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Definidos por un río, el Tajo, y refinados por tradición. Así son los Vinhos do Tejo, que representan a una región de larga historia y larga historia productora de vinos que vive un momento vibrante, gracias a la fórmula perfecta de esencia, herencia y vocación de modernidad.

Bañada por el río Tajo, Tejo en portugués, y más cercana a su desembocadura en Lisboa, la región vitivinícola que abarca Vinhos Do Tejo ubica en el corazón de Portugal, latiendo entre Lisboa y el Alentejo, siendo uno de los pocos territorios vitivinícolas del país que no tienen costa ni frontera con España.

Conocida hasta 2009 como Ribatejo, en ese año la región pasó a designarse Tejo, usando como pilar el nombre del río que la atraviesa. Este cambio siguió al que en 2008 hiciera la Estremadura portuguesa, que pasó a ser la Región de Vinhos de Lisboa, con varias denominaciones de origen controladas.

Pero previo a estos cambios a la región del Tejo la precede una historia dilatada y un patrimonio rico con tesoros históricos que van de ruinas romanas a castillos góticos, de villas medievales y monasterios Manuelinos a aristocráticos palacetes y quintas que hoy son el marco de muchas bodegas. A la riqueza arquitectónica la complementa una riqueza natural delineada en viñas, olivares, alcornocales, ganado de raza y los célebres caballos lusitanos, todo un emblema de la región y con los que algunas bodegas tienen un estrecho vínculo.

Las viñas forman parte del paisaje y de la vida del Tejo hace milenios. Hay indicios de que los Tartessos, una civilización ubicada en el suroeste de la Península Ibérica, ya cultivaba viña y elaboraba vino en las riberas del Tejo dos mil años antes de Cristo, lo que la convierte en una de las regiones productoras más antiguas de Portugal, con el río como hilo conductor de un paisaje cuyas riberas se hacen ideales para cultivar la vid.

La fama de los vinos de la región se remonta al Medioevo y tan populares fueron que desde el siglo XIII al XV los reyes portugueses aplicaron medidas para proteger a los vinos ribatejanos, prohibiendo la entrada de otros elaborados fuera de la región, cuyos vinos fueron citados no pocas veces en la literatura portuguesa.

La región se demarcó en 1761, pero curiosamente, el mismo Marqués de Pombal que antes delimitara al Douro y fuera responsable de esta nueva demarcación en el centro del país, mandó a arrancar en 1765 las viñas plantadas en los campos el río Tejo.

La proximidad a Lisboa por vía fluvial hizo que muchas familias de la aristocracia lisboeta establecieran segundas residencias en la región del Tejo lo que dibujó en su escenario quintas y palacetes donde se organizaban cacerías, se criaban caballos, se realizaban corridas de toros y, también se cultivaba viña, dejando un patrimonio que hoy se hace muy atractivo para la vitivinicultura y el enoturismo en la región.

Los cambios políticos hacen que la década de 1930 sea un período agitado para el vino ribatejano, que vive la prohibición de la plantación de viñas para favorecer la de trigo, y luego ve crearse una Junta Nacional de Vino que promoverá la producción de vino como un motor económico de la región, lo que dará paso también a la realización de diversos eventos nacionales e internacionales de promoción vitivinícola. La Junta, a su vez, será reemplazada en 1986 por el Instituto de la Viña y el Vino.

En 1989 se fundaron seis indicaciones de procedencia reglamentada para los vinos de la región del Ribatejo y en 1997 se creó la Comisión Vitivinícola Regional del Ribatejo, región que en 2000 obtuvo el rango de Denominación de Origen Controlada (DOC). En 2009, la Comisión Vitivinícola Regional del Ribatejo se convirtió en Comisión Vitivinícola Regional Do Tejo, organismo inter-profesional responsable de la certificación, control y promoción de los vinos tintos, blancos, rosados, espumantes, licorosos y vinagres con Denominación de Origen “Do Tejo”, y de los tintos, blancos y rosados con Indicación Geográfica Vinho Regional “Tejo”.

El Tajo, el Tejo



La región Vinhos do Tejo está marcada por el río Tejo (Tajo), el mayor de la península Ibérica. Vinhos do Tejo se sitúa entre Lisboa y el Alentejo, no tiene costa, se extiende por unas 17 mil hectáreas y su producción de vinos representa cerca del 10% del total de la producción de Portugal.

