Tres Decadas de La Boutique du Vin - Divinidades

Viajes & Vinos
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Mucho antes de que los rosados se pusieran de rabiosa actualidad, el rosé ya pintaba tendencias en La Boutique du Vin. No se trata tanto de los vinos tan de moda o del hoy erróneo estereotipo de que las chicas los prefieren rosados y dulces, sino de Pink Lady, un área para vinos y tapeo que existía en la parte trasera de esta reconocida tienda de vinos cuando en 1988 dejó de ser parte de la familia Carrera & Blanes para estrenar una nueva era de cultura de vinos de la mano de Robert Cimino, Nuala y James Finn.

El objetivo era revolucionar la experiencia del cliente de vinos y hacer del vino una experiencia, algo que el trío rápidamente logró gracias a su conocimiento del mundo de las ventas e importación de vinos en Plaza Provision, que les permitió identificar una oportunidad para una forma distinta de vender vinos al detal.

Por eso, conociendo del interés de la comunidad puertorriqueña por los vinos finos, cuando surgió la oportunidad de adquirir este céntrico establecimiento en Hato Rey no dudaron, iniciando una etapa que en 2018 cumple sus primeros treinta años de éxitos sustentados por el servicio al cliente, el conocimiento de su producto, la educación sobre vinos, la identificación de tendencias y la continua búsqueda de nuevas experiencias enófilas y gastronómicas para que el placer del vino sea una tentación cotidiana.

Entrar a La Boutique du Vin no solo es introducirse a una tienda, sino a toda una experiencia de sensaciones, sabores y recuerdos a través de la que se ha escrito gran parte de la historia moderna del vino en esta Isla del Caribe y en la que uno se siente cual si estuviera en cualquier gran cava de vinos del Viejo Mundo. Porque en la era de “influencers” cibernéticos de las redes sociales, pocos pueden preciarse de haber ejercido por tanto tiempo una influencia tan consistente en el consumidor de vinos en Puerto Rico, varias de cuyas generaciones se han forjado al amparo de la oferta y servicios de la tienda, más que todo, con un contacto cercano y cara a cara.

Esto es parte de la responsabilidad y logro de un equipo sólido y comprometido ---algunos empleados de la tienda desde su primera etapa con Carrera---, que hoy dirige Laura Canales, Gerente del establecimiento desde 2011.

Como su antecesora en la dirección de la tienda, Mary Jo Sifre, Canales entró a La Boutique como empleada a tiempo parcial para laborar durante la Navidad de 1994. Con un trasfondo en humanidades, idiomas y turismo, poco a poco le fue enganchando un mundo que conjugaba estas disciplinas y le permitía transportarse imaginariamente a muchos lugares, hasta determinar quedarse a laborar a tiempo completo en el local.

Uno de los más macizos acicates del éxito y perdurabilidad de la tienda es un equipo veterano y familiar, que ha ido escalando también peldaños con la evolución del sector, y que está altamente calificado y educado para guiar a los clientes en su proceso de compra, con recomendaciones que subliminalmente pretenden satisfacer los gustos de los enófilos, aportando diversidad y novedad. De ahí el alto nivel de satisfacción de los clientes.

Muchos de esos clientes forman parte de una de las piedras angulares de La Boutique, su club de socios, una congregación vínica que tiene acceso a catas mensuales, así como a descuentos y obsequios. Los afiliados conforman casi un millar, entre los que figuran enófilos de toda la vida y vinculados a La Boutique por mucho tiempo, así como consumidores más nuevos, que tras tomar sus cursos de vino desean continuar expandiendo sus conocimientos sobre esta bebida, además de celebrar la amistad que se crea alrededor de ella.

Uno de los cambios más importantes al programa de socios en años recientes es que la membresía ahora se adapta a las fechas de ingreso del socio, lo que puede suceder en cualquier momento del año, contrario a antaño, cuando el período de adhesión se fijaba exclusivamente de enero a diciembre, como el año natural.

La Boutique es el centro de reunión por excelencia de sociedades y cofradías de amigos del vino, de los más experimentados y sofisticados, a grupos más jóvenes y desenfadados, muchos de quienes conservan sus vinos en las cavas privadas que el local ofrece para alquiler, brindando condiciones óptimas de conservación a las botellas. Muchos organizan también eventos en los diversos salones del local.

Porque desde el estreno en 1988 de una nueva etapa, La Boutique du Vin ha evolucionado y crecido, con varias expansiones que más que han duplicado el espacio de la tienda original, como la del área posterior con cavas, la sala de catas y eventos, el área de venta de productos gourmet que sirven también para acompañar los vinos que los clientes deseen consumir en el local, y la incorporación de The Art of Cooking School, donde el destacado chef Augusto Schreiner organiza clases de cocina y también muchas actividades privadas de empresa y agrupaciones.

Precisamente el chef Schreiner será uno de los grandes protagonistas de dos eventos conmemorativos que La Boutique du Vin organizará en septiembre para conmemorar su 30mo aniversario. El primero de ellos, exclusivo para los socios de la tienda, tendrá como protagonista la armonía de vinos y creaciones culinarias del chef y varios cocineros invitados. El segundo, el 29 de septiembre y abierto al público en general, tendrá las