En esta edición:
Un nuevo look de albariño
Preludio a la fiesta
Festa do Albariño
Albariño y alvarinho: el territorio tradicional
La uva
Alfarería de albariño
La nueva vía dulce y burbujeante
Las damas del albariño
Albariño Gets Global
Alvarinho Wine Challenge
Sabores para la albariño
Albariños en ultramar y porvenir
Phil Lempert: pitoniso del mercado de alimentos
Rutas de vendimia 2011
Bye Bye elBulli
Vinos de Altura: Salta en Buenos Aires
DiVINIbriefs
Olivas
probióticas, lfa Romeo celebra cumple en Protos,
Barry Callebaut y su México chocolatoso, Sabor agroandaluz en
China, Toro es EXCELENTE, Eternity Food, Dos vinos de Festival,
Ribeiro en tierra de sidra, Gardenia para José Garden,
Emina y su vino deconstruido, Dolça Nit del Priorat, Las berzas: un
eternity food, Primer Wine & Food Fest de Bogotá, Douro Boys en
Brasil, De Niro: pan y vino, Brasil reglamenta a los sumilleres, Adiós a
Enrique Forner
Albariño de celebración
Un nuevo look de ALBARIÑO
Texto: Rosa Maria González Lamas
Fotos: Viajes & Vinos (C) y Suministradas.
Prohibida su reproducción
El origen de la albariño se reviste de misterio con sugerencias de un origen en el río Rin (alba-riño, blanca del Rin) y una llegada peregrina forjada a la vera del Camino de Santiago y que discurrió hasta el monasterio de Armenteira (Valle del Salnés, Rías Baixas), a donde se dice llegó de la mano de los monjes de Cluny, que en el Medioevo fueron expandiendo por Europa sus prioratos, hasta llegar a Galicia, donde se supone que la albariño se transplantó y adaptó, para luego proliferar por la comunidad y también esparcirse por el norte de Portugal.
En Portugal, la viticultura fue incipiente hasta los siglos XII y XIII cuando el consumo de vino se incorporó a los hábitos de la población de la zona entre el Douro y el Minho. La expansión poblacional y la comercial, sobre todo en el ámbito de la agricultura, hizo que el vino comenzara a convertirse en un bien cada vez más rentable.
Según la zona específica donde se cultive esta vid, que a veces se ensambla con una menor proporción de otras cepas, sus vinos adquieren notas más dulces, minerales, o con matices frutales que pueden ir desde los cítricos como el limón o la toronja, a frutas más carnosas como el melón, el melocotón, el albaricoque o el membrillo.
Si bien es cierto que la albariño y la riesling a veces expresan matices con ciertas semejanzas, algunos descartan el tránsito de la vid a través de una ruta de analogías, optando por situar a la primera como una uva autóctona de Galicia, descartando así otras teorías sobre su origen.
Lo importante es que el eje que vertebra el epicentro comarcal de la albariño en el noroeste de la Península Ibérica se enmarca por el Mar Atlántico y los ríos Umia y Miño, siendo este último el que fragmenta su vertiente española y portuguesa, que se extiende principalmente por el norte de Portugal a través de la región de los Vinhos Verdes, zona demarcada en 1908, pero cuyos vinos se dice ya habían sido los primeros de Portugal en exportarse a Europa siglos atrás.
Poco antes de esa demarcación portuguesa comenzaba también a crearse un fundamento comercial a los albariños gallegos, del cual fue ejemplo Fefiñanes, un palacio del siglo XVII en el corazón del pueblo costero de Cambados donde en 1904 se estableció una bodega que continúa operando hoy.
La amplia zona productora de las Rías Baixas se subdivide en varios espacios productores, unos con mayor trayectoria en la elaboración de vino y otros que se han incorporado más recientemente a la producción de vinos a partir de la albariño.
No demasiadas bodegas se consolidaron durante las décadas subsiguientes. Un período en que Fefiñanes era prácticamente la única bodega que elaboraba vinos de albariño con volúmenes más industriales y la uva albariño en Galicia quedó en compás de espera y casi en peligro de extinción, ya que en detrimento de ella y otras uvas autóctonas, más bien se favorecieron otras cepas con mayores rendimientos y más facilidad de cultivo en climas húmedos como el gallego, aunque rindieran menor calidad.
Durante este tiempo apenas se encontraban algunos albariños de colleiteiro, cantidades exiguas básicamente para consumo propio, pero vinos entre los que habían algunos de excelsa calidad. Y entre lo que hoy son viñas de uva albariño había muchas plantaciones de kiwi, un cultivo que se puso muy en boga en Galicia décadas atrás.
Afortunadamente, la albariño volvió a alzar vuelo con nuevas plantaciones y una nueva visión de elaboración.
Uno de los personajes señeros en ese despegue de la albariño en Galicia fue Santiago Ruiz. Como sucedía en muchas casas gallegas, en la suya en la comarca de O Rosal, fronteriza con Portugal, había una bodega familiar que fundara su abuelo en 1860 ---pionero en la elaboración y etiquetado de vinos en Galicia---, que el propio Santiago se encargó de transformar cuando ya mayor tuvo tiempo para dedicarse al vino y extraer todo el potencial que él presentía tenía la albariño, modernizando sistemas de producción para hacerlo traspasar nuevas fronteras.
Así comenzó a transformar la producción artesanal en una moderna y con visos más industriales, mediante la introducción de equipos como los tanques de acero inoxidable, en lugar de toneles de castaño, y se enfocó en la limpieza, limpieza y más limpieza como nuevas tácticas para elaborar los vinos, de las que surgirán luego aún muchas más. Hoy, hay mejores controles de temperatura, vendimias cuidadosas en la que se busca trasladar la uva a bodega lo más rápido posible para evitar su oxidación, y mejores controles técnicos de los equipos que han aportado a un importante ascenso de calidad en las últimas décadas.
Pero la visión de Ruiz no se circunscribió a las necesidades de modernización, sino que abarcó también el potencial comercial del vino gallego. Y así fue cómo comenzó a potenciarse la albariño, dando paso a la replantación de terreno con esa uva más noble hasta que no sólo desaparecieron los kiwis, sino que prácticamente todos los cultivos de vid se construyeron sobre esta cepa que hoy ocupa quizás más del 90% de la superficie de vid cultivada en Rías Baixas.
Por ello Ruiz fue uno de los grandes propulsores de su renacimiento y de la denominación de origen Rías Baixas, una apelación que comenzó a gestarse a inicios de la década del 1980 y que culminó con su establecimiento formal en 1988.
Desde su constitución como denominación, Rías Baixas ha tenido un crecimiento exponencial, saltando de 17 bodegas en 1987 a más de 150 en la actualidad y logrando un dramático aumento en sus volúmenes de producción y consolidación de una marca en la mente del consumidor.
Esto se logró en gran medida por la habilidad del Consejo Regulador de anticipar un posicionamiento comercial siguiendo la línea de los varietales del Nuevo Mundo, con su identificación con uva albariño. De hecho, en sus inicios, en lugar de Rías Baixas, la denominación consideró designarse DO Albariño, algo que no permitió la legislación de la Comunidad Europea precisamente porque su enfoque se basaba en la territorialidad y no avalaba apelaciones definidas por uvas específicas o muy difuminadas en su ámbito de territorio. Así fue como surgió alternativamente la DO Rías Baixas con un éxito comercial veloz e impresionante.
Pero el caso es que la albariño no es exclusiva de las Rías Baixas, sino que abarca la práctica totalidad de Galicia, se extiende por otros lugares de España como Toro, trasciende la frontera como uva principalísima en el norte de Portugal, donde se denomina alvarinho y viaja aún más lejos hasta llegar a América, otros puntos de Europa y casi hasta las Antípodas.
En estos días, no obstante, su epicentro es Cambados, donde el próximo 7 de agosto se celebra una edición más de la Festa do Albariño.
Zárate fue otra de esas bodegas pioneras en Rías Baixas con una trayectoria que se remonta al 1925, cuando se fundó, y también cuenta con una historia encerrada en la savia de sus cepas centenarias de albariño.
Albariño y Alvarinho: el territorio tradicional
Aunque tradicionalmente se asocia a Rías Baixas, quizás por haber sido esta denominación de origen que posicionó a la uva como ingrediente esencial de sus vinos, la albariño no es exclusiva de esta denominación sino que tiene presencia autorizada en las restantes denominaciones de origen gallegas ---Ribeiro, Ribeira Sacra y Monterrei--- a excepción de Valdeorras, tierra de godello. También hay albariño entre los Vinos de la Tierra de Barbanza e Iria.
De hecho, la propia Rías Baixas tiene cinco subzonas productoras (Valle del Salnés, O Rosal, Condado de Tea, Soutomaior, Ribera do Ulla), entre las que son evidentes diferentes perfiles de albariño, conforme su proximidad al Atlántico, o su giro más hacia el interior.
En la Ribeira Sacra, por ejemplo, la albariño representa apenas poco menos del 1% del total de las variedades cultivadas en la denominación, una en que la uva se vinifica por separado para luego embotellarla y comercializarla como variedad dominante, como sucede con el Albariño Abadía da Cova que mezcla 85% albariño con 15% godello, o para ensamblarla en porciones más minoritarias con otras uvas, como es el caso de Ponte da Boga o Dominio de Bibei, que la emplea en su Lapola y ocasionalmente también lo ha hecho en su Lapena.
“Hemos plantado albariño pensando en sus caracterísitcas de ph y acidez, favorables para complementar a la godello, cuyos parámetros en años cálidos se desequilibran más fácilmente. La albariño nos aporta mayor complejidad y en años más cálientes compensa la acidez que pueden perder otras variedades”, explica Laura Lorenzo, bodeguera de Dominio do Bibei.
¿Qué características y aptitudes especiales distinguen a la albariño de la Ribeira Sacra de la misma cepa en otras denominaciones?
“Hay muchas variantes que influyen en que una uva o un vino sean diferentes de una zona a otra, incluso de una parcela a otra, a pesar de tratarse del mismo cultivar. El patrón o portainjerto, que determina la expresión de la planta, con más o menos vigor, lo cual implicará el volumen de las bayas y racimos; el clon que se plante o la mezcla de clones, que da mayor o menor complejidad; el tipo de poda; el tipo de suelo, los más arenosos serán más expresivos en nariz y si son arcillosos, además de esta expresividad también serán más estructurados en boca; y por supuesto, la orientación de la plantación y exposición de las plantas a la luz solar en el viñedo son también determinantes”, detalla.
Lorenzo explica que, en general, en Rías Baixas hay otros matices de clima y suelo, más profundos y con mayor humedad, lo que resulta en vinos más ligeros, con menor grado alcohólico y mucha mayor acidez.
“Cuando la gente prueba nuestro albariño de Ribeira Sacra en solitario, antes de que lo incorporemos a alguna mezcla, piensan que hallarán algo similar a lo de Rías Baixas y se sorprenden al encontrar un vino con más estructura en boca, de paso más largo y amplio, más sedoso y cálido, pero siempre con buena acidez, viveza y frescor”, observa la bodeguera.
Pero en la denominación de origen Ribeiro, donde la albariño es la quinta variedad autóctona blanca en importancia, ocupa el 10% del total de uva en la denominación y se emplea primordialmente en ensamblajes, sí se ha apostado por la comercialización de albariños en monovarietal, algo que sucedió por primera vez con la cosecha 2004 del Colección Costeira Albariño, de Vitivinícola do Ribeiro.
“Nuestro albariño 100% se estrenó con la cosecha 2004 y la decisión de elaborar un albariño para comercializarse como monovarietal fue motivada por el cambio de imagen y nombre de nuestros vinos de la gama premium, antiguamente "Amadeus", a "Coleccion Costeira". Al ser una colección de vinos, la idea fue presentar diferentes variedades bajo la misma marca”, explica a Divinidades Manuel Castro, enólogo de Vitivinícola y responsable por la elaboración de los vinos de la Colección.
La albariño era una uva presente en la bodega cooperativa desde mucho antes, con socios con plantaciones de al menos dos décadas. “Antes ya elaborábamos albariño en solitario, pero se destinaba enteramente a los ensamblajes del Viña Costeira”, añade.
Castro, quien trabajó como enólogo en Rías Baixas por casi una década, considera que la albariño del Ribeiro se comporta de manera parecida a como lo hace en la subzona del Condado, en la primera denominación. Condado y Ribeiro están geográfica y climáticamente muy cerca.
En Ribeiro, la albariño llega a la madurez plena en la primera quincena de septiembre y lo suele hacer con un grado potencial bastante alto (casi siempre supera los 13º) y una cantidad de ácido málico relativamente baja, lo que permite elaborar sin hacer la fermentación maloláctica, algo que para algunos enólogos es un valor positivo porque evita tener que desacidificar, conservando los aromas varietales.
“Tenemos mucho en común con nuestros vecinos del Condado y el norte de Portugal, compartimos un espacio geográfico muy similar y el binomio suelo-clima es bastante parecido, aunque cada subzona tiene sus características especiales y al final cada vino es único, ya que refleja esas peculiaridades. Nosotros comentamos que el nuestro es un “albariño del Miño” y, de hecho, alguno lo ha llegado a relacionar con los alvarinhos portugueses de Monção y Melgaço”, subraya Castro, sobre su Colección Costeira Albariño del Ribeiro.
Algo con lo que concuerdan el gallego Xosé Lois Sebio, de Bodegas Coto de Gomariz (María Álvarez Serrano), quien elabora el otro albariño monovarietal del Ribeiro, Gomariz X, y cree que los albariños del Ribeiro tienen una acidez más compensada, y el portugués Anselmo Mendes, quien opina que los alvarinhos portugueses se parecen a los producidos en el Condado de Tea, en la margen derecha del Valle del Miño.
Alvarinhos, Portugal
La uva predomina en la subregión de Monção y Melgaço donde una cuarta parte de la alvarinho se destina a vinos monovarietales y el resto, al igual que en el Ribeiro, a ensamblajes con otras uvas como la trajadura (treixadura). Para incorporar el nombre Vinho Verde Alvarinho en la etiqueta el vino éste debe de haberse elaborado al 100% con esta variedad.
Una diferencia importante entre ambas riberas del río Miño es que precisamente el hecho de utilizar sólo parte de la producción de albariño para la elaboración de monovarietales de esta uva provoca que en la ribera portuguesa se destinen sólo las mejores uvas para las elaboraciones de alvarinho al 100%, contrario a Rías Baixas donde la albariño es mayoritaria y se dedica en su práctica totalidad a la elaboración de vinos dominados por esa uva.
“Hoy muchos albariños de Rías Baixas y alvarinhos portugueses han perdido su carácter por el tipo de tecnología empleada, procurando aromas tropicales a maracuyá, mangó y otros. Para mí, los alvarinhos jóvenes tienen aroma a toronja y son minerales, matices que crecen a medida que el vino envejece y se junta a aromas de miel. Con mucho tiempo de envejecimiento, la albariño alcanza aromas apetrolados, semejantes a los de la riesling”, remarca.
En opinión de otro Méndez y también peso pesado de la albariño, Gerardo, elaborador de los Do Ferreiro, uno de los nombres míticos en Rías Baixas, los alvarinhos portugueses quizás sean menos expresivos en nariz y boca y por su sistema de elaboración quizás no sean tan expresivos de su tipicidad como pudieran ser los de Rías Baixas.
Otra diferencia importante entre los albariños de Rías Baixas y los del valle del Miño es el tipo de conducción, predominantemente emparrado en la primera zona y más heterogéneo tanto en Ribeiro como en Vinhos Verdes. “El tipo de conducción de viñas es heterogéneo y exótico. Es ahora que las formas bajas y de menor densidad comienzan a aparecer. Crean diversidad, pero en nada aportan a la identidad de la uva”, comenta Mendes.
Es precisamente éste, la identidad, uno de los que el portugués considera como uno de los grandes desafíos de la alvarinho en el norte de Portugal. “Viña, identidad, frescura y largura con capacidad de envejecimiento”, señala. Una identidad que, del lado gallego, Castro coloca en el terruño, que debe buscar expresarse en los vinos elaborados con albariño, ofreciendo al consumidor una alternativa interesante que le permita comparar la expresión de la uva en las diferentes zonas donde se elabora tradicionalmente.
Identidad que Sebio también concuerda es un importante aliciente para no copiar a los albariños de Rías Baixas, otra zona en la que él también tiene vasta experiencia. “El Ribeiro es una zona con personalidad y nuestros vinos tienen que poder demostrarla”, afirma a Divinidades.
En Coto de Gomariz hay plantadas cepas aún más añejas que en Viña Costeira, tanto como 35 años, pero a pesar de ello ha sido apenas recientemente que ha comenzado sus elaboraciones en solitario. “La uva se plantó en una finca en una zona muy alta, donde sólo maduran variedades de ciclo corto. La intención fue hacer un vino fresco de zona alta para lo cual la albariño era la más adecuada. Yo tenía experiencia trabajando en Rías Baixas y queríamos hacer algo diferente, más mineral y potente. En Ribeiro la albariño es menos floral y más frutal, madura mejor y tiene más cuerpo y una mejor estructura,” remarca su enólogo. El Gomariz X de albariño está tan bien valorado que recibió una distinción de la muy seria revista inglesa Decanter, como el mejor vino blanco del norte de España.