Vinhos do Tejo se extiende por unas 17 mil hectáreas de viña con un buen volumen de producción vinícola que representa alrededor del 10% de la producción portuguesa de vino.

El clima es moderado con temperaturas promedio que fluctúan entre los 59 y los 62 ºF (15 º a 16.5 ºC), tiene unas 2800 horas anuales de sol y una precipitación media de unos 750mm con un poco más en las zonas más al norte y un poco menos en las del sur.

Las altitudes fluctúan entre los 50 y los 600 metros, dependiendo de la ubicación dentro de la región, siendo la altitud promedio unos 200 metros sobre el nivel del mar.

En la región hay cuatro tipos de suelo distintos, influenciados por la geografía del río:

Arcillo-calcáreos: en las partes irregulares donde conviven planicies y montañas hasta la frontera norte de la región y predomina el cultivo de viña y olivar.

Esquisto: en una pequeña área al norte

Suelos aluviales: en las riberas del río. Son suelos en planicies que el río inunda periódicamente, lo que las hace muy fértiles.

Suelos arenosos: en la margen izquierda del río, más para el Sur y que se extienden hasta el Alentejo. Suelos poco productivos en área seca y donde las uvas maduran más rápidamente porque es donde se alcanzan las más altas temperaturas de la región durante el verano.

 

El terroir está muy ligado a la esencia del río Tejo, un río que divide a Portugal entre norte y sur e influye con fuerza y amplitud en el suelo y el clima creando tres zonas productoras diferenciadas, que permiten producir una gran diversidad de vinos de alta calidad:

·        Bairro, al norte del río y en su margen derecha, tierras altas compuestas por colinas con suelos arcilloso-calcáreos y más al norte, con partes que contienen esquisto. 

·        Charneca, al sur y en la margen izquierda del río, con suelos arenosos más pobres que obligan a las vides a luchar, produciendo vinos con matices frutales más complejos. Las temperaturas son más altas, lo que hace que las uvas maduren antes que en otras zonas del Tejo. 

·        Campo, zonas más planas en las márgenes del río, con suelos aluviales de buen drenaje, y un clima más “marítimo”, que equilibra las temperaturas e influyen en el carácter afrutado y el frescor de los vinos.

 

Esta diversidad de suelos hace que en realidad no haya un solo Tejo, sino muchos.

Pero además de lo que marca el río, otro gran pilar de Vinhos do Tejo es la uva, un caleidoscopio que se nutre del rico patrimonio vitícola portugués.

Portugal se destaca por su excepcional inventario que excede las 250 variedades autóctonas, lo que confiere a los vinos del país un gran atractivo para los paladares curiosos y una gran identidad que permite crear vinos diferenciados. Pero del mismo modo es un país productor abierto al mundo, sin temor de dar cabida a variedades internacionales con las que muchos paladares internacionales son muy afines y que en muchas ocasiones se entienden muy bien con las del Tejo, lo que se desdobla en vinos con singularidad, pero también una familiaridad que hace que los consumidores sean receptivos a explorarlos y queden muy satisfechos al hacerlo. Así, Vinhos do Tejo funde en su quehacer vinícola variedades autóctonas portuguesas con variedades internacionales.

Entre las variedades portuguesas más conocidas está la Touriga Nacional, enseña tinta portuguesa y quizás la más esparcida por todo el territorio nacional. Pero entre las tintas hay también la Aragonês/Tinta Roriz (Tempranillo), Trincadeira (conocida como Tinta Amarela en el Douro) y la Castelão, muy popular en el sur de Portugal y en regiones de Lisboa, Tejo, Alentejo y Setúbal, donde también se le conoce como Periquita y es la base de vinos de cuerpo medio con buena estructura, que con el tiempo pueden lograr evoluciones de gran elegancia que algunos asemejan a las de la Cabernet Sauvignon.

La Arinto, una variedad vivaz y aromática y considerada por muchos la gran variedad blanca de Portugal, es una de las variedades blancas estrella del Tejo, junto con la Fernão Pires, rica y floral, y gran protagonista blanca de la región tejana. Estas variedades autóctonas sobresalen por su buen desempeño en zonas cálidas, preservando su acidez natural para producir vinos afrutados y equilibrados.

