imanta con la complejidad y finura de sus aromas, pero sobre todo de la evolución de matices y sensaciones que va revelando a lo largo de su prolongado disfrute. Este Rufete es un vino al que hay que aproximarse sin prisas, para seguir su trama y digerir su magnético carrusel de aromas que gira por la profundidad mineral de su talco, la delicadeza floral de sus violetas, y sus cremosos toffees y vainillas que anteceden a notas de fruta negra de ciruela con recuerdos a Oporto, todo insertándose como terciopelo que envuelve el paladar, donde explota en fruta fina que casi puede masticarse y que persiste con delicia tan prolongada que no tienta a apresurar el próximo sorbo.
Pausado, educadísimo recorre, paciente y minucioso, Alberto Martín recorre las barricas para ir extrayendo el futuro del vino. Nunca se separa de una barrica ni de una copa hasta no lograr que el vino en ésta manifieste el potencial que como creador había sido capaz de vislumbrarle.
Un Rufete de 2010 regala plétora de especias, regaliz e hinojos, siempre en la línea ya marcada de finura y elegancia, frescura, sedosidad, una óptima integración de la madera y un final intensamente frutal para un vino al que aún le resta un año y medio más en barrica. Otro de la añada 2009, redondo, bastante suave, y, de momento, más en la línea de la potencia de la tempranillo que de la finura de la rufete.
Lo que será el Cámbrico tempranillo 2009, más en la línea de finura de otros Cámbricos que de los potentes tempranillos de la Ribera del Duero. Un vino que se anticipa fino, sin demasiada concentración y muy especiado, con recuerdos a pimienta y nuez moscada y una boca potente, aunque sin las astringencias de otros tempranillos.
La próxima revelación de Cámbrico será un monovarietal de calabrés, que completará el trío de monovarietales. La añada 2009 es igual de parca en color que las rufetes. En nariz, de inicio parece algo reducida con alguna sutil nota de crianza, pero en boca se revela grande, y con notas granulosas que pronto se desvanecen para dar paso a un intenso aroma a rosas, con una estructura fina y notas especiadas y florales. El vino, que lleva 19 meses en barrica y permanecerá en ella un tiempo análogo a la rufete, es muy fresco, elegante, con delicadeza floral y una acidez más intensa que la de esta última cepa.
Aunque el rufete y el calabrés son los grandes orgullosos de su enólogo, en Cámbrico hay otras etiquetas como la de las 575 uvas, también de estructura ligera y que en su cosecha 2010 se perfila con notas más balsámicas y florales, y en la del 2009, más frutal.
No todos los vinos se elaboran todos los años. Los 575 uvas se introdujeron en 2005 y fue la única etiqueta que se produjo en 2007. El Cámbrico Calabrés se estrenó en el 2008, siendo la añada 2010 una que se produjeron los tres vinos, 575 Uvas, Cámbrico Rufete y Cámbrico Calabrés. Año tras año el perfil del vino es bastante similar, prevaleciendo notas minerales, frutales y especiadas que se sostienen en sintonía.
Cámbrico toma su nombre del período en que se formaron sus suelos. La filosofía de viña del proyecto sigue la tendencia de cuidar la vid de la manera más natural posible y con matices biodinámicos, empleando tratamientos naturales a base de extractos de algas y plantas, arado con caballos, y podas que se rigen según las fases de la luna.
“Quiero que las viñas transmitan todo lo que se está haciendo y el aspecto humano de quienes trabajamos con ellas, nuestra pasión y nuestra entrega”, señala Martín a Divinidades mientras recorre las suyas.
La rufete y la bodega
Es casi imposible abstenerse de emprender un romance con la rufete. Una uva casi ignota, con raza y trazos personalísimos, que fue excluida del proyecto de selección clonal que hace algunos lustros se realizó en Castilla-León y que es la gran protagonista de los vinos de Cámbrico. Tenía mala fama, como le sucedía a la mencía y la garnacha, que hoy también han sido toda una revelación.
La rufete es una uva muy autóctona de la Sierra de Salamanca (su principal zona de cultivo es la frontera salmantina entre España y Portugal), de racimos muy pequeños y apretados, y bajos rendimientos por hectárea y en el mosto. Es de brotación media, con lo que no es proclive a afectarse con las heladas, y no posee un hollejo demasiado grueso, de ahí que sus vinos no tengan altas capas de color.
Se utiliza tanto para vinos jóvenes como con crianza, por su buena aptitud para el envejecimiento. Su contenido glicérico contribuye a que su boca sea aterciopelada y su mayor aportación de acidez confiere mayor frescura a sus vinos, minimizando la sensación alcohólica que puedan tener.
Pero el flanco más irresistiblemente seductor de la rufete es en el poderío invisible de su complejidad aromática, explosiva, con recuerdos a frutos negros y rojos, bayas silvestres, toques especiados y a hierbas aromáticas, y la finura de su estructura, que rinde vinos con un perfil elegantísimo, siempre que se sepa controlar su producción.
Y es que así son los de la Sierra de Salamanca, vinos más inclinados a la elegancia que a la estructura, como son los de Cámbrico.
La bodega cuenta con tres etiquetas. La primera, Cámbrico, que se surte de uva de las partes más elevadas de la viña (800-900 metros de altitud) y elabora monovarietales de rufete, tempranillo y también calabrés. La segunda etiqueta, 575 Uvas, que son los granos de vid que han calculado se necesitan para elaborar una botella de vino. Y la tercera, una nueva línea de vinos con nombre aún por definir, que empezará a comercializarse a partir de las viñas más jóvenes.
La construcción de la bodega comenzó en 2005, con un concepto de estructura integrada en el paisaje como si fuera un bancal de piedra, hormigón, madera y cristal, que refleja a la perfección el espíritu rústico del entorno y sus pueblos, pero también las cualidades del vino: solidez, historia, modernidad y transparencia.
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