¿Cuál ha sido la aceptación de los alvarihos portugueses fuera de su entorno? Mendes dice que los Estados Unidos y Brasil, país donde él también elabora un alvarinho cerca de la frontera uruguaya, son los mercados donde muestran mayor expansión. En Europa, Suiza, Bélgica e Inglaterra son mercados interesados en descubrir los vinos de la uva. Por su parte, Alemania y Japón son los dos principales mercados para el Gomariz X, del Ribeiro.
“La alvarinho es una casta muy influenciada por el medio. En zonas muy calientes pierde finura y frescura. Me gustaría experimentar con la albariño en influencia atlántica y suelos arcilloso-calcáreos, ya que en la zona donde elaboro los míos los suelos son de origen granítico, reacción ácida y textura franco-arenosa”, apunta Mendes.
Cepas Viejas, Do Ferreiro
Dra. Carmen Martínez
¿Albariño o albariña? Aunque más de uno se refiere a la uva como “albariña”, la Dra. Martínez dice que el término correcto es albariño. “En la mayoría de la bibliografía antigua la cepa aparece citada como “albariño”, subraya.
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Leirana Barrica, de Bodegas Forjas do Salnés, lleva en su alforja cepas de albariño de entre 80 y 100 años, que hoy cuida la cuarta generación de quien las plantó. Para sus vinos, la bodega también se surte de otras viñas centenarias de albariño que se estima puedan alcanzar los dos siglos.
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Viña Costeira en el Ribeiro instaló un sistema de control RFID en las parcelas de albariño de San Cibrao, lo que permite a la bodega un conocimiento preciso de las condiciones de la vid "en tiempo real" y ayuda a la lucha oportuna contra las enfermedades del viñedo. De este modo la viña se trabaja casi como la viticultura ecológica, ahorrando dinero en tratamientos innecesarios.
Emilio Rodríguez Canas
“La levadura propia aislada en el viñedo que registramos nos permite garantizar la calidad controlando de forma natural todos los componentes del proceso, así como equilibrar y reforzar las características sensoriales de los vinos, que hemos incrementado marcando todavía más la tipicidad y matices diferenciadores con la segunda patente de las manoproteínas”, detalló Rodríguez Canas. La bodega registró una segunda patente con el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación CIAL, también adscrito al CSIC, que supuso un avance en el conocimiento profundo de una variedad tan importante como la albariño.
Tanto la Misión Biológica como Terras Gauda tienen mantienen en desarrollo otras investigaciones relativas a la albariño.
“Aunque queda mucho por hacer en lo que se refiere a la enología, considero que el conocimiento científico de todo lo que rodea a nuestras variedades, es decir, suelo, clima, manejo y su comportamiento en estas condiciones todavía resulta básico, por lo cual hay más camino que recorrer en esta labor de investigación”, explica el director técnico de Terras Gauda.
Por su parte, la Dra. Martínez de la Misión Biológica de Galicia entiende que entre los retos de la albariño se halla la disminución de aplicaciones de tratamientos fitosanitarios, mediante el empleo de clones de la variedad menos propensos a las enfermedades más frecuentes en la viticultura gallega. Esto no implica el uso de transgénicos, sino una selección de las plantas más resistentes que aún quedan en su medio natural. “La vitivinicultura de albariño tiene que seguir mejorando su calidad y rentabilidad. Además, el sector debe de poder ofrecer al mercado albariños diferentes, sabiendo administrar las combinaciones de planta, suelo, clima y manejo de cultivos”, concluye la investigadora.
“Los albariños de las subzonas de O Rosal y O Salnés difieren de los de Condado, que tienen una influencia mixta atlántica y continental, aromas más cítricos y gran mineralidad. Los vinos de O Rosal y O Salnés son más tropicales y exuberantes”, detalla Mendes a Divinidades.
Originario de Monção, aunque hoy extienda sus tentáculos por muchas zonas de Portugal, Anselmo Mendes es, probablemente, la máxima autoridad de la alvarinho lusa. Casi un cuarto de siglo en el mundo del vino avala la trayectoria de uno de los más respetados enólogos portugueses, habiendo sido reconocido en más de una ocasión Enólogo y Productor del Año por la Revista dos Vinhos, una de las más respetadas publicaciones del mundo dedicadas al vino. Consultor de varias bodegas y hoy día de siete tan sólo en la región de los Vinhos Verdes, su pasión por la alvarinho le llevó en 1999 a añadir a los proyectos que hacía para otros uno propio como productor, Muros de Melgaço, uno de los más sobresalientes alvarinhos del mercado. Hoy Mendes elabora varias etiquetas más a partir de esta cepa ---Contacto, Curtimenta, Muros Antigos y Parcela Única---, además de un espumoso parcialmente elaborado con la uva y que forma parte de su colección denominada Muros Antigos. Además de en la subregión de Monção y Melgaço ha trabajado con la alvarinho en Viana do Castelo y la región de Lisboa.
Aún siendo la zona portuguesa donde prolifera su cultivo, en la región de Vinhos Verdes la alvarinho apenas representa 5% de la superficie cultivada de viña que alcanza aproxidamente un total de 30,000 hectáreas.
Anselmo Mendes
La uva
¿Cómo es la albariño? Una cepa fértil, de baya pequeña y hollejo duro que le da un carácter muy aromático y que tiene una alta acidez, un buen contenido alcohólico y glicérico, y un alto nivel de ácido málico que a veces obliga a realizar fermentaciones maloláticas parciales o totales. Es sensible al mildíu y a otras condiciones desfavorables del clima, y a pesar de que tienden a tomarse muy jóvenes, sus vinos tienen buena capacidad de guarda e incluso están más redondos con algún tiempo en botella.
Longevas hay también muchas cepas. Deslizan sus gruesos troncos por parrales elevados, el método de conducción preferido en Galicia para elevar la vid y distanciarla del suelo, con el fin de brindarles mayor exposición solar y protegerlas de la humedad que es foco de problemas fitosanitarios, aunque últimamente en algunas plantaciones más jóvenes se apuesta, aunque escuetamente, por plantar cepas en espaldera.
De las viejas cepas de albariño quizás no hay ningunas más célebres que las que dan vida al Do Ferreiro Cepas Vellas, una de las joyas enológicas de España que se elabora en blanco, sólo en cosechas de óptima calidad, a partir de un viñedo a un costado de Bodegas Gerardo Méndez en la subzona del Salnés, donde hay plantadas vides de albariño que se estima pueden llegar a tener hasta tres siglos de secretos.
A partir de la década de 1980 comenzó a verse una transformación en la producción de vino en Galicia con lo que, anticipando su potencial evolución, el Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia inició un proyecto de investigación clonal que pretendía proporcionar planta de albariño seleccionada, inexistente en aquel entonces, a las nuevas y modernas bodegas que comenzaban a instalarse a pasos acelerados en la zona, para que éstas dispusieran de materia prima adecuada para poder operar en la medida de su crecimiento.
El primer paso del estudio, iniciado en 1987, poco antes del establecimiento del CRDO Rías Baixas, fue recorrer toda la geografía gallega con el objetivo de localizar cepas centenarias (200 ó 300 años) de albariño, cónsonas con la edad de las del Do Ferreiro.
“Se recogieron cepas en zonas adscritas a las cinco denominaciones de origen gallegas, y también en zonas marginales en donde únicamente se conservaban unos cuantos ejemplares en emparrado, cuya misión fundamental era dar sombra al lado de la casa”, señala la Dra. María del Carmen Martínez, Científica Titular de la Misión Biológica de Galicia, vinculada al proyecto desde sus inicios y una estudiosa especializada en la albariño.
La Dra. Martínez explica que se seleccionaron cepas centenarias debido al mayor potencial de éstas de representar material realmente autóctono, con la máxima adaptación a los suelos gallegos y a sus especiales condiciones climáticas. Las cepas viejas preceden, además, al gran trasiego de plantas de vid que tuvo lugar a partir de la llegada del mildíu, la filoxera y otras afecciones a Europa a finales del siglo XIX.
Así, se seleccionaron para estudio 40 cepas, que además de su longevidad o de no presentar síntomas de enfermedad, exponían características típicas de la albariño, pero con particularidades agronómicas (época de maduración, mostos, producción, fertilidad y nivel de resistencia a enfermedades como el mildíu, oídio y botritis, entre otras) y ampelográficas (características de la planta en sí, como hojas, bayas, racimos). Cada una de ellas fue estudiada in situ durante cuatro años.
Aunque el proyecto se interrumpió temporeramente, se retomó en 1993, con la selección de los once mejores clones y réplicas de cada uno. Éstos se plantaron en una parcela experimental en la Misión Biológica, donde se sometieron a idénticas prácticas de cultivo y condiciones de estudio, lo que permitió evidenciar diferencias en características del mosto y rendimientos de uva, según cada cepa. Este estudio fue el primero en demostrar la existencia de diferencias a nivel clonal en lo que concierne a capacidad de resistencia a enfermedades de la albariño, además de ser uno de los estudios más abarcadores de su tipo en España, con más de dos décadas de datos recopilados.
Sobre los clones se han realizado diversos estudios, que incluyeron caracterizaciones sobre aspectos como sus aromas, índice de fertilidad, tamaño de racimos, parámetros de mosto, ADN y otros.
Aunque el proceso de selección y certificación de estos clones de albariño se finalizó en 2007, en colaboración con Viveros Provedo S.A., desafortunadamente aún no se han repartido plantas para su diseminación pues el CSIC está a la espera de que la Denominación de Origen Rías Baixas manifieste su interés por ellos y pueda firmarse el convenio de comercialización entre la denominación y el centro investigativo. El objetivo de los investigadores era brindar a los viticultores la oportunidad de elegir los clones de albariño que mejor se adaptasen a sus necesidades y preferencias y las de su terreno de cultivo, a un precio razonable y con todas las garantías.
“Aunque hemos contactado con la Denominación de Origen Rías Baixas en varias ocasiones, no hemos recibido respuesta, con lo que en caso de que la DO no muestre interés por estos clones el CSIC contempla la posibilidad de extender su venta sin restricciones de ningún tipo, salvo los que determine la legalidad vigente”, le explica a Divinidades la investigadora.
Pero la Misión Biológica no es la única entidad en apostar por el estudio de la cepa en viña para mejorar la calidad del vino albariño. A nivel privado, la Bodega Terras Gauda también ha puesto en marcha investigaciones similares, incluyendo una iniciativa de varias en las que ha colaborado con la Misión.
Ésta se trató del proyecto puesto en marcha por la bodega en 1992, en el que se injertaron 115 clones de uva albariño en una parcela y al que la Misión Biológica se adhirió en 2002. Después de realizar una selección de 31 clones a los que se le realizaron los estudios de campo necesarios, se efectuó una microvinificación en la bodega experimental para analizar las diferencias en mostos y vinos relativas a su grado, acidez y nivel de maduración, así como sus diferentes cualidades aromáticas. Esto sirvió para escoger los cuatro a seis clones más aptos en campo ---conforme su resistencia a enfermedades, características agronómicas y organolépticas-- y bodega, para mostrar la singularidad de los vinos de Terras Gauda, una vez vinificados.
Si una bodega gallega ha apostado con solidez por la investigación alrededor de la albariño es Terras Gauda. Desde su fundación en 1989, la bodega ha asignado una enorme importancia a la investigación y desarrollo en viña y bodega como elemento diferenciador para aportar mayor singularidad y calidad a sus vinos, potenciando tanto esta cepa como otras de la zona en proyectos de investigación, lo que ha convertido a la bodega en un referente en proyectos de investigación y desarrollo.
“Lógicamente, con los proyectos que desarrollamos buscamos la singularidad de nuestros vinos, pero los avances en materia de investigación y desarrollo siempre benefician al colectivo. Observamos que colegas y el sector reconocen nuestra labor investigadora, considerándonos la punta de lanza de la investigación vitícola en Galicia”, afirma a Divinidades Emilio Rodríguez Canas, Director Técnico de Terras Gauda.
La bodega, ubicada casi en la frontera con Portugal, cuenta con un departamento de investigación integrado por diversos especialistas que evaluán aspectos a investigar luego de un concienzudo análisis de los productos y procesos de la bodega, como consecuencia del cual se proponen mejoras que en muchos casos requieren de esfuerzos de investigación y desarrollo con el objetivo de extraer el máximo potencial vitivinícola.
Además del proyecto de selección clonal de albariño, Terras Gauda también desarrolló con la Misión Biológica un proyecto que resultó en dos patentes de levaduras de esa uva, convirtiendo a la bodega en la única que dispone de levadura de albariño propia patentada. La levadura se aisló y seleccionó entre cinco tipos diferentes del propio viñedo, tras una investigación de cuatro años en la que se demostró que reforzaba el carácter de los vinos y los aromas frutales propios de la variedad albariño.
Alfarería de albariño
Pero los métodos de elaboración han ido explorando nuevas avenidas para reinventar la uva, con el fin de mostrar su lado camaleónico, que no necesariamente expone la imagen fresca, ligera, fácil y juvenil con la que en algunos mercados se encasilla a la albariño. De este modo se ha pretendido potenciar aún más el potencial de esta variedad de aportar frescura, sabor, aroma y complejidad, pero también de expresar cualidades del terruño de donde surge, algo en ocasiones opacado por la tipicidad de la cepa, así como exponer un catálogo de registros y matices equiparables a los que pueden hallarse en elaboraciones de otras uvas, también camaleónicas, como la riesling.
Una de las tendencias que mayor empuje se ha visto adquirir en los últimos años es la crianza en lías, que confiere a los vinos textura, estructura y complejidad, manteniendo el potencial terpénico que caracteriza a la albariño.
“La singularidad aromática de esta uva se valora cada vez más, por lo que pienso que pervivirán todas las técnicas de vinificación que respeten la fruta, como es, por ejemplo, la crianza en lías en depósito. Es la tendencia de vinificación a la que le veo mayor futuro”, destaca a Divinidades José Hidalgo Togores, uno de los más experimentados enólogos españoles y consultor de importantes proyectos de albariño en Rías Baixas, como Pazo Baión.
La albariño es una cepa por la que Hidalgo siempre apostó, por ser una variedad de uva con enorme potencial cualitativo, pero, sobre todo, con una marcada singularidad que él opina le aseguraba por entero su éxito. Unas cualidades que comparte con otras cepas gallegas, como la godello valdeorresa, con la que Hidalgo también está bien familiarizado.
Otra de las fórmulas para crear diversidad ha sido la intervención de la madera en la fermentación, en la crianza, o en ambas.
Y es que, además de la clasificación conforme al contenido de uva, el reglamento del CRDO Rías Baixas también reconoce varias categorías conforme el método de vinificación y crianza. Una de ellas es Rías Baixas Barrica, que describe a los vinos que durante su elaboración han permanecido en envases de madera de roble e indican el tiempo en que han permanecido en éstos.
Aunque para las nuevas generaciones parezca algo innovador o excepcional, en realidad no lo es, pues los recipientes donde antaño tradicionalmente se fermentaba y criaba el vino eran de madera. Si bien estos materiales se fueron dejando de lado en pos de los depósitos de acero inoxidable en épocas más recientes, algunas bodegas han vuelto a experimentar con elaboraciones en barrica, retomando la tradición, aunque ahora con maderas de roble más nuevo en lugar de aquellos envases de madera con mucho uso a cuestas.
Una de las que lo ha realizado ha sido Bodegas del Palacio de Fefiñanes, que a la par que conserva en su estructura algunos de esos enormes toneles antiquísimos donde se fermentaba y guardaba el vino de albariño, con los años determinó lanzar su 1583, un vino que fermenta en barricas de roble francés y americano y luego se cría en parcialmente en barrica y es hoy uno albariño muy apreciado por el consumidor.
Dos de los vinos señeros en el empleo de madera con criterios más actuales y mejor calidad, son el Gran Bazán Limousin, de Adegas Gran Bazán, vinificado en inox y criado en barrica, y el Gran Veigadares, elaborado por la extinta Adegas Galegas, uno de los grandes albariños de Rías Baixas que apostó por la fermentación en barrica y dejó más que sentado que la uva podía funcionar bien con la madera, y tener también un enorme potencial de guarda, al igual que sucedió con el Terras Gauda Etiqueta Negra, que en su momento elaboró el propio José Hidalgo.
Otros fueron uniéndose en el camino, como el Organistrum de Bodegas Martín Códax, que realiza su fermentación maloláctica en barrica, o el Condes de Albarei Carballo Galego, un albariño en que los mejores mostos flor se seleccionan para fermentar en barricas nuevas roble autóctono gallego donde permanecen cuatro meses sobre lías y se someten a bâtonnage antes de pasar unos meses en botella. Fillaboa también tiene un vino fermentado en barricas de roble francés y caucásico.