A estas variedades autóctonas las enriquecen otras internacionales como la Sauvignon Blanc o Chardonnay entre las blancas, y la Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah, entre las tintas, así como la Alicante Bouschet, tan francesa como portuguesa.

Pero los Vinhos do Tejo no solo eslabonan variedades de uva, sino que también pueden plantear juegos de cepas viejas y otras de nueva plantación, lo que aporta a la riqueza de la producción de sus vinos.

Los Vinhos de Tejo se hallan entre los más excitantes y accesibles de Portugal por ofrecer un abanico de estilos que apelan a una diversidad de gustos y presupuestos.

Las variedades blancas responden bien al clima caliente del Tejo y a la complejidad de los suelos, manteniendo una buena acidez natural que les confiere frescor, les permite ser equilibrados y a la par moldearse de distintas maneras, incluso con vocación de perdurar en el tiempo.

Como otros vinos de Portugal, los Vinhos do Tejo son una especie de punto de convergencia entre Viejo y Nuevo Mundos del vino. Porque Portugal es un país productor del Viejo Mundo del vino, pero muchos de los vinos que elabora tienen una gran influencia de lo que se hace en el Nuevo.

Entre los tintos hay vinos amables, fáciles de beber  ---con uso comedido de la madera en aquellos que tienen algún contacto con ella---  y pensados para el disfrute, la gastronomía y enlazar una copa con otra; tan buenos para dispensar por copas o para disfrutar una botella entera. Pero también hay tintos más complejos, con mayor aptitud de guarda que permite constatar la complejidad y distinción de los vinos portugueses que en los últimos 20 años han ido demostrando todo su potencial.

Además de tintos y ultra vendidos blancos, en Vinhos do Tejo se elaboran vinos rosados y espumantes, esta última una categoría en ascenso. En Vinhos do Tejo también se elaboran frizzanti, dulces y fortificados.

En el marco de los Vinhos do Tejo hay una Denominación de Origen Controlada, la DOC Do Tejo, y una Indicación Geográfica Protegida, Vinho Regional Tejo.

Los vinos amparados en la DOC Do Tejo representan el 10% de la producción del Tejo y son vinos elaborados con un limitado número de variedades especificadas, recomendadas y autorizadas y que responden a estrictas reglas de producción y rendimientos.

Los vinos regionales amparados po rla Indicación Geográfica Protegida Vinho Regional Tejo representan el 90% de los vinos del Tejo y se elaboran con un 85% de uvas de la misma región y a partir de variedades recomendadas y autorizadas, que se certifican si cumplen con ciertas especificaciones de elaboración.

Para disfrutar de la región, su historia, tradiciones, gastronomía y vinos, además de la Rota dos Vinhos do Tejo, que incluso en enero de este 2023 inauguró su propia tienda de vinos, Vinhos do Tejo creó el Tejo Wine Route 118 para promover el enoturismo de la región.

La 188 es una carretera nacional portuguesa construida como marginal de toda la margen izquierda del Tejo, desde Marvão hasta la desembocadura del río, en Lisboa. De ahí que sea una carretera estratégica para Portugal y, muy especialmente, para la región de Vinhos do Tejo. La Tejo Wine Route 188 es una iniciativa conjunta de la Rota dos Vinhos do Tejo y la Comisión Vitivinicola Regional do Tejo (CVR Tejo), con el apoyo de los burós de turismo del Alentejo y Ribatejo, con el fin de promover el territorio y los vinos de la región.

Esta carretera permite recorrer casi 150 kilómetros de territorio, atravesando los consejos de Abrantes, Constância, Chamusca, Alpiarça, Almeirim, Salvaterra de Magos y Benavente. Catorce bodegas se han adherido a la ruta, ofreciendo experiencias de compra, pruebas de vinos, visitas a bodega y viñedos, gastronomía y/o alojamiento. Por ello, la Tejo Wine Route 188 pretende ser una herramienta de dinamización del territorio, en el que también pueden descubrirse y disfrutarse tradiciones locales como paseos a caballo o viajes en barco por el río, entre otras. Catorce bodegas de Vinhos do Tejo integran la ruta.

 

21 de marzo de 2023. Todos los derechos reservados ©

 

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Vinhos do Tejo: herencia portuguesa que conquista al mundo

 

Texto: Rosa María González Lamas. Fotos: Goncalo Villaverde y Vinhos do Tejo (C)

 

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