La posibilidad de disponer de nuevos formatos para hacer llegar el vino al consumidor ha hecho también que más bodegas estén apostando por envasar los suyos en botellas más pequeñas. Ha sido el caso de la sanluqueña Bodegas Barbadillo, que recientemente ha decidido embotellar sus « Reliquias », vinos con mayor envejecimiento, en medias botellas, en lugar de sus tradicionales decantadores soplados, para compatir un bien escaso, duplicando para los consumidores la posibilidad de poder adquirilas. Cada año se embotellan un máximo de 260 “ejemplares” de cada uno de los vinos únicos que se mantienen en lugares recónditos de las bodegas centenarias en Sanlúcar de Barrameda: 81 de Amontillado, 81 de Palo Cortado, 81 de Oloroso y 17 de Pedro Ximénez.

Las nuevas medias botellas de estas joyas enológicas son ahora sencillas botellas jerezanas lacradas a la antigua y pintadas a mano, dando todo el protagonismo al exclusivo líquido que contienen.

Otra que ha apostado por formatos más pequeños en sus más recientes lanzamientos ha sido la riojana RODA, que este noviembre presentó una exclusiva colección de dos miniverticales de sus vinos más emblemáticos, RODA y RODA I en un formato especial de 50cl., un formato de menor dimensión porque el ya venían apostando algunas bodegas para algunas de sus etiquetas super premium. El paquete incluye tres vinos de RODA de las cosechas 2013, 2014 y 2015 y tres de RODA I en sus añadas 2011, 2012 y 2013 y se puede adquirir completo o por separado para adentrarse en la filosofía de trabajo artesanal, espíritu riojano, viñedos con 30 años o más cercanos a Haro, así como en el trabajo que la bodega viene realizando con las dos etiquetas.

Aguardiente muy raro, muy viejo y muy limitado de Carvalho, Ribeiro y Ferreira