Fermentado en barrica de roble francés y americano el Finca Valiñas, un albariño de pago elaborado por Mar de Frades, y en el que el mosto flor se fermenta en madera y permanece seis meses con sus lías para ganar en matices y aromas. Fermentado y criado en barrica también el Leirana Barrica, de Bodegas Forjas do Salnés, que se vinifica y envejece en barrica nueva.
Adegas Valmiñor hace una apuesta más compleja, la de fermentar en grandes tinos y luego someter a crianza en lías con bâtonnage la porción de albariño que lleva su M-100, una variedad que luego ensambla con las otras uvas que se sometieron a diversa vinificación y se homogeneízan posteriormente como conjunto en depósito de acero inoxidable.
Uno que se envejece en madera es Sol de Señoráns, un monovarietal de albariño que elabora la bodega Pazo de Señoráns y se cría durante seis meses en roble francés y caucásico antes de proseguir una crianza adicional en depósito y botella. Pedralonga Barrica, de Adega Pedralonga que apuesta por la biodinámica, también se somete a una crianza de seis meses en roble francés sobre lías y con bâtonnage, al igual que el Goliardo A Telleira, también de Forjas de Salnés, que pasa un año en barricas grandes de roble francés de varios usos. Y hay otros albariños que de una forma u otra también pasan por madera.
“Aunque nuestra experiencia con la crianza en madera ha sido pequeña, queremos seguir experimentando en la línea para buscar nuevos resultados porque hemos comprobado que el tiempo en botella afina los taninos y hace los vinos más elegantes”, comenta a Divinidades Marisol Bueno, propietaria de Pazo de Señoráns y pasada presidente del CRDO Rías Baixas.
Pazo de Señoráns
Más arriesgado ha sido el Sketch, una elaboración del enfant terrible Raúl Pérez, que un día determinó añadir a su vestimenta de enólogo un traje de buzo, para sumergirse en las profundidades del mar gallego y criar dentro de él un vino que se había vinificado en barricas con muchos usos.
“Los vinos de albariño deben de mantener su elevado nivel de calidad e incluso potenciarlo, por lo que todos los actores del sector, Consejo Regulador, viticultores, bodegas, deben de llegar a acuerdos para mantener un vino que es un tesoro, armonizando rendimientos, parcelas de cultivo y, más que todo, regulando la superficie de viñedo para evitar excesos de producción y conservar así la excelente imagen de calidad y precio de los albariños”, apunta Hidalgo.
La nueva vía dulce y burbujeante
Pero a pesar de esas chispeantes circunstancias históricas, la preocupación por la elaboración de espumosos de calidad a partir de albariño es una inquietud más reciente. En 1999 cobra formalidad en Portugal con la creación de la categoría Vinho Verde Espumante elaborado a partir de método champenoise, y en Rías Baixas lo hace una década después, con la admisión en 2009 de la categoría de espumoso al reglamento del CRDO Rías Baixas, una incorporación que surgió de la inquietud de las empresas y por la tradición de elaboración de vinos de aguja, sobre todo en las subzonas de O Condado y O Rosal, pero también como una apuesta lógica de una denominación joven por atreverse a explorar nuevos caminos.
Aunque el reglamento no es específico en cuanto al porcentaje mínimo de variedades de uva que deben de tener estos espumosos, las pocas bodegas que los están produciendo en la región emplean la albariño como uva predilecta en sus elaboraciones, que más bien aún se realizan en carácter experimental.
Esto, empero, no fue óbice para que, incluso antes de aprobado el reglamento, ya hubiera bodegas, como Lagar de Besada, elaborando el Burbujas de Baladiña Brut Nature, un espumoso elaborado con albariño al 100% que hizo su aparición comercial en Navidad de 2006 y que está bastante enfocado en la exportación a ciertos mercados europeos.
“Nuestra primera cosecha fue la de 2004. Burbujas da Baladiña se elabora por el método tradicional champañés de segunda fermentación en botella, pero lo tenemos 24 meses en rima antes de hacer el degüelle”, detalla a Divinidades Maria Sineiro, elaboradora del espumoso.
La bodeguera describe al vino como muy envolvente, carnoso, redondo y complejo en boca, con burbuja sutil y elegante, aromas de cítricos confitados, compota de manzana, similares a albariños no espumosos, y matices a frutos secos resultantes del tiempo de envejecimiento. “La albariño es una variedad espléndida, con mucho potencial y capacidad de perdurar en depósito o botella muchos años, lo que le permite competir con otros espumosos por su gran aroma y cuerpo”, subraya.
Aunque admite que no le gustan demasiado las comparaciones, sobre todo en la categoría espumosos, en la que inciden mucho las zonas vitivinícolas, los sistemas de conducción y los precios de la uva, entre otros elementos, Sineiro valora positivamente que a su espumoso de albariño se le compare con los champanes, por su calidad, complejidad y tiempo en botella en la fase de rima.
“Lo importante es que gusta y poco a poco se va insertando en el mercado. Desde su introducción comercial ha tenido una aceptación muy buena y muy sorprendente, ya que nadie se esperaba un producto así en nuestra zona. Poco a poco se va incorporando al mercado con mejores perspectivas y mi reto personal es posicionarlo como un buen producto y que llegue al consumidor final para que lo disfrute”, apunta.
Luego de las de Baladiña han surgido otras burbujas de albariño, que han tomado su tiempo en cuajarse, pero que desde su reciente salida al mercado también se encaminan sabiamente de la mano de la enóloga gallega Alexia Luca de Tena, de Bodegas Agnusdei y su espumoso Aphros.
Aphros, término griego para espuma, se elabora bajo el método tradicional champañés de segunda fermentación en botella y comenzó sus elaboraciones con la cosecha 2008.
Una de las grandes aptitudes de la albariño para la elaboración de espumosos es su marcada acidez que incluso se remarca más al recolectar uva en vendimias que preceden por algunos días la recolección de las que se emplearán para elaborar el vino tranquilo de la bodega, de manera que se alcance una mayor acidez manteniendo un grado alcohólico inferior por un menor contenido de azúcar. Completada la segunda fermentación, las botellas prosiguen una crianza similar a la de los espumosos, una ruta que en la primera añada de Aphros tardó en completarse unos 26 meses a partir de la recolección de la vid hasta el cierre final.
Según explica la enóloga a Divinidades, el espumoso de albariño 100% guarda el carácter de la variedad y continúa siendo un vino muy fresco y afrutado, pero, por el tiempo de contacto sobre sus lías finas una vez termina la segunda fermentación, incorpora también elementos de esta crianza que pueden recordar al trigo y algún fruto seco como la almendra. “La burbuja le da un toque sorprendente, por no esperar de un vino que huele como el albariño que albergue burbujas en su interior”.
El Aphros espumoso de albariño ha llamado atención en el mercado español por su originalidad, aunque la apuesta de la bodega son los mercados exteriores, como Japón o Australia, donde se ha vendido el 80% de la producción de apenas 2,600 botellas.
Para Luca de Tena uno de los retos del producto es precisamente su posicionamiento comercial pues su elaboración le supone un coste elevado que puede desconcertar a consumidores que quieran compararle con otros espumosos consolidados como el cava o el champán. “Para nosotros es un producto exclusivo, elaborado manualmente al 100%, puesto que en nuestra bodega no hay maquinaria dirigida a la producción de este tipo de vino, y es una producción muy limitada”, apunta. Una circunstancia que quizás no comparten los espumantes de la región Vinhos Verdes, de precio bastante menor que los de sus contrapartes gallegos de albariño.
Luca de Tena considera además que otro desafío de la producción de espumosos de albariño es la experimentación, investigando diversos métodos de elaboración que sean más apropiados a las particularidades de la variedad que alcanza su esplendor en Rías Baixas, y que en faceta espumosa amplía la variedad que puede ofrecerse a los consumidores.
“Creo que el espumoso de albariño tiene cabida en el mercado actual por su peculiaridad. No a grandes escalas, pero sí como un producto exclusivo y diferente al resto de espumosos que existen”, opina la enóloga de Aphros.
Además de Agnusdei, otra bodega de Rías Baixas que ha estado trabajando en la elaboración experimental de albariño espumoso es As Laxas, con un vino que, de momento, cautiva más en nariz que en boca.
En Vinhos Verdes, algunos espumantes de alvarinho incluyen al Côto de Mamoelas que elabora la bodega Provam en la región de Monção-Melgaço, el Soalheiro, o el Quinta da Pigarra. No obstante, enólogos como Anselmo Mendes opinan que la alvarinho no es demasiado propicia a grandes espumosos, razón por la cual el espumoso que él elabora no es monovarietal, sino ensamblado con la brancellao, una variedad tinta que para éste se vinifica en blanco.
Pero más allá de las burbujas, las bodegas de Rías Baixas, aunque no en Vinhos Verdes, comienzan a explorar las elaboraciones dulces de albariño como otra opción para diversificar el potencial de la uva.
Dos de ellas han sido Pazo Quinteiro da Cruz, que ocasionalmente elabora un dulce, y Pazo de Barrantes, que ha elaborado un dulce vendimia tardía 100% albariño que se crió medio año en barrica y un tiempo más en botella.
La climatología de 2001 en uno de los pagos de Pazo de Barrantes, el Pago de Tomadiña plantado en 1989, fue idónea para obtener uvas perfectas para elaborar un vino de tipología tan especial, que permitiera ahondar en la gran complejidad aromática que puede ofrecer la albariño, jugando con vendimias tardías o crianzas en barrica de roble francés nuevo. Ese año la vendimia fue muy sana y prolífica, y gracias a un otoño excepcionalmente largo y seco se dejó que la uva sobremadurara en la viña y empezara a deshidratarse y mostrar una tenue botritis. Esto se tradujo en unos niveles de azúcar naturalmente elevados en la uva.
Las uvas para este vino exclusivo se vendimiaron en el mes de noviembre y luego de un prensado muy cuidado se fermentaron en depósitos de acero inoxidable y barricas de roble francés. La fermentación alcohólica se detuvo cuando el vino alcanzó 12,7 grados. De este modo, se mantuvo un azúcar residual que a la salida al mercado fue de 43 gramos por litro. El vino se crió luego durante seis meses también en roble francés antes de embotellarse a unos diez meses de haber sido cosechadas sus uvas, para adquirir complejidad sobre todo a nivel aromático.
El Pazo de Barrantes Vendimia Tardía se produjo por primera y única vez en 2001, ya que se trató de una elaboración puntual y de poquísima producción (apenas 1,200 botellas) por dependerse de una climatología muy precisa para poder realizar una vendimia tan tardía en Rías Baixas. El vino, envasado en botellas de 500ml se comercializó en España y a nivel internacional, con unas valoraciones tan positivas que incluso algunas guías le asignaron las más elevadas puntuaciones que concedieron a albariños en España.
El vino adquirió matices pajizos y conjugó aromas propios de la albariño con notas especiadas y avainilladas de su crianza. En boca mantuvo un óptimo equilibrio entre dulzor y acidez y destacó por su complejidad, largura y elegancia.
Pero mucho más atrevido ha sido el vino de hielo monovarietal de albariño que elaboró Mar de Frades por primera vez con la cosecha 2009, siguiendo la tradición de los grandes blancos alemanes.
El vino se elabora enfriando con hielo seco las uvas recién vendimiadas, buscando congelar el agua de la baya, no la pulpa ni los azúcares, de manera que se pueda separar el mosto al prensar la baya antes de que se derrita el hielo de su interior. Así se retienen los elementos sólidos y se obtiene un mosto denso y casi sin agua que tarda mucho en fermentar por su alto contenido de azúcar.
“La idea de elaborar un vino de hielo de albariño surgió por ser una variedad muy aromática y elegante, con potencial de envejecimiento y desarrollo en otros tipos de vino diferentes a los blancos jóvenes del año”, le explica a Divinidades Paula Fandiño, Directora Técnica y enóloga de Mar de Frades.
La bodega se siente muy contenta con la evolución del vino que describe como “perfecta” pues con el tiempo mantiene el frescor y la acidez, pero ganando en madurez de matices y de un vino muy varietal justo al término de su fermentación, que posteriormente muestra registros de fruta compotada, albaricoques maduros, melocotones secos, algo de almíbar y mucha golosidad en el retrogusto.
Este vino de hielo aún no ha sido bautizado y tampoco se comercializa todavía porque la bodega entiende que aún no se ha redondeado el perfil aromático de hinojos y notas salinas que caracterizan a los albariños tranquilos de Mar de Frades y que la bodega quiere se repliquen en su vino de hielo.
“En 2011 repetiremos la experiencia que nos permitirá continuar afinando pequeños detalles y realizar alguna mejora en la conservación del producto”, observa Fandiño.
La albariño toma aún otro molde importante, el de destilado, en elaboraciones de orujo.
Pero la albariño no se ha quedado descansando en sus laureles y se ha apuntado al carromato de la experimentación que trascienden las maneras de vinificar estilos bastante cónsonos, para pasarse al terreno transgresor de presentar al consumidor la uva con estilos novedosos para la tradición regional.
Los primeros espumosos de los que hay cuenta en Galicia se elaboraron a fines del siglo XIX. Se llamaba Champán Galicia o Champán Gulías, como el apellido de su elaborador, quien aparentemente logró hacer unas burbujas lo suficientemente apetecibles para colocarlas en los mejores restaurantes de principios del siglo XX.
Desde su desaparición al comienzo de la Guerra Civil española, pasaron muchos años antes de que se volvieran a elaborar espumosos en la comunidad. Por ejemplo, Viña Costeira en el Ribeiro aún conserva en sus cavas increíbles espumosos elaborados en 1989 a partir de la uva treixadura, Hubo también en esa región otro espumante, el Fin de Siglo, que empezó con ímpetu pero luego desapareció por circunstancias externas a su elaboración.
Uno de los grandes retos de la producción de vinos en Galicia son los minifundios que obligan a agrupar diversas parcelas y muchas veces propietarios para obtener las uvas con que se ensambla un vino. No obstante, algunas bodegas, como Pazo Baión, Fillaboa o Lagar de Cervera, han sido capaces de hacer acopio de grandes extensiones continuas de viña.
Agnusdei
Una tendencia interesante es la producción de albariños de fincas específicas, como es el célebre Do Ferreiro Cepas Vellas, el Fillaboa Selección Finca Monte Alto o el propio Pazo Baión, que se surte de un viñedo un poco más extenso, pero contiguo a la bodega. Arriba y abajo, Pazo de Barrantes
Las damas del albariño
Un toque de singularidad entre albariños es una importante incursión femenina, algo que algunos atribuyen al hecho de la juventud de denominaciones de origen como Rías Baixas a la vera de las cuales se ha ido forjando una nueva generación de hacedores de vino en que la presencia de damas es cada vez más visible. Al punto, que la propia denominación ha enmarcado algunas de sus iniciativas de promoción con el rostro de embajadoras de albariños.
Bajo la tutela femenina se cuidan no pocas bodegas aunque algunas como Cristina Mantilla, responsable por etiquetas como Valmiñor, Palacio de Fefiñanes y Pazo San Mauro, cree que “no hay vinos femeninos, sino vinos muy bien elaborados por algunas mujeres”. La enóloga gallega admite que la mujer está cada vez más presente en el mercado y destaca más por la calidad de su trabajo y la valentía y tesón que aporta a éste, algo que quizás las distingue más que por el dibujar estilos concretos de vinos.
Algunas damas del albariño incluyen, además de a Mantilla, a algunas como Alexia Luca de Tena (Bodegas Agnusdei), Isabel Salgado (Fillaboa), Lucía Carballeira (Condes de Albarei y Pazo Baión), Luisa Freire (Bodega Santiago Ruiz), María Martínez (Montecillo Verdemar), María Vargas (Pazo Barrantes), Paula Fandiño (Mar de Frades). En California, Marimar Torres elabora en su Marimar Estate dos etiquetas que contienen albariño y, aunque no es enóloga, en Galicia Marisol Bueno (Pazo de Señoráns) tiene igual mérito como bodeguera, además de por haber sido una muy activa e influyente Presidenta del CRDO Rías Baixas. Una lista aún mucho más extensa que este aperitivo.
“No creo en la discriminación de la mujer, ni en sentido activo ni tampoco pasivo, por lo que pienso que hacen igual de bien o de mal el trabajo de los hombres. En consecuencia, que hay enólogas mejores y peores, al igual que los hombres”, añadió José Hidalgo, quien colabora con más de una fémina en sus proyectos de asesoría vinícola.
Albariño gets global
Cepas de albariño
Abacela Winery, Oregón
En Portugal, la alvarinho ha trascendido también fuera de su entorno tradicional del norte del país a la vera del Minho, para trasladarse al Douro, donde la Real Companhia Velha embotella un vino de esa cepa que ha tenido notable éxito. Más hacia abajo, el propio Anselmo Mendes ha extendido sus tentáculos de alvarinho a la región de Lisboa.
El interés por la profusión regional e internacional de la albariño quedó recientemente demostrado con la convocatoria de la primera competencia internacional de vinos de albariño que valoró a decenas de vinos elaborados a partir de esa uva que ya ubica en el proscenio de las grandes blancas del mundo.
El caso es que incluso apenas habiendo alcanzado aún los albariños gallegos las cotas de popularidad internacional que les adornan, ya empezaban a provocar interés en viticultores de todas partes y para mediados de la década del 1990 ya había algunos que empezaban a plantearse “importar” albariños, transplantando este producto a otras zonas del planeta.
“Mi interés en la cepa surgió a raíz de un viaje a Rías Baixas hace unos quince años como consultor de una empresa que curiosamente deseaba que les enseñara a congelar las uvas para hacer una especie de falso vino de hielo, similar a nuestro vin de glacière californiano. De aquella visita me impactaron dos cosas, los postes de granito que enmarcaban la viña, pero, quizás aún más, el palpable aroma a mar salado en el ambiente. Aunque no se puede oler el mar en Salinas Valley donde hemos plantado nuestras cepas, usamos agua algo salina para regar el viñedo. Imagino que la albariño tiene, si no cierta afinidad, al menos cierta tolerancia a la sal”, detalla Randall Grahm, un bodeguero muy radical y de avanzada cuando inició su proyecto Bonny Doon en California.
Razones quizás más emotivas fueron las que llevaron a Bodegas Bouza a plantar albariño en Uruguay, un país en el que no había precedentes de cultivo de esta variedad de uva, pero donde han cosechando un increíble éxito con su vino. Coruñeses de origen, por afecto a su tierra natal los Bouza decidieron plantar en 2001 la cepa, aceptando un gran desafío en el que les animó seguir adelante el contar con ciertas similtudes climáticas con Galicia. Hoy tienen plantadas casi dos hectáreas de albariño.
Esta bodega se construyó en 1942 a semejanza de los châteaux franceses, para producir “vinos finos”, una idea de vanguardia en la industria vitivinícola uruguaya de entonces. Los Bouza la restauraron en 2002 manteniendo el concepto original, pero haciendo convivir la esencia de lo antiguo y la modernidad tecnológica, con la base de los valores familiares como guía.
Pero la albariño no sólo ha saltado a América, sino que una de sus más recientes incursiones ubica tan al norte como el Gales en el Reino Unido, donde Ancre Hill Estates ha plantado en abril de este año un acre de lo que a todas luces es el primer viñedo comercial de albariño en ese país, donde hace ya una década se había identificado el potencial de la uva, muy apreciada por su gusto y textura.
“Como la albariño es una uva que adoramos beber, durante mis estudios de enología realicé un estudio de viabilidad sobre la plantación de la cepa. Encontré que durante un período de una década, en Gales en promedio llovía menos durante el ciclo vegetativo que lo que llueve en Galicia y que tenía sólo un pequeño déficit de días de crecimiento. Ya hemos logrado unas maduraciones consistentes para la pinot noir y la chardonnay año tras año y creemos que la albariño puede producir aquí unos vinos tranquilos de muy alta calidad, sin necesidad de chaptalización”, relata a Divinidades David Morris, jefe de viña en Ancre Hill y quien, de hecho, contempla viajar a Galicia más adelante este año para conocer a algunos productores de la región.
El origen de las cepas de albariño ha sido casi tan internacional como su proliferación. Varios viticultores en sus nuevos territorios las trajeron de España, como la uruguaya Bouza o la galesa Ancre Hill, que obtuvo las suyas de un vivero en Navarra. Abacela, una bodega de Oregón que empezó a plantar albariño en 2000, y Bonny Doon las surtieron parcialmente de Rías Baixas y de Portugal, pero también de viveros y viñedos en Estados Unidos, la primera de la universidad de Davis y, la segunda, increíblemente, de Horton, un viñedo en el estado de Virgina, en la costa este estadounidense.
Pero a todas luces el contexto de plantación de la albariño transfronteriza tiene particularidades que toman en consideración la adaptación de la cepa, conforme su diverso terroir.
La española afincada en California Marimar Torres inicialmente plantó su albariño en un viñedo de Sonoma Coast, que resultó tener un clima muy frío para propiciar la maduración de una cepa que tradicionalmente se cultiva en climas frescos. Luego de cuatro años de resultados infructuosos, la bodeguera determinó injertar los brotes de sus cepas de albariño en el terreno del famoso viñedo Don Miguel de su Marimar Estate en el algo más cálido Russian River Valley, con resultados muy halagüeños.
Curiosamente, los suelos donde se planta la albariño fuera de su entorno galaico portugués parecen ofrecer aptitudes bastante favorables a su cultivo. Por ejemplo, Grahm dice que los suelos donde planta la uva en California son muy duros, algo arenosos con un subsuelo descompuesto de granito, bastante parecidos a los gallegos.
El jefe de viña de Ancre Hill, por su parte, piensa que lo importante de sus suelos galeses es que cuentan con buen drenaje y con unos niveles apropiados de nutrientes para producir uvas de calidad. “Nuestro afecto por los vinos gallegos fue nuestra inspiración para plantar la albariño en Gales, pero no buscamos copiar los vinos que se hacen en Galicia. Por eso escogimos material que se entendiera bien con nuestros suelos, de modo de que los vinos pudieran ser un verdadero reflejo de la tierra en que se han plantado”, aclara Morris.
Los retos del cultivo de la albariño varían según la zona, pero quizás se concentran en exposición a la luz solar y humedad. En Uruguay, por ejemplo, se requiere un manejo cuidadoso del follaje, al igual que en Gales, para mantener un mejor flujo de aire y luz solar. En Monterey County, donde nace el de Bonny Doon, las preocupaciones son similares a las que se tienen para otras cepas blancas: estrés hídrico y sobre-exposición a la luz solar. Una preocupación que comparten en Abacela, en Oregón, donde la mayoría de las viñas están plantadas de cara al norte para mitigar el calor.
Algo muy curioso es que tanto Marimar Torres, como Randall Grahm en Bonny Doon, como Ancre Hills apuestan por la agricultura biodinámica, que sólo busca aplicar tratamientos naturales, y que aunque algunos siguen en Galicia, no siempre se hace a rajatabla por los retos que imponen las condiciones climatológicas de la región española.
Contrario al sistema de conducción de emparrado que prolifera en las Rías Baixas, en territorios allende la Península Ibérica la albariño casi siempre se planta en espaldera. Grahm, no obstante, sí ha experimentado con los cultivos en parra que le han persuadido de que pudieran ser muy útiles en Califonia para obtener mayor frescura y humedad y una mejor difusión de la luz solar.
Las vinificaciones pueden variar algo, con fermentaciones tanto en depósito de acero inoxidable como en roble francés. Lo que sí parece ser un denominador común de estos albariños más internacionales es la crianza sobre lías, por la que apuestan Bouza, Marimar Estate, Bonny Doon y Abacela. En general, las bodegas tuvieron suerte en su vinificación desde un inicio, con lo cual no han tenido que hacer ajustes demasiados significativos para lograr los resultados deseados.
“Yo elaboré algún riesling por mucho tiempo. Creo que el comportamiento fermentativo de la albariño se asemeja bastante al de la riesling, lo que me permitió desarrollar un protocolo de vinificación bastante razonable, con levaduras autóctonas y muy poca intevención, para lograr un vino muy balanceado”, detalla Grahm.
¿Qué estilo de albariño persiguen estas bodegas? Vinos frescos, secos, balanceados, con una graduación alcohólica moderada y que sean muy amigables como armonías de comida, pues la aptitud como acompañante de alimentos es una de las virtudes más apreciadas de la albariño
Ahora que los espumosos británicos comienzan a llamar la atención por su calidad y que la de espumoso es la categoría que más recientemente se ha añadido al reglamento de Rías Baixas, ¿consideraría Ancre Hill utilizar la albariño para la elaboración de espumosos ingleses?
“Podríamos considerarlo si consideráramos que la acidez es demasiado elevada para elaborarla como vino tranquilo. Pero anticipamos que saldrá al mercado como vino tranquilo porque ya elaboramos espumosos méthode champenoise de otras uvas”, pronostica Morris.
¿Cómo se expresa la uva en nuevos territorios? A nivel aromático de manera también bastante expresiva, como notas cítricas a lima y a toronja en Monterey, más manzanas, frutas blancas y de hueso en Russian River Valley y Oregón, donde también aparecen notas cítricas y florales. Destacan también las notas salinas y minerales evocadoras de los albariños gallegos, como sus elaboradores plantean son los casos de Ca’ del Solo y Abacela. “Es una variedad que se expresa muy bien en el clima uruguayo, manteniendo generalmente el perfil aromático de los albariños gallegos”, describe a Divinidades Eduardo Boido, director técnico de Bodegas Bouza.
¿Está admitida la albariño como uva autorizada en estas otras regiones del mundo? “Como resultado de la reforma vinícola que tuvo lugar hace un par de años, en el Reino Unido hoy día puede plantarse cualquier variedad con fin comercial y su nombre indicarse en la etiqueta siempre que cumpla con unos análisis básicos que le permitan alcanzar unos status específicos de Indicación Geográfica Protegida o Denominación de Origen Protegida”, señala a Divinidades Morris, de Ancre Hill. En los Estados Unidos, es obligatorio indicar la variedad en la etiqueta cuando se elabora como monovarietal.
Uno de los destinos donde ha habido mucho interés por la albariño es Australia, donde inclusive el consultor Richard Smart le auguró un gran futuro. Pero hace dos años se descubrió que las cepas de “albariño” plantadas en el país resultaron no serlo, debido a una confusión en el origen, pues hace tiempo en la propia España esta cepa y la savagnin blanc se confundieron en algunas áreas, dando pie a que una muestra de savagnin se identificara erróneamente en España como albariño y que proliferara con este apelativo. Este material vegetal pasó a colecciones de vid en Jerez y Francia, de donde se cree se extrajeron las cepas que se cultivaron en Australia pensando que era albariño. La savagnin blanc es una cepa que se ha cultivado en Galicia, León y Asturias pero, de acuerdo a especialistas, de manera mucho más reciente que la albariño, al menos en lo que a Galicia respecta.
Las ventas de albariño elaborados en California y Oregón de momento parecen haberse circunscrito al mercado de los Estados Unidos. No obstante, quien sí tiene un amplio espectro de destinos de exportación es Bouza, que además de vender su albariño en el mercado nacional uruguayo lo exporta a Argentina, Brasil, México, Estados Unidos, Reino Unido, Dubai y pronto también a Canadá.
A pesar de la competencia que, en opinión de Andrew Wenzl, enólogo de Abacela, le representan otros vinos blancos de Oregón, los albariños de la bodega no sólo han tenido gran aceptación, sino que se han destacado en competencias internacionales. Una experiencia positiva que comparten los Bouza uruguayos, que comenzaron a comercializar su albariño en 2004 con una aceptación del vino tan sorprendente, que han generado más demanda que oferta. No es el caso de los Ca’ del Solo, cuyo desempeño Grahm considera no ha sido tan bueno como a él le hubiera gustado. “Aún hay algo de prejuicio contra variedades un poco fuera de los estándares que se cultivan en zonas diversas a las de su origen. Pienso que la popularidad de los albariños de Rías Baixas quizás ha sido más reto que fuerza propulsora de los albariños californianos”, señala a Divinidades.
En Uruguay y en Oregón el albariño se comercializa en onda monovarietal, más a la usanza de Rías Baixas, al igual que contemplan hacerlo los galeses. Pero tanto Grahm como Marimar Torres no lo emplean en solitario.
Por ejemplo, el Ca’ del Solo Albariño tiene un 8% de loureiro, porque a su elaborador le deleitan los vinos de la subzona de O Rosal en Rías Baixas, que contienen un poco de esta uva, y piensa que un poco de alguna otra cepa le añade complejidad e interés al vino. “Tratamos de cultivar treixadura pero fue un fiasco porque la uva no maduraba. Así que como creía que nuestro albariño estaba algo corto de acidez le añadimos loureiro para lograr el equilibrio. En California la loureiro es muy prolífica y tenemos que regular bien los rendimientos para asegurar la maduración, algo que no nos ocurre con la albariño”, detalla el bodeguero.
Torres, por su parte, ensambla su albariño con chardonnay. La bodeguera opina que ese 40% de albariño aporta un carácter muy clásico al restante chardonnay, con intensos aromas que recuerdan melocotones, peras y litchis, apenas una pizca de recuerdos de su toque de madera, y un gusto largo y untuoso.
La del 2009 fue la primera de las cosechas que la española Marimar Torres comercializó su Chardonnay-Albariño, que hasta ahora ha tenido muy buena crítica. Para la añada 2010, no obstante, embotelló además un monovarietal de albariño que también espera tenga buena aceptación, aunque le falte un poco de tiempo de crianza en botella.
Hoy Grahm continúa elaborando su albariño, pero con uvas plantadas en otro viñedo en la zona de San Luis Obispo, pues la bodega vendió su famoso viñedo Ca’ del Solo. La de 2011 será la primera cosecha elaborada con uvas del nuevo viñedo, que Grahm describe con un perfil de sabor algo distinto y mayor acidez natural.
Por su parte, Ancre Hill contempla plantar más albariño en la primavera de 2012 y comenzar la comercialización de los vinos con las cosechas del 2013 ó 2014. Hasta que eso ocurra, la bodega planifica experimentar bastante con los procesos de vinificación para comprender mejor qué le va mejor a cada parcela.
El portugués Anselmo Mendes, quien elabora vinos de alvarinho en el sur de Brasil, cerca de Uruguay y el sur de Portugal, piensa que las Rías Baixas y las subzonas de Monção, en la denominación de los Vinhos Verdes son los territorios donde esta cepa expresa toda su elegancia y finura. “En otros lugares se hace vinos muy buenos, pero la albariño es una casta muy influenciada por su medio y en zonas muy calientes pierde finura y frescura”, opina, coincidiendo con su colega José Hidalgo quien piensa que la internacionalización de la uva no es sólo cuestión de cultivo, sino también de las peculiaridades del medio en que se cultiva. “La albariño está perfectamente adaptada a Rías Baixas y aunque se están produciendo algunos vinos de albariño fuera de la denominación, creo que no llegan a la calidad de su lugar de origen”, apunta.
De lo que no cabe duda es que las cualidades de la albariño le son muy propicias para seguir ganando el favor del consumidor. Tan populares se están volviendo estas variedades que en los Estados Unidos incluso se ha fundado TAPAS, una organización que agrupa a productores de vinos que contengan al menos 75% de variedades que se consideran autóctonas de España y Portugal, como es el caso de la albariño.
“Pienso que se incrementará la producción internacional porque cuando la albariño se elabora bien produce un vino clásico, aromático y con mucha chispa. Puede convertirse en la próxima uva en boga aunque lo que espero es que el albariño se mantenga como el vino que adoramos beber”, concluye Morris.
Sabores para la albariño
Foie afrutado
Restaurante Biko
Quizás por ello una de las travesías más recientes y aventureras del albariño ha sido a los países asiáticos, con diversas cocinas pletóricas de platillos de frutos de mar crudos o poco cocidos, pero también con alguna pizca picantosa, con la cual los vinos de la uva casan tan bien, cautivando a consumidores, como los japoneses.
Con sus notas de mar, ingredientes que no se someten a cocciones con calor, aunque a veces también con notas ácidas, los ceviches, cuyo origen ahora se debaten peruanos y chilenos, son un elemento del recetario latinoamericano que se pone cada vez más en boga, y que muchos también gustan de armonizar con blancos de albariño.
Por ello no es de extrañar, que los albariños de Rías Baixas no sólo sean asignatura obligada en las cartas de vinos de muchos restaurantes españoles en América Latina, sino que también constituyan los blancos predominantes en muchas de ellas.
“A la hora de maridar albariño y comida debemos de respetar la acidez sutil del vino, para lo cual debemos de armonizar los vinos de esta uva con ingredientes que contengan grasas o aceites sutiles, como pueden ser los ibéricos o los mariscos. Si respetamos estos valores, las demás armonías salen solas, como los matices frutales, florales, lácteos y avainillados”, explica a Divinidades Mikel Alonso, chef propietario del restaurante Biko, el restaurante mexicano de más alto rango en la famosa lista San Pellegrino, en la que ocupa la posición 31 como mejor restaurante del mundo.
Este cocinero español de origen vasco llegó a México hace alrededor de una década para trabajar con Juan Mari Arzak en otro reconocido restaurante mexicano, Tezka. Al dejar este establecimiento, creó en compañía con Bruno Oteiza, Biko, un reputado restaurante que se estrenó en 2007 y donde los sabores y alimentos de España se fusionan con una pizca de sabor mexicano envuelta en conceptos de vanguardia culinaria. Alonso conduce, además, un programa de televisión para el canal Elgourmet.com para cuya próxima temporada acaba de concluir en España las grabaciones que le han llevado por tierras de albariño y algunas bodegas de Rías Baixas, como Pazo de Señoráns.
Alonso se confiesa apasionado de los albariños que describe como vinos que pueden tomarse sin alimentos antes de comer y acondicionan el estómago y la cabeza de una forma súper equilibrada para seguir armonizándolos después con la comida.
“Los vinos de albariño son muy populares, creo que uno de los vinos más populares en la restauración en México. Creo que tiene que ver con la gran inmigración gallega en México pero también porque son grandes compañeros de grandes platillos mexicanos, buenos para armonizar comida que lleve algo de picante”, apunta Alonso, quien describe que uno de los retos de los albariños entre los restaurantes mexicanos es el posicionar sus nuevos productos, como los albariños con crianza en barrica o notas dulces.
Pero más allá de los frutos marinos, más crudos o más cocidos, más ligeros o más grasos, en solitario o acompañados en guisos o arroces, pocos fuera de sus zonas de origen se atreven a traspasar la línea de mar como acompañante de comidas, y se pierden las buenas armonías que muchos vinos de albariño, especialmente aquéllos con mayor estructura, untuosidad y complejidad, pueden hacer con aves y con carnes, como las de cerdo o ternera.
Una de las cualidades poco conocidas de algunos albariños es su habilidad para armonizar una comida de principio a fin, del aperitivo al postre. Muchos de los albariños de nueva onda, con diferentes estilos y matices, integran ese conjunto a la perfección, como pueden ser, por ejemplo, los vinos dulces que ensamblan bien con productos grasos como el foie-gras, dulces o semi-dulces como las pasas o confituras, o incluso salados como algunos quesos fuertes. Es precisamente esa aptitud como versátil acompañante de comida una de las razones de la buena acogida de los vinos de albariño en muchos mercados, aunque queden aún muchas aplicaciones por descubrir.
Además de cómo armonía de un recetario que cada vez se hace más global como los pasos que transita el albariño, el vino también se emplea como ingrediente de cocina, en salsas, guisos, marinados, sorbetes o vinagretas, entre otros. Existen también los vinagres de albariño, aunque, contrario a lo que sucede en algunas denominaciones vitivinícolas, como Jerez, de momento no están amparados por el CRDO Rías Baixas.
La proximidad de muchas de sus viñas a las zonas costeras, además de sus propias cualidades frescas y aromáticas, ha envuelto a los vinos de albariño con una imagen de bebida idónea para acompañar platos frescos y de la cocina marinera.
Una percepción que trasciende las costas gallegas y portuguesas para adentrarse en otras de zonas más tropicales y rodeadas por mar, donde los albariños han incursionado con notable éxito como vinos refrescantes para climas cálidos, gracias a su buena acidez y menor contenido alcohólico, pero también como acompañantes de las frituras que abundan en muchas culinarias locales, gastronomía en la que también aparecen con frecuencia platos que muchas veces se caracterizan por el empleo de especias y sazones a veces algo picantes que el frescor del vino ayuda a apaciguar en muchas ocasiones, del mismo modo que la acidez limpia la grasa en el paladar.
Chef Mikel Alonso
El cocinero gallego Marcelo Tejedor (Casa Marcelo, Santiago de Compostela) cuenta con su propio vino de albariño, Vendetta, elaborado por Adega Pedralonga con mosto lágrima de cepas de 25 años cultivadas en espaldera, que se fermenta a baja temperatura y luego pasa nueve meses sobre sus lías
Albariños en ultramar y porvenir
La creación de la denominación de origen Rías Baixas coincidió con el interés y expansión de un mercado para los vinos españoles para los que el empuje de la DO Ribera del Duero sirvió de un importantísimo trampolín en la década del 1990.
A raíz de ese entusiasmo, con una apuesta firme por la variedad albariño, Rías Baixas supo introducirse en más de un mercado como el blanco de referencia entre los vinos españoles, consolidando su posición e incrementando sus ventas, aunque quizás con mayor agilidad en unos mercados que en otros. Pero también modelándose como un blanco de calidad, algo importante considerando que por las propias condiciones de viticultura, a los vinos de la denominación se les hace difícil competir en precio con los blancos de otras regiones productoras de España y el mundo.
“Los albariños han ganado mucho terreno en ventas pero no pueden competir en precio con los blancos de Rueda, que son, sin duda, nuestros blancos más vendidos”, dice Jesús García, Director de Yvinia, la marca con que el grupo Lavinia ofrece servicio al sector HORECA en España.
Con origen en Francia y tiendas en varios puntos europeos, para sus vinotecas y distribución española Lavinia busca albariños con personalidad. La empresa distribuye un albariño, Abalo Méndez, un vino que se cría durante un año en depósito con sus lías, y proviene de un viñedo de unas dos hectáreas con cepas centenarias.
A pesar de no necesariamente constituir los blancos de mayor venta en sus países de origen, como es el caso de España, los vinos de albariño se han labrado un posicionamiento de excepción en los mercados internacionales en los que las ventas de Rías Baixas pasaron de unos 583,815 litros en 1997 a 3,548,115 en 2010.
En Puerto Rico, por ejemplo, donde contrario a lo que sucede en España, los de Rías Baixas superan por mucho en preferencia a los vinos de Rueda, hay unas treinta etiquetas de albariños y alvarinhos, aunque el peso del mercado se concentra en sólo una porción de las bodegas presentes en éste, pues los distribuidores más grandes asumen como estandartes a algunas etiquetas concretas de sus respectivos carteras de albariños.
En este mercado, donde la escena gastronómica se ha trastocado de manera importante en los últimos años con numerosos cierres de restaurantes, una reducción importante de los establecimientos dedicados a la alta cocina, y una transformación hacia alternativas mucho más casuales y económicas entre los de nueva apertura, los vinos han pasado a adquirirse primordialmente del lugar de consumo final, como restaurantes, a puntos como grandes superficies. Entre éstos es importante resaltar la notable importancia que los clubes de membresía, como Sam’s o Costco, han cobrado como punto de venta de vinos por su buena oferta a precios en general más económicos que los que se ofertan en otros establecimientos o los propios puntos de venta de los respectivos distribuidores.
Otro es el caso del mercado de vino de Panamá, uno de los más pujantes en América Latina y el noveno en importancia internacional para los vinos de Rías Baixas. Allí hay una veintena de etiquetas en el mercado entre las que se destacan marcas con prolífica presencia comercial global, como Santiago Ruiz, Martín Códax, Lagar de Cervera, Terras Gauda, Condes de Albarei, o bodegas como Lagar de Costa, entre otros. Una oferta que se ha mantenido más o menos estable en los últimos años.
“En Panamá el albariño tiene la reputación de ser el vino blanco para las ocasiones especiales. Para el día a día triunfan los chardonnay y sauvignon blancs del Nuevo Mundo por un mero factor económico, ya que el albariño más económico en un restaurante siempre es el blanco más caro de la carta. Al albariño se le considera blanco sofisticado y de prestigio”, explica Oriol Serra, de SDS Internacional, uno de los principales importadores de vinos y productos españoles en el país. “En Panamá el vino blanco vive una enorme desventaja en relación al tinto, pero la gran colonia gallega en el país le representa un mercado natural".
En República Dominicana, décimo mercado en importancia para los vinos de Rías Baixas, a pesar de ser tierra rodeada por mar y ser idóneos para degustar con una gastronomía con productos como pescados, mariscos, aves y carnes blancas, los albariños aún no se muestran con demasiada fuerza. “Los albariños disponibles en República Dominicana en general no han recibido buena promoción y sólo aquellas personas vinculadas a España y especialmente a Galicia, los demandan y disfrutan. Los albariños aún son poco conocidos y no han conquistado su espacio por el poco esfuerzo promocional que las bodegas gallegas han realizado en el país, donde hay una presencia de blancos de otras denominaciones españolas como Rioja, Cataluña y Rueda, y también de blancos de Chile o California”, opina el español Félix Felipe, hotelero de larga trayectoria y hoy día propietario de Olivo Bar Restaurant, uno de los restaurantes españoles más importantes y mejor valorados de la República Dominicana.
Entre las marcas que tienen presencia en el mercado dominicano algunas conocidas como Do Ferreiro, Terras Gauda y Pazo de Señoráns. Uno que ha tenido mucho éxito en opinión de Felipe es Paco & Lola, una marca cuya calidad, precio y presentación hacen a este vino muy competitivo en el mercado.
Los vinos de Rías Baixas han desarrollado numerosas campañas de promoción en el importante mercado de los Estados Unidos, en las que se han visto muy favorecidos por la asociación a la uva “albariño”, pues el estadounidense es un mercado que se guía mucho por la comercialización del vino al mejor estilo del Nuevo Mundo, haciendo hincapié en las variedades de uva. En este mercado, las ventas de Rías Baixas pasaron de apenas unos 88 mil litros en 1997 a casi dos millones en 2010.
Pero el interés por los vinos de albariño trasciende mercados de América y Europa, traspasando fronteras que llegan a Australia, donde los vinos de Rías Baixas empezaron a introducirse entre 2002 y 2003 de la mano de la empresa The Spanish Acquisition, un importador y distribuidor mayorista especializado en vinos, destilados y cervezas de España y Portugal.
“Nos tomó unos cuatro años dar a conocer los vinos de albariño entre los consumidores australianos, que desconocían por entero esta uva pero la han acogido muy bien por su fruta y su acidez natural, algo que no es frecuente hallar en Australia”, le explica a Divinidades Scott Wasley, propietario de The Spanish Acquisition, quien considera que al consumidor australiano le gustan los albariños que sólo se someten al acero inoxidable, con juiciosas crianzas en lías.
Wasley considera que los albariños quizás ya han alcanzado su fase de madurez en Australia, donde siempre serán un nicho de mercado, visto en conjunto con la propia producción vitivinícola australiana, incluidos los exiguos albariños auténticos que se elaboran en el país.
Algo interesante a tomar en consideración en muchos de los mercados es la re-estructuración que los puntos de venta han sufrido a raíz del impacto que la crisis económica ha tenido en el sector restauración, en el que las ventas off-premise (tiendas, vinotecas, o grandes superficies como supermercados o clubes de descuento donde se compra el vino generalmente para consumir en otro lugar) han sobrepasado en importancia a las on-premise (locales como restaurantes y bares más en puntos de consumo directo), especialmente en aquellos mercados donde el sector restauración ha acusado más los efectos de la crisis.
¿Cómo se vislumbra el futuro de la albariño y cuáles son sus principales retos? En opinión de un veterano como Gerardo Méndez, el porvenir muy prometedor y muy bueno siempre que se sigan haciendo las cosas bien. Méndez sugiere que a la par que es interesante mantenerse, hay que procurar abrir nuevos mercados y cuidar los que ya existen para los vinos de la uva.
¿Y la cosecha 2011? “Si todo sigue así, ésta puede ser la mejor cosecha en muchos años. Excepcional en cantidad y calidad. Es posible incluso que algunas parcelas se comiencen a vendimiar el 25 de agosto ya que llevamos mucho adelanto debido al buen tiempo”, concluye.
NOTA EDITORIAL: Además de las que son propiedad de Viajes & Vinos, este artículo cuenta con fotografías gentilmente suministradas por el CRDO Rías Baixas, el enólogo Anselmo Mendes, el restaurante Biko y las bodegas Ancre Hill, Abacela, Agnusdei, Agro de Bazán, Bouza, Bonny Doon Vineyards, Codorníu, Coto de Gomariz, Fillaboa, Lagar de Besada, Marimar Estate, Mar de Frades, Pazo Baión, Pazo de Barrantes, Pazo de Señoráns, Terras Gauda y Valmiñor. Prohibida su reproducción.
PHIL LEMPERT:
PITONISO DEL MERCADO DE ALIMENTOS
Aunque son dos mercados con similitudes pero también muchas diferencias, su amplia y dilatada experiencia como conocedor especializado de la industria de alimentos de los Estados Unidos fue razón más que suficiente para que la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA) invitara a Phil Lempert a ser el orador invitado de su convención anual 2011, celebrada el pasado mes en Puerto Rico.
Mejor conocido por el apelativo de “gurú de los supermercados”, Lempert es uno de los más respetados analistas de la industria de alimentos, además de periodista y seguidor de tendencias. A través de sus diversas páginas en Internet, como SupermarketGuru.com, ofrece a los lectores lo último en noticias sobre alimentos y salud, evaluaciones de nuevos productos, consejos para economizar dinero, recetas, información sobre alergias alimentarias y recursos para extraer el máximo partido de cada visita a tiendas de alimentos.
Lempert tiene autoridad para hablar del tema, pues ha estado vinculado a la industria de alimentos por más de una generación. Su abuelo comenzó un negocio de lechería en el estado de Nueva Jersey, que posteriormente continuó su padre como productor, distribuidor y negociante de alimentos, una vena que heredó Phil.
De empleos como estudiante en McDonald’s o Howard Johnson’s al propio negocio familiar, Lempert en un principio se especializó en diseño de empaques, una preparación que le introdujo en el mundo de la publicidad, el mercadeo y los estilos de vida, y, consecuentemente, le llevó a profundizar en el comportamiento del mercado para poder desempeñar mejor su trabajo.
Así fue como se fue introduciendo en la investigación y análisis del sector de alimentos y el comportamiento de sus consumidores, algo que ha realizado a través de numerosos medios de comunicación en los Estados Unidos y presentaciones que han impacto a una audiencia de cientos de miles con un estilo locuaz, próximo y divertido.
Precisamente eso, diversión, fue uno de los elementos que más destacó ha perdido la experiencia de comer y es urgente que los vendedores de alimentos vuelvan a impartirle. “Le hemos buscado muchas patas a la experiencia de alimentarnos, abordándola de manera holística ---mental, espiritual, física y emocional--- pero olvidando la más importante, que debe de ser una experiencia de disfrute, divertida”, resaltó.
Las de comer y comprar alimentos parecen estar cortadas por la misma tijera pues un dato dramáticamente revelador es que para 53% de los consumidores en los Estados Unidos visitar el supermercado se ha convertido en una experiencia desagradable, con un 14% que simplemente detesta hacerlo. De hecho, los consumidores pasan cada vez menos tiempo en el supermercado escogiendo y descubriendo productos. Esto representa una plataforma para mejorar esa experiencia asegurándose, primero que todo, de ofrecer un servicio y valor excelente, que satisfaga al consumidor de tal manera que le evite escoger otra entre las muchas opciones que tiene para patrocinar, pero también le permita crear un ambiente agradable y propicio para difundir más información y promocionar mejor los productos en las tiendas.
Retos y oportunidades
“Hay temas en común que atañen a las industrias de alimentos de Puerto Rico y los Estados Unidos, tales como la permisividad de utilizar fondos públicos para adquirir comida en establecimientos de cómida rápida, considerando el problema de obesidad de la ciudadanía, el imperativo de reconocer que las necesidades del consumidor cambian y evolucionan, los cambios en el panorama de las ventas al detal, y el impacto que la tecnología y las redes sociales están teniendo en la sociedad, creando un nuevo modelo de información”, explicó.
Aunque Puerto Rico y los Estados Unidos tienen un similar costo de alimentos, el que el ingreso del consumidor puertorriqueño sea apenas la mitad que el del estadounidense impone una mayor presión sobre las cosas que hay que hacer para suplir sus necesidades alimentarias, cuando éstas no son subsidiadas entera o parcialmente por los programas de apoyo económico del gobierno, lo que, de acuerdo a Lempert, mantiene a un 81% de la población en Puerto Rico preocupada por cómo poder satisfacer económicamente sus necesidades de alimentación.
La crisis económica ha modificado el comportamiento de compra del consumidor de Puerto Rico siendo el de alimentos el sector más impactado pues no sólo muchos consumidores disponen de un menor poder adquisitivo, sino que el costo de alimentos se ha visto incrementado en un 24% durante los últimos cuatro años, conforme reveló la más reciente radiografía del consumidor comisionada por MIDA.
Pero además de la crisis, los últimos años han visto una regeneración del panorama de ventas de alimentos al detal en el mercado con la consolidación de tiendas de membresía como Costco o Sam’s, la entrada de tiendas por departamentos o farmacias en el negocio de venta de alimentos, o la desaparición de algunas cadenas de supermercados, redistribuyendo en consecuencia el pastel de empresas administradoras, de las que muy pocas nuevas han incursionado en el negocio.
Así que más que saber lo que quiere un consumidor, la clave para Lempert consiste en anticiparse a lo que va a querer y cómo lo conseguirá. De este modo, el especialista hizo hincapié en que adelantarse a las tendencias, no seguirlas, es la clave en el negocio de alimentos y habló además sobre las oportunidades y retos que representan las tendencias de comportamiento de los consumidores en esta industria.
“Los consumidores están hambrientos por recetas, salud, ahorros e información sobre alimentos, pero información fiable. Los supermercados son un excelente punto de información, porque la multiplicidad de productos disponibles imparte confianza al consumidor”, señaló.
Pero además de los propios supermercados, el especialista remarcó la penetración que han tenido las tecnologías de comunicación y las redes sociales en la manera cómo el consumidor obtiene su información y se relaciona con los productos. La gente busca referentes en otros, como sucede con las redes sociales, pródigas en recetas, con lo cual el de los alimentos es uno de los negocios con mayor potencial para Internet, Facebook, You Tube y los APPS en opinión del especialista.
En Puerto Rico existen tres millones de teléfonos celulares y 1.3 millones de habitantes que utilizan las redes sociales. El 83% de los usuarios de Internet utiliza Facebook, y el 44% de los que tienen teléfonos móviles navegan por Internet desde éstos.
Preferencias del mercado
Pero sin menospreciar el potencial de la tecnología en la comercialización de productos, Lempert coincidió con hallazgos de la radiografía del consumidor de MIDA de que la degustación del producto es uno de los esfuerzos más importantes para capturar a un cliente. “88% de los consumidores indica que el sabor es la consideración primordial al momento de hacer su decisión de compra”, remarcó Lempert.
¿Qué otras cosas quisieran los consumidores estadounidenses que mejoraran en su experiencia de compra para hacerla más placentera? Disponer de alternativas a precios más bajos, una mayor variedad de productos, un mayor surtido de alimentos cuyo origen sea más próximo a ellos y trazable ---coincidiendo con la tendencia que cada día adscribe mayor importancia a conocer el origen de la comida---, amén de productos más frescos y un mejor servicio, aspecto clave del éxito de una operación de mercado de alimentos.
Entre las tendencias que se están viendo en los Estados Unidos, y que pudieran ser referentes útiles para otros mercados Lempert destacó el concepto de Food Trucks (Camiones de Alimentos), Gourmet Trucks y Restaurantes POP-Ups, que ofrecen a nuevos profesionales de las artes culinarias movilidad y flexibilidad para tantear el mercado y adquirir experiencia. Éstos, como el concepto movible, pudieran ser aliados importantes para quienes venden alimentos.
Otros movimientos emergentes en el sector de alimentos estadounidense son el Fair Trade, que busca brindar certeza al consumidor de que los alimentos que consume se pagaron adecuadamente a quienes los produjeron y que no son fruto de la explotación.
Lempert trajo a la palestra la preocupación del consumidor estadounidense por la seguridad de los alimentos procedentes de Asia luego de la crisis radioactiva que siguió al terremoto del Japón, algo que representa un reto para el 65% de los productos que se consumen en los Estados Unidos y que proceden de la China, pero también oportunidades para productos de otras regiones.
Las “guías nutricionales” se han trastocado para exponer algo más que sazones en el plato. “En el nuevo menú de los consumidores la población tiene más poder, busca nuevas formas de servicio al cliente, como pueden ser los APPS dedicados a alimentos, cobra importancia la vitamina D, ya no hay tanta preocupación por las alergias, los productos locales se redefinen como alimentos regionales y vinculados al origen, incluso étnico, del consumidor, y el concepto “soda” se reinventa para incluir más bebidas de frutas, sin carbónico y con nuevos endulzadores como la stevia”, detalló.
“El consumidor estadounidense anhela poder comprar sus vinos y licores de forma más directa, poder tenerlos disponibles en los supermercados u ordenarlos directamente de las bodegas”, le afirmó en un aparte a Divinidades sobre los obstáculos que el sistema de venta en algunos estados de los Estados Unidos imponen a la venta directa de alcohol que incluso en muchos prohíbe la venta de vino en los supermercados. “No veo cambios al sistema “three-tier” en el corto plazo por lo cual lo relacionado al alcohol siempre seguirá siendo un reto a pesar de la gran innovación que está habiendo en el sector, lo que ha tenido como consecuencia una mayor variedad para paladares más sofisticados, en todas las categorías, sea vino o sea tequila. Ya no es blanco o tinto, sino merlot, cabernet o chardonnay”, añadió.
En su presentación, Lempert también abordó la segmentación del consumidor por edades ---algo que también hizo la radiografía del consumidor elaborada por MIDA--- , pero destacando que la industria debe de distinguir entre lo que es la edad física y la edad que siente tener el consumidor, generalmente mucho menor que la que marca la fecha de nacimiento. “Esto es algo muy importante a tener en cuenta, porque los Baby Boomers de hoy se sienten mucho más jóvenes que los que se sintieron sus padres a esa misma edad antaño”, recordó, reforzando su planteamiento con un divertidísimo vídeo sobre las actividades y actitudes en que se involucran la generación “Baby Boomer”.
Lempert pronosticó que un importante número de consumidores cree no cambiará los hábitos de compra adquiridos para hacer frente al período de crisis económica, con lo que no es optimista de que se regrese a los niveles y comportamientos de consumo pre-crisis.
¿Qué es lo próximo que deberá hacer la industria de alimentos para cautivar a los consumidores? De acuerdo a Lempert, hacer que éstos disfruten más la experiencia de adquirir y consumir alimentos, brindarles más información sobre lo que consumen, ofrecer novedades a un mercado aburrido, enfocarse en construir relaciones más que en ofrecer buenos precios, y convertirlos no sólo en clientes leales, sino en verdaderos promotores de los productos y empresas. “Debemos satisfacer las inquietudes de salud y bienestar, celebrar la comida y crear nuevas experiencias que sorprendan”, afirmó.
En resumen lo que viene en la industria de alimentos pasará por salud, seguridad, redes sociales, conveniencia, tecnología y valor.
Además de la presentación principal de Lempert, la convención 2011 de MIDA contó con su tradicional exposición comercial, que muchas empresas aprovecharon para presentar nuevos sabores y productos. No cabe duda que el chocolate sigue siendo uno de los territorios más en boga para la innovación y productores como Chocolate Cortés o Café Rico se han zambullido por entero en la diversificación de su oferta chocolatosa con nuevas barras de chocolates con arroz inflado, maní o almendras, así como con cremas para untar.
Los pretzels son otro producto que se ha vestido con nuevos sabores, listos para disfrutar, como coberturas de yogur, miel y mostaza, entre muchas otras opciones.
Cereales Cheerios lanzaron su nuevo cereal con sabor a churro con canela, y Carmela, no hace mucho adquirida por Coca-Cola, además de añadir líneas de legumbres, salsas y otros a su tradicional producto, la salchicha, innova también en el área de los empaques, que presentan en bolsas de diversos tamaños toda una suerte de versiones de salchicha y anticipan el lanzamiento de un próximo producto, el arroz con salchicha listo para comer. Y es que aunque Lempert no lo mencionara en su presentación, una de las revoluciones que algunos anticipan en la industria de alimentos se verá en el área de empaque, donde algunos manufactureros pronostican las latas se remplazarán con “pouches” que permitirán guardar la comida en empaques que no requerirán refrigeración, se podrán incluso calentar en microondas, e incluso brindarán mayor seguridad en su manejo que las latas.
La última frontera, la de los endulzadores, entre los cuales se vio alguno con stevia, una planta de Centroamérica y zonas tropicales con extractos muchísimo más dulces que el azúcar, pero con un efecto casi imperceptible sobre la glucosa en sangre.
DIVINIBRIEFS
Olivas probióticas
Las aceitunas de mesa pudieran ser más beneficiosas para la salud de lo que se imagina conforme apuntan las primeras conclusiones del Proyecto Probiolives, que revela el carácter probiótico de este fruto, que reforzaría las defensas naturales del consumidor. Así, las aceitunas de mesa pudieran convertirse en el principal alimento probiótico de origen vegetal en comercializarse a gran escala. El proyecto ha aislado bacterias lácticas generadas de los variados procesos de fermentación de aceituna en distintos países, revelando que las bacterias resultantes de la fermentación de la aceituna de mesa son mejores que otras ya reconocidas como microorganismos probióticos y que ya se emplean en productos lácteos.
Alfa Romeo celebra cumple en Bodegas Protos
Cuarenta modelos únicos de ALFA ROMEO se desplazaron al corazón de la Ribera del Duero en Peñafiel para visitar las instalaciones de las Bodegas Protos y conocer de primera mano la estructura que le valió al arquitecto Richard Rogers ser galardonado con el Premio Cristóbal Gabarrón de las Artes Plásticas.
El viaje fue un retroceso imaginario a la década del 1930, la primera cuyos modelos empezaron a desfilar por el entorno, culminando con los ALFA Romeo de la década del 1970.
Esta visita a BODEGAS PROTOS formó parte de un tour que ALFA ROMEO realizó para comemorar su 101 cumpleaños, y que recorrió Madrid, Alcalá de Henares, y otras ciudades y puntos de interés.
Nuevo mapa de direcciones para Ramiro’s
El restaurante Ramiro’s, el primer restaurante vallisoletano en obtener una estrella Michelin, cuenta con nueva casa con el traslado de su local en el tope del Museo de la Ciencia de Valladolid al local que ocupaba en el Centro Cultural Miguel Delibes el más informal restaurante Zarabanda. El espacio que dejó Ramiro’s en el Museo de la Ciencia lo ocupa ahora el gastrobar “Tapas & Wine Bar by Ramiro’s”, con un menú de tapas tradicionales y pinchos gourmet. Zarabanda se muda del tercer al segundo nivel del Centro Miguel Delibes. El mapa de Ramiro’s pronto se extenderá pues se contempla la apertura de un nuevo restaurante en Ciudad de Panamá en un futuro no demasiado distante.
Toro es EXCELENTE
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Toro celebró la cata de calificación oficial de la añada 2010, en la que 75 catadores profesionales probaron 11 vinos correspondientes a las elaboraciones de esa vendimia que fue catalogada de EXCELENTE.
Los catadores evaluaron once vinos en rama (no terminados en su elaboración y crianza) de los que la mayoría fueron muestras de barrica, por lo que dichos vinos, aún tardarán por introducirse en el mercado.
Conoce más de la fantástica Toro:
http://www.viajesyvinos.com/Viajes_vinos_toro_files_files.htm
Bajo el lema “bebe con denominación”, el CRDO Ribeiro celebró la 1ª Feria del Vino del Ribeiro en Asturias, una iniciativa que reunió en Oviedo a unos cuatro mil asistentes que durante un fin de semana disfrutaron de los vinos del Ribeiro y la gastronomía gallega.
Catorce bodegas de la DO Ribeiro participaron en esta primera muestra celebrada que contó con una jornada dirigida a los profesionales de la hostelería, distribución y periodistas asturianos, así como con un espacio de degustación en el que estos profesionales conocieron de la mano de los productores las cuarenta marcas de blancos, tintos y tostados del Ribeiro presentes en la feria.
El público en general pudo degustar, además de los vinos, una selección de productos alimentarios de calidad y con denominación de origen, como quesos de las cuatro denominaciones gallegas, pan de Cea, empanadas y pulpo, confeccionado por una pulpeira trasladada a Asturias especialmente para la ocasión.
Las jornadas se complementaron con degustaciones de vinos y tapas a precios especiales, servidos en establecimientos aledaños al local donde se celebró la feria.
Gardenia para José Garden
Como una nueva flor en el jardín gastronómico de José Garden, el restaurante homónimo estrenó “Gardenia” un nuevo salón para actividades, coincidiendo con el tercer aniversario de su fundación. Ubicado en la segunda planta del restaurante puertorriqueño, “Gardenia” tiene una capacidad hasta para 80 comensales y se distingue por el mimo con que el reconocido restaurador diseña de manera personalizada los menús para cliente y evento.
El restaurante fusiona una inequívoca tradición española con productos y recetas del Caribe. Cónsono con su ubicación y el origen del propietario, José Garden se especializa en asados, ofreciendo una variedad de carnes que van del cordero a la guinea del país hasta cochinillo lechal por orden especial, al igual que con pescados frescos y aperitivos como pimientos piquillos rellenos de cangrejo, caracoles al ajillo con trufas silvestres, o sopas de mariscos, entre otros. Una dulce esencia caribeña completa la oferta, con postres como pétalos de mangó rellenos de queso o dulce de tomate y papaya con queso del país, entre otros.
Eternity Food
A través de sus numerosos viajes por el mundo, el chef francés Christophe Leroy ha ido descubriendo numerosos alimentos con muchas cualidades, entre las que se destacan algunas anti-oxidantes que permiten prolongar la vida. Así nació “Eternity Food”, un nuevo concepto gastronómico que Leroy ha desarrollado en conjunto con el periodista Didier Audebert y que ambos han presentado en Miami y que busca luchar contra el tiempo empleando una alimentación que integra alimentos reconocidos por sus acciones anti-envejecimiento, como pueden ser la granada, las bayas de Goji, el brécol, aceite de lino, el germen de trigo, los tomates, las cerezas, el kiwi, el té verde, el perejil, diversas frutas rojas y tropicales, y los pescados azules, entre otros.
Todos estos productos naturales conforman un menú de dos platos y postre para añadir tiempo a la vida, el cual ha comenzado a ofrecerse en Moulins de Ramatuelle, el restaurante de Leroy en la Costa Azul francesa. El menú formará también parte de sus otros establecimientos por el mundo, incluyendo su futuro proyecto en la capital del sol en el estado de la Florida, donde vive parte del año.
Aunque ya se había hablado de alimentos anti-oxidantes, Leroy es pionero en confeccionar un menú de alto nivel gastronómico alrededor de estos alimentos que pretenden ser la fuente de la eterna juventud.
Una de las claves de la concepción del menú es no mezclar estos alimentos anti-envejecimiento y que favorecen la regeneración celular con otros productos antagónicos, como el azúcar o las grasas animales.
Emina inaugura planta de deconstrucción de vino
Con la presencia del presidente de la Junta de Castilla y León, Don Juan Vicente Herrera, y la ministra de Ciencia e Innovación de España, Cristina Garmendia, el Grupo Matarromera inauguró su planta de deconstrucción de vino, que permitirá expandir la producción de las bebidas desalcoholizadas de vino EminaSin y EminaZero que el Grupo elabora en Ribera del Duero y comercializa en España y mercados internacionales.
Estas bebidas de vino desalcoholizado constituyen una nueva categoría que responde a colectivos sociales orientados a una cultura de consumo responsable y comprometidos con la salud y la dieta: mujeres embarazadas, tercera edad, deportistas, profesionales y de culturas que requieren sustitutivos de alcohol, entre otros.
Las bebidas comercializadas como EminaSin (menos de 1 grado alcohólico) y EminaZero (0,0%) se obtienen de un complejo proceso de reconstitución organoléptica del vino desaromatizado y desalcoholizado, en el que Matarromera ha invertido seis años. Esta planta es todo un hito español de innovación al ser la primera del mundo capaz de desalcoholizar un vino natural hasta un contenido alcohólico de 0,0% grados, creando referencias en distintas variedades: tinto (tempranillo 100%), blanco (verdejo 100%) y rosé (tempranillo 80% y verdejo 20%), e incluso crear el primer espumoso 0,0% de alcohol. Tiene una capacidad de producción de nueve millones de litros.
El proceso de producción consta de tres complejas fases a partir de vino natural: desaromatización, desalcoholización y reconstitución organoléptica.
Los criterios tecnológicos empleados permiten mantener todas las propiedades del vino beneficiosas para la salud (polifenoles, antocianos y antioxidantes) con un mínimo nivel de conservantes alimentarios, por debajo incluso de lo establecido por la legislación vigente.
EminaSin tiene un contenido de hasta 0,5 % de volumen de alcohol y con 4,9 calorías por 100 mililitros, frente a las 85 del vino tradicional o las 220 del mosto. EminaZero tiene 0,04% de alcohol y 0,29% de azúcares, en comparación con 12,5% de alcohol y 3% de azúcares del vino convencional. Además no comporta grasas, ni proteínas ni aportación calorífica. Por tanto, su consumo es idóneo para dietas bajas en esos parámetros. En cuanto a la aportación de polifenoles es casi idéntico a un vino convencional, con un contenido de 60 gramos por cada 100 mililitros de EminaZero frente a los 70 del vino.
EminaZero se presenta en dos formatos, botella convencional de 750 mililitros y en lata inoxidable de 250 mililitros.
La planta permitirá atender la demanda de ambas referencias y responder a mercados como Oriente Medio, Asia Central, Estados Unidos y China, siendo la palanca de crecimiento de la compañía, que triplicará su dimensión en 2015, representando el 40% de sus ventas totales y exportando a 80 países.
Grupo Matarromera mantiene una firme apuesta con la innovación, dedicando un 30% de su facturación anual a temas de investigación y desarrollo. Este proyecto, a un costo de unos siete millones de euros, se ha logrado en parte gracias a la colaboración y apoyo económico de diferentes administraciones europeas, españolas y castellano-leonesas.
De Niro, pan y vino
Conocido por su participación en la industria de restaurantes neoyorkina y ser uno de los socios tras los famosos restaurantes de Nobu, Robert De Niro parece dirigir su taxi de inversor gastronómico hacia un nuevo destino, el de los vinos de Mendoza.
Los rumores apuntan a que el célebre actor podría estar adquiriendo una finca en la zona mendocina de Tunuyán para elaborar su propio vino, tal cual lo han hecho otras celebridades del mundo del espectáculo en la propia Mendoza y otras zonas del mundo. Se rumora que la producción se destinaría en exclusiva a los restaurantes Nobu.
Brasil reglamenta la profesión de sumiller
Pendiente de la firma de la presidenta del país aparenta haber quedado una legislación propuesta por el Senado brasileño para reglamentar la profesión de sumiller en Brasil. El proyecto de ley clasifica como sumiller al profesional que ejecuta el servicio especializado de vinos en empresas de eventos gastronómicos, el sector hotelero, restaurantes, supermercados, enotecas, empresas aéreas y marítimas.
El proyecto de ley requiere que estos profesionales cuenten con un certificado de adiestramiento obtenido en cursos impartidos por instituciones oficiales públicas o privadas y/o que hayan trabajado realizando funciones de sumiller durante al menos tres años.
Adiós a Enrique Forner
Enrique Forner, fundador de Bodegas Marqués de Cáceres, falleció recientemente dejando un legado de modernidad en Rioja, una tierra donde se estableció luego de una exitosa andadura en Burdeos, a donde su familia se había exilado a raíz de la Guerra Civil Española.
La trayectoria familiar interrumpida en el vino valenciano, cobró nuevos derroteros en Burdeos con la adquisición y renovación de Château Camensac y Château Larose-Trintaudon.
Sin dejar esa presencia bordelesa, en 1964, Forner decidió regresar a España para emprender un proyecto de vinos, para lo que contó con el apoyo del prestigioso Émile Peynaud. La de 1970 fue la primera cosecha que elaboró Marqués de Cáceres, la bodega que estableció en Cenicero y que constituyó una verdadera plataforma para la modernidad del vino riojano.
Entre las innovaciones introducidas por Forner se hallan la instalación de depósitos de acero inoxidable como alternativa a la madera, el empleo de roble nuevo y la reducción de los tiempos de crianzas. Así se propulsaron vinos con menos notas a madera y mucho mayor destaque de la fruta.
Bye Bye elBulli
Con la conclusión del mes julio cierra también un mito de la gastronomía en los últimos años: elBulli. Mucho podría decirse de su trayectoria bajo la tutela de Ferrán Adrià, pero al igual que sucede con los vinos que hablan, quizás nada mejor que dejar que hablen las historias que a lo largo de los años, publicaron en Divinidades sobre cocinero y restaurante, con lo que compartimos varios de los enlaces más relevantes que protagonizaron algunas de las historias de www.viajesyvinos.com Una retrospectiva, que también es buena manera de seguir la evolución de estos dos protagonistas, la industria gastronómica, pero también de nuestra propia publicación a lo largo de los años.
El insólito caso del chef Piña Colada - Madrid Fusión 2005
Spain’s 10 – Cocina de Vanguardia – Octubre 2006
Spain & The World Table – Noviembre 2006
Adrià, uno de los protagonistas del 20mo Cumpleaños de Charlie Trotter – Octubre 2007
Homenaje a Adrià y Arzak en Puerto Rico – Noviembre 2007
Fórum Gastronómico Compostela 2008
Fórum Gastronómico Compostela 2010
Clase Magistral en Madrid Fusión
Pueden seguir, además, numerosos videos sobre el cocinero en el canal “viajesyvinos” en You Tube.
Divinidades es una publicación editada regularmente por Viajes & Vinos, una empresa dedicada a la promoción de servicios de turismo del vino y a la representación de empresas especializadas en la oferta de dichos servicios. Desarrolla además proyectos de mercadeo, editoriales, eventos especiales y consultoría en vinos. Prohibida la reproducción total o parcial de textos o imágenes sin previa autorización.
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Si aún no ha leído la pasada edición protagonizada por los valientes vinos de Valquejigoso, o la anterior, por los de la Sierra de Salamanca, presione sobre los enlaces o las imágenes a la derecha.
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Lo más visto de www.viajesyvinos.com
En junio y julio 2011
(1) Valquejiigoso ; (2) Calendario del Vino ;
(3) Edición Vendimia 2009 ;
(4) Burbujas de cava en tiempos revueltos;
En 2011, hasta julio
(1) Todo sobre la sidra ; (2) Toro ; (3) Calendario del Vino;
(4) Panama Gastronómica ; (5) Enofusión
Barry Callebaut apuesta por el chocolate en México
Barry Callebaut AG, uno de los principales manufactureros globales de productos de chocolate y cacao de alta calidad, entró en un acuerdo a largo plazo con Chocolates Turín, un líder en el mercado mexicano donde ha estado presente desde 1928, además de en otros 25 mercados Internacionales.
Este acuerdo permitirá a Barry suplir toda la demanda de chocolate líquido que tenga Turín. A su vez, la empresa mexicana, a través de su división de Food Service, se volverá en distribuidora exclusiva para México del negocio gourmet de Barry, que incluye las marcas Cacao Barry®, Callebaut® y Sicao. Las empresas desarrollarán conjuntamente nuevos productos de chocolate para el mercado y contemplan abrir la primera Academia del Chocolate en México, país gracias al que el mundo conoció el cacao, a raíz del intercambio cultural y gastronómico que surgió luego del Descubrimiento de América.
Como parte de la transacción Barry comprará también a Turin una planta de producción, en la cual Barry espera hacer una inversión millonaria para expandir su capacidad productiva. Con estas nuevas facilidades de producción y las que Barry ya tiene en Monterrey la empresa confía poder expandir su negocio en México y Latinoamérica, así como también desarrollar su línea Gourmet en el mercado mexicano.
Sabor agroandaluz en China
Dieciséis empresas agroalimentarias andaluzas promocionaron 78 productos en el “Spanish Food Festival”, una acción promocional en puntos de venta de la cadena City Shop de Shanghái y que constituye la primera que organiza en China la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, a través de Extenda-Agencia Andaluza de Promoción Exterior, y en colaboración con la Asociación Empresarial de la Calidad Certificada, Landaluz.
El objetivo de este esfuerzo promocional fue dar a conocer las marcas andaluzas en el mercado chino, fomentar su presencia en cadenas de hipermercados chinas, e introducir nuevos productos con creciente demanda en el mercado chino y apoyar la promoción de productos andaluces con presencia en ese mercado.
City Shop es la cadena más importante de productos importados de China y tiene diez supermercados en Shanghái y uno en Beijing, con planes de expansión en esa ciudad. La cadena trabaja además en el canal “HORECA” (hostelería y restauración), y tiene como principales clientes hoteles y restaurantes de alto nivel y ha sido proveedora de algunos pabellones durante la Expo de Shanghái.
Entre los sectores destacados y de interés detectado por el patrón consumidor de los chinos están el del jamón (certificados para exportar a China), quesos, chocolates, aceite de oliva y aceitunas, mieles y mermeladas, cervezas, agua y vino y aperitivos.
Según los datos de Extenda, el espectacular desarrollo económico que ha experimentado China en los últimos años y el nacimiento de una pujante clase media han disparado la demanda de productos de calidad y gourmet. Actualmente, las importaciones de productos agroalimentarios crecen a un 15% anual y, a pesar de la situación económica que afecta a la demanda en los mercados occidentales, todas las previsiones apuntan a que China mantendrá sus cifras de importación.
Los informes de la agencia indican que en el primer cuatrimestre de 2011 las exportaciones de agroalimentarios y bebidas andaluzas alcanzaron los 37,5 millones de euros. El total las exportaciones que se realizaron desde Andalucía a China en 2010 en agroalimentación y bebidas fueron por valor de 53 millones de euros, mientras que en 2009 fueron de 31,54 millones, lo que supone un importante incremento.
Champán prematuro
Tiempo seco, sol, una floración muy temprana y una excelente condición fitosanitaria se han conjugado para hacer de la cosecha 2012 de Champagne quizás la más temprana que haya visto la apelación desde 1922. Si las actuales condiciones climatológicas persisten se pronostica que Champagne podría comenzar a recoger uvas en la tercera semana de agosto, algo que ha dejado sin vacaciones a más de uno que ha tenido que mantenerse en alerta.
Primer Wine & Food Fest de Bogotá
Casi 20 cocineros de Colombia y el mundo se darán cita en Bogotá del 24 al 28 de agosto para participar en la primera edición del Bogotá Wine & Food Festival, que además de los sabores de estos profesionales reunirá en la capital colombiana a cocteleros y bodegueros para un encuentro gastronómico histórico en este país sudamericano.
El Festival contará con 18 eventos que van desde la más elegantes cenas con grandes chefs internacionales hasta demostraciones de coctelería proporcionadas por los más grandes cocteleros de Manhattan. También habrá demostraciones culinarias, catas de vinos del Viejo y Nuevo mundos y otras actividades.
El Wine & Food Festival se realizará a beneficio de Colombia Humanitaria, un esfuerzo que busca resarcir a los campesinos los daños que la mala climatología invernal ocasionó a sus cosechas, porque sin agricultura, no hay gastronomía.
Entre los cocineros internacionales invitados, estadounidenses como Michael Laiskonis o Michael Tusk, el español Koldo Miranda, el mexicano José Ramón Castillo e incluso la presentadora televisiva colombiana Ingrid Hoffman. De Colombia algunas celebridades como Harry Sasson, chef y propietario de diversos restaurantes y establecimientos en Bogotá.
El Club El Nogal se ha aliado con el Festival, proporcionando un espacio para la realización de diferentes actividades.
Las berzas, un “eternity food”
Un estudio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España realizado a través de la Misión Biológica de Galicia reveló que las berzas tienen un elevado potencial antioxidante con lo que su consumo habitual puede ser beneficioso para la salud, protegiendo al organismo del daño oxidativo (envejecimiento celular, patologías cardiovasculares, asma, alergias, enfermedades neurodegenerativas y otros) que causa la acumulación excesiva de radicales libres en las células.
La investigación evaluó y comparó el potencial antioxidante de diversas variedades de diferentes cultivos hortícolas incluyendo berza, repollo, coliflor, brécol, asa de cántaro y nabicol. Todos estos cultivos poseen compuestos y sustancias beneficiosas para la salud, tales como vitaminas, minerales, compuestos fenólicos.
Por otra parte, los resultados constatan nuevamente que estos cultivos tienen propiedades y compuestos beneficiosos para la salud, y revelan que sus productos de desecho constan también de sustancias que ayudan a un buen funcionamiento del organismo, por lo que con este hallazgo se abre la vía a su consumo y a una nueva línea de investigación acerca del uso secundario de este material como subproductos del cultivo.
“En los últimos años ha crecido en la comunidad científica el interés por profundizar en el estudio del género Brasica, integrado por más de 3.500 cultivos y con usos para la alimentación humana, la alimentación animal, la industria y la ornamentación”, explica Pilar Soengas, investigadora principal del proyecto y científica del CSIC en el Grupo de Genética y Mejora de Brásicas de la Misión Biológica de Galicia, grupo que tiene entre sus líneas de investigación el estudio de los recursos fitogenéticos de las brásicas, la evaluación de su calidad nutritiva, la identificación de compuestos implicados en la salud humana y la mejora de la resistencia de las brásicas a plagas y enfermedades.
Una de las líneas de investigación sobre brásicas que más interés tiene en la actualidad versa sobre las propiedades y las sustancias presentes en los cultivos de este género, pues diversos estudios están constatando que son beneficiosas para el organismo por ser ricas en glucosinolatos (relacionados con la prevención del cáncer) y compuestos fenólicos (relacionados con la prevención de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas).
Además de permitir clasificar a los seis cultivos en función de su cantidad de antioxidantes, la investigación ha permitido establecer en qué fase de la planta o de su cultivo los cultivos de brásicas reúnen más propiedades antioxidantes.
Dos vinos de Festival
Castillo Perelada celebra el XXV aniversario de su reconocido Festival Internacional de Música con dos nuevos vinos ---XXV Aniversari 2007 y Festival 2011 Reserva Especial 2006--- que rindieron homenaje a todos los artistas que desde 1987 han protagonizado grandes noches bajo las estrellas de los veranos del Ampurdán catalán y entre los que se incluyen nombres como Montserrat Caballé, Plácido Domingo, Josep Carreras, Alfredo Kraus, Maya Plisetkaya, Rudolf Nureyev, Julio Bocca, Joan Manuel Serrat, Mikhail Barysnikov, Joaquín Cortés, Alicia de Larrocha, Mstislav Rostropovich, Paco de Lucía, John Malkovich, Zubin Metha o Yehudi Menuhin.
XXV Aniversari 2007 es un monovarietal de cabernet sauvignon procedente de suelos de pizarra negra que aportan mineralidad y sedosidad a la cepa que se cultiva en la finca Espolla. El vino se envejece por 15 meses en barrica francesa. El otro vino es el Festival 2011 Reserva Especial 2006, que sigue la tradición de Castillo Perelada de presentar cada año un vino de reserva especial etiquetado con el cartel del festival de ese año, encargado en cada edición a un artista diferente. Este Reserva Especial 2006 ensambla garnacha, merlot y cabernet que luego se crían 17 meses en 80% roble francés y un restante americano. En su etiqueta luce el cartel del festival de este año, una peculiar representación de un jabalí y un pulpo obra del artista Santi Moix.
“Dolça Nit” del Priorat
Los jardines de la masía rural MAS FIGUERES fueron escenario de la primera edición de la fiesta “Dolça Nit” que reunió a productores de vinos dulces de las DOCa Priorat y la DO Montsant que pretendieron acercar los vinos de la zona al público y aunar en una noche mágica los esfuerzos de los productores de vino dulces.
Los asistentes a la “Dolça Nit” pudieron combinar la degustación de vinos dulces de la zona con repostería típica y casera. Cocas, rosquillas y otras delicias dulces encadilaron los paladares de los más golosos.
Las bodegas participantes en el evento incluyeron a Mas Martinet Viticultors, Viticultors Mas d’en Gil, Orto Vins, Buil & Giné, Cellers Capafons-Ossó, Costers del Siurana, Celler el Masroig, Celler Capçanes i Cooperativa Falset-Marçà. También se contó con una bodega invitada especial del Alt Empordà, Mas Estela. Todas las bodegas ofrecieron sus vinos dulces de producciones muy limitadas y con crianzas que superaron los 15 años de barrica en algunos casos.
Douro Boys en Brasil
Por primera vez, el grupo de los magníficos que integran los productores durienses de Quinta do Vallado, Niepoort, Quinta do Crasto, Quinta do Vale Dona Maria y Quinta do Vale Meão ha salido de gira por Brasil para deleitar a los consumidores de São Paulo y Rio de Janeiro con algunas de las etiquetas de mayor repercusión en la historia moderna de los vinos blancos y tintos del Douro portugués.
Los “Douro Boys” no son una banda musical, sino productores comprometidos que en 2002 decidieron asociarse informalmente para promover la región, sus vinos de alta calidad, y también celebrar su amistad. El conjunto representa la revolución tranquila de la enología del Douro, y unidos buscan mostrar el potencial de los vinos de la región demarcada y posicionarlos entre los más prestigiosos del mundo.
Los chicos participantes de esta tournée brasileña incluyeron a João Ferreira (Quinta do Vallado), José Teles (Quinta de Nápoles, Niepoort), Tomás Roquette (Quinta do Crasto), Cristiano van Zeller (Quinta Vale D. Maria) y Francisco ‘Xito’ Olazabal (Quinta do Vale Meão).
Vinos de Altura: Salta en Buenos Aires
Colaboración Alexander Brito, Corresponsal en Argentina
La versión 2011 de Vinos de Altura, la muestra salteña por excelencia, ha crecido en popularidad y eso se vio en el número creciente de visitantes. El hecho de que ésta se siga haciendo en el renombrado hotel Marriot Plaza de Buenos Aires y que la misma siga siendo de entrada gratuita para el público, demuestran el apoyo político y financiero que la industria vitivinícola continua teniendo por parte de la provincia, lo que demuestra una política de largo plazo para desarrollar el sector.
Es de destacar en esta política la presentación del Museo de la vid y el vino, inaugurado por la provincia en la Ciudad de Calafate, centro neurálgico de la vitivinicultura de Salta. Este museo honra la viticultura provincial y sus más de 3200 hectáreas plantadas en la provincia cubriendo una gran área y con diferencias de alturas que van de los 1700 metros hasta los 3.000 sobre el nivel del mar.
Las bodegas fueron casi todas, desplegando sus vinos para el gusto del público participante. Estuvieron las grandes bodegas de la industria provincial como El Esteco, Etchart, y Lavaque, los más sofisticados Yacochuya, Colome y El Porvenir, los clásicos salteños como Domingo Molina, Nanni o Vasija Secreta, asi como desarrollos más pequeños como Humanao y Tukma.
Los caldos presentados fueron todos de gran nivel, lo que marca el desarrollo e inversión de la industria. Los vinos tintos hicieron destacar las características propias de vinos de altura, aprovechando la amplitud térmica y la cercanía con el sol, con sabores carnosos y colores firmes. Malbec, Cabernet Sauvignon, y Tannat fueron una fiesta para el paladar.
Torrontés
Este año quisiera hacer un apartado para dedicarlo al Vino Torrontés. Este vino cuyos orígenes se remontan a la colonización española traído por los conquistares españoles desde el Perú, es posiblemente el único varietal autóctono de la Argentina. Según los estudios realizados hasta hoy, parece ser un cruzamiento entre Moscatel de Alejandría y Criolla, a pesar de compartir nombre con una uva de España también conocida como Aris, no habría ninguna relación ampelográfica entre las mismas.
El torrontés argentino se divide en tres tipos el riojano, el sanjuanino, y el mendocino. El Riojano es la variedad más desarrollada especialmente en la provincia de Salta. La característica de este tipo de Torrontés, es que produce vinos muy aromáticos y de boca seca. Estos vinos florales, frutales y frescos se complementan con una boca seca y ácida, balanceándose perfectamente.
El torrontés clásico, el histórico, tuvo orígenes relativamente humildes, fue un vino para el pueblo, un vino de damajuana (botellón de 5 lts.) que su mayor evolución fue ascender a la categoría del tetrapack. Era un vino de mucha producción, particularmente aromático, algo dulce y con una boca suave y fresca. Su mayor inconveniente mas allá de la disímil relación entre nariz y boca, era un toque amargo que quedaba en boca.
Ese torrontés ha evolucionado, convirtiéndose en un vino más delicado con una fuerte impronta floral, y agregando a sus sabores cítricos una elevada y balanceada acidez lo convierte en un vino fresco y vivaz.
Querer describir más el vino es una sumatoria de percepciones. Su aroma es floral lo que incluye desde rosas a azahar, incluyendo el aroma del durazno blanco, la miel y el clavo, quizá también algo de ruda y manzanilla. Su boca es una mezcla de cáscara de naranja, durazno, miel y uva moscatel. Una deliciosa ensalada de fruta que combinada con su marcada acidez, hace pensar en un vino dulce siendo un deleitable vino seco y fresco.
Abordar marcas en este momento resultaría aventurado, mejor es buscar en el mercado alguna botella de torrontés, enfriarla y disfrutarla frente a la brisa marina.
Tantos los Vinhos Verdes como los de Rías Baixas cifran una importante parte de sus ventas en mercados internacionales. Si bien entre los primeros hay apenas una porción enteramente de alvarinho, es importante destacar que como región comparte con los de Rías Baixas, epicentro de los albariños españoles, algunos mercados principales, como los Estados Unidos, Alemania, Suiza o el Reino Unido, aunque los portugueses superan por bastante, y en mercados como el estadounidense casi duplican, las ventas de los vinos de la denominación gallega.
Algunos países europeos son también destinos muy importantes para ambos y, a semejanza, los mercados asociados a su entorno cultural natural luso e hispano tienen un peso importante en las ventas de los vinos de cada región, aunque quizás más en el caso de los españoles de Rías Baixas donde varios países latinoamericanos figuran con mayor peso, aunque menor volumen, entre los mercados de exportación prioritarios. Tan es así que las estadísticas oficiales de la CRDO Rías Baixas sitúan como su tercer y cuarto mercados a los de Puerto Rico y México, aunque cada uno se encuentre en momentos diversos de desarrollo y ni remotamente equiparen las ventas que tiene el conjunto de los Vinhos Verdes en Brasil.
Angel Suárez, Lagar de Cervera
Adega Valmiñor
Gerardo Méndez, Albariño Do Ferreiro
Al igual que la albariño y la alvarinho han salido fuera de sus fronteras naturales cautivando por igual a consumidores en mercados de todo el mundo, esa popularidad y fascinación han lanzado a elaboradores más aventureros a explorar también la elaboración de la albariño a nivel global, a semejanza de cómo ya se hace con otras grandes cepas nobles del mundo, como la cabernet sauvignon, la riesling, la pinot noir o la chardonnay. Por ello, hoy día, la albariño ya no sólo se refugia en el noroeste atlántico de la Península Ibérica, sino que puede hallarse en lugares insospechados, tanto de ese espacio de tierra como de otros continentes.
“La albariño se ha autorizado recientemente en Francia y están interesados en sus clones. También sabemos que hay un gran interés por esta variedad en Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y, por supuesto, Portugal. En España, fuera de Galicia, hay interés por la variedad en diferentes lugares como Cataluña o Valencia”, detalla a Divinidades la Dra. Martínez, de la Misión Biológica de Galicia y una de las principales estudiosas de la uva en el mundo.
Por ejemplo, en España la albariño tiene presencia en comunidades como Castilla León, donde bodegas como la toresana Fariña, la utiliza en algunas elaboraciones de blancos, con gran aceptación. Otra bodega que ha apostado por la cepa es Raimat, del Grupo Codorníu, que hace un par de años comenzó a comercializar su Raimat Albariño, un monovarietal de la denominación de origen catalana Costers del Segre, con plantaciones a mayor altitud, y que ya incluso se exporta. Además de en Cataluña y Castilla León, la cepa está también autorizada en la comunidad de Cantabria.
Ancre Hill
Gales
Marimar Torres
Abacela, Oregón
Abacela, Oregón
Viñedo Ca'del Solo, Bonny Doon Vineyards California
Randall Grahm
Viñedo Ca'del Solo, Bonny Doon Vineyards California
Albarinho Wine Challenge
Aunque en el pasado y de manera informal se han evaluado en conjunto albariños de España y alvarinhos de Portugal, 2011 reconoció por primera vez la jerarquía de la uva y su repercusión internacional con el primer Concurso Internacional de Alvarinhos – Alvarinho Wine Challenge, celebrado en Portugal, en que un jurado internacional de profesionales del vino evaluó 70 etiquetas de todo el mundo elaborados con esta cepa.
Vinos gallegos de Rías Baixas y portugueses sobresalieron en el certamen, en que la supremacía la ostentaron vinos de la denominación Vinhos Verdes producidos en la subregiones fronterizas de Monção y Melgaço. Casi todos los ganadores fueron de la cosecha 2010, aunque hubo alguno de la 2008 y la 2009.
Las Medallas de Oro incluyeron a los gallegos Bagoa do Miño, Mar de Frades y Señorío de Rubiós. Por parte de Portugal se destacaron Soalheiro, Alvarinho QM, Dona Paterna, Dona Paterna Reserva, Quinta do Couselo, Aveleda Alvarinho, Quinta do Regueiro, Quinta das Alvainas, Castrus de Melgaço, Alvariho QL y Soalheiro Reserva.
Vendimia
Bodega Mar de Frades
A pesar de sus enormes virtudes, la apuesta por la albariño como monovarietal en la mayoría de las elaboraciones en Rías Baixas ha planteado el desafío de construir algo diverso y personal a partir de una misma materia prima, evitando así desembocar en una monotonía que afecta casi por igual a toda uva que se vinifique en solitario. De ahí que uno de los retos más importantes a nivel de elaboración haya sido buscar alternativas para moldear la uva de manera diversa, a fin de que siempre tenga opciones excitantes para ofrecer.
Por ejemplo, la Denominación de Origen Rías Baixas ampara diferentes categorías de vinos basados en la uva, que incluyen, desde el albariño 100% que se puede comercializar con ese nombre en la etiqueta, hasta otros vinos que se distinguen con apelativos de la subzona en que se elaboran y las uvas preferentes que de esa subzona se mezclen con la albariño, o simplemente con el apelativo Rías Baixas si sólo se elaboran con blancas reconocidas en alguna de estas subzonas.
A partir de su renacer, los vinos de albariño se han elaborado predominantemente en depósitos de acero inoxidable, donde se han asentado por algunos meses luego de su vinificación, antes de embotellarse, lo que generalmente ha sucedido antes de transcurrrido el año de la recolección de su uva. Algunos albariños salen al mercado apenas un par de meses luego de cosechada y procesada su vid, a la mejor usanza de los Beaujolais Nouveau franceses.
Arriba, Pazo Baión y sus enólogos Lucía Carballeira y José Hildalgo. Abajo, albariños de Palacio de Fefiñanes; Miguel Alfonso Fontán, de Adega Padralonga; M-100 y Finca Valiñas de Mar de Frades; Mesa de selección en vendimia Bodegas Mar de Frades.
Marisol Bueno
Las fermentaciones y crianzas en madera también se encuentran entre los alvarinhos portugueses. Anselmo Mendes fue el primero en fermentar y criar en madera, algo que hizo con Muros de Melgaço, un alvarinho verdaderamente excepcional, que gana complejidad, pero intenta no introducir aromas exógenos a vainilla, coco o especias, conservando la identidad, elegancia y finura de la uva, a pesar de una estancia de entre nueve y doce meses en madera.
“Hace más de 20 años que experimento con fermentaciones y crianzas en madera y sobre lías. Cada vez uso más madera poco tostada y en envases de 400 litros. Elaboro maceración pelicular en uvas seleccionadas, así como un vino en el que fermento el mosto por un día con sus hollejos”, explica el enólogo portugués.
No empece a las elaboraciones con barrica ser minoría, el CRDO Rías Baixas condujo recientemente un seminario que abordó la elaboración en madera, como una estrategia de diferenciación de las variedades de la denominación, respetando el estilo, la identidad y la peculiaridad de sus vinos.
“Hoy día hay varias bodegas que elaboran ambas líneas de vino, con mayor o menor fortuna, y varias más que experimentan otros métodos, como la maceración carbónica o la criomaceración. A mi juicio, siempre serán producciones limitadas, y no observo ninguna nueva tendencia con fuerza para imponerse, salvo, eso sí, la continuidad de los esfuerzos por la utilización óptima de las lías finas como potenciador de las virtudes varietales”, afirma a Divinidades Juan Gil de Araujo, propietario de Palacio de Fefiñanes.
La apuesta por extraer aromas y potencial frutal, muy demandada en mercados internacionales, contrasta con el retroceso que, en opinión del enólogo José Hidalgo, están sufriendo las elaboraciones de albariño en madera. Algo que no dista demasiado de lo que opinan Gil de Araujo y Marisol Bueno, quienes creen que las elaboraciones en maderas no irán mucho más allá de donde se encuentran ahora mismo.
Al igual que la diversidad, otra de las áreas importantes en el manejo de la albariño ha sido retirarle el estereotipo de ser vinos para beber sin demasiadas complicaciones y cuanto antes, mejor. Algo que en gran medida fue fruto de necesidades comerciales de sacar al mercado vinos que aún no se habían terminado de redondear y que con el tiempo han ido demostrando su capacidad de prevalecer a largo plazo.
Algo interesante para el consumidor es saber que incluso los albariños sin crianza están mucho mejor al segundo año de haberse elaborado. Una habilidad que puede perdurar incluso aún más en tiempo.
Pero, además de los que se crían en madera, hay otros albariños que pretenden enriquecerse con el paso del tiempo, y entre éstos se hallan los que apuestan por las largas crianzas en depósito antes de salir al mercado. De entre éstos, quizás el más conocido es el Pazo de Señoráns Selección de Añada, un extraordinario albariño 100% de la bodega homónima que se no se expone a la madera pero pasa más de 30 meses de crianza sobre lías en depósito de acero inoxidable, y otros 12 más de reposo en botella de donde emerge con un gran volumen en boca y aromas a fruta madura que prosiguen con almendrados y notas minerales.
“Veíamos que la albariño ofrecía más posibilidades más allá de los vinos del año. Como la complejidad en los vinos de varias añadas anteriores era espectacular decidimos hacer la crianza en acero en el año 1995 para hacer un vino de más larga vida y buscar una expresividad diferente de la variedad”, relata la propietaria de Pazo de Señoráns. La bodeguera ve buen potencial a las crianzas en acero, un estilo de vino para la albariño que ha tenido buena acogida, tanto a nivel nacional como internacional, donde el mercado fue receptivo desde el mismo estreno de los vinos.
En la misma línea Contraaparede, un albariño de Adega Eidos, que también se somete a una crianza en depósito y botella que se extiende por unos cuatro años, y Fefiñanes III Año con crianza sobre lías en depósito de dos años y medio.
Como ha sucedido con otras uvas del mundo quizás es también difícil seguir el rastro a los orígenes de la albariño. Que si vino del Rin a España con los monjes, que si la trajeron los ingleses desde Grecia vía Portugal, que si en realidad proviene de la petit manseng, que si llegó de Borgoña con el marido de Doña Urraca en una vacación termal a Caldas de Reis, o que si siempre ha estado donde se encuentra. Pero de la uva blanca del territorio español con mayor repercusión internacional lo que ahora quizás sea tan importante cómo saber de dónde vino es conocer a dónde va.
En cerca de un cuarto de siglo la albariño pasó casi de un casi total oscurantismo a un posicionamiento protagónico, ascendiendo a los más altos rangos de aprecio en la escena de las cepas que dan vida a los blancos de calidad del mundo.
Uva y vino toman, en femenino y masculino el nombre de la cepa, una que rinde vinos que se caracterizan por su frescura, sus notas afrutadas y su intensa aromaticidad. Vinos que pueden ser más ligeros o más estructurados, más punzantes o envolventes, pero siempre fáciles al trago y prolongados al disfrute.
Arriba, copa de albariño, Granja Fillaboa, Palacio de Fefiñanes. Abajo, equipamentos antiguos de elaboración en Bodega Museo Santiago Ruiz; Rosa Ruiz, hija de Santiago; Bodega Agro de Bázán.
Festa do Albariño
Cada primer domingo de agosto, el pueblo costero de Cambados, en Pontevedra, se viste de gala para celebrar la Festa do Albariño. Una celebración que se estrenó en 1953 como un desafío entre Bernardino Quintanilla y Ernesto Zárate para demostrar cuál era el mejor vino albariño de la cosecha 1952, convirtiéndose así en la fiesta vinícola más antigua de Galicia y la segunda más antigua de España, pero además en un acontecimiento que servía para dar vida a un vino que en ese momento aún no tenía una trayectoria comercial tan delineada como la que ostenta hoy y se mantenía más bien constreñido al marco de referencia en que se elaboraba.
Fiesta de interés turístico en España, la del Albariño es un acontecimiento popular que reúne a unos 150,000 participantes que día a día recorren casetas para degustar los vinos de la Rías Baixas.
La fiesta tiene una dimensión más lúdica ---que durante varias jornadas cuenta con un amplio programa de actividades artísticas, deportivas y educativas, incluyendo talleres y cursos sobre los aspectos productivos del vino albariño--- y otra más oficial que incluye la investidura de los Caballeros y Damas del Capítulo Serenísimo del Albariño, acto solemne en que el Gran Mestre de la orden toca a los elegidos con unas hojas de vid, les da a beber una copa de vino, les entrega la medalla y los viste con la capa del Capítulo. También se hace entrega de las distinciones y nombramientos de Jóvenes Albariñenses, Albariñenses de Honor y Hojas de Plata. Después de la celebración de estos nombramientos tiene lugar una comida oficial en la cual se hacen públicos los tres albariños premiados en el certamen de cata.
La 59na edición de la Festa do Albariño que se celebra este 2011 rinde homenaje al escritor y gastrónomo gallego Álvaro Cunqueiro, conmemorando el centenario de su nacimiento. Cunqueiro fue un promotor del vino gallego y del albariño, así como de la Denominación de Origen Rías Baixas y de la recuperación del Pazo de Bazán, convertido con el tiempo en un enclave de albariño.
Este año, la Festa contará con un espacio de cata donde los interesados podrán catar los vinos de albariño asesorados por sumilleres profesionales de la Asociación Gallega de Sumilleres.
Pero la uva también tiene su celebración en la ribera portuguesa del río Minho, en Melgaço, donde desde 1995 se celebra la Festa do Alvarinho e do Fumeiro. La fiesta se estrenó como una muestra de productos locales para el entorno más cercano, pero luego se convirtió en una celebración con reconocimiento a nivel de Portugal que no se limita al vinho de alvarinho, sino a otros productos gastronómicos típicos como ahumados y embutidos, además de a artesanías, como un mecanismo de estrechar vínculos entre productores y consumidores y potenciar una oferta abarcadora del mundo rural.
Celebrada en la primavera, la Festa do Alvarinho no limita su radio de acción a un espacio ferial, sino que eslabona diversas actividades a través de la la ruta de los Vinhos Verdes.
Alvarinho, Vinhos Verdes
Xosé Lois Sebio
Albariño Abadía da Cova, Ribeira Sacra
www.viajesyvinos.com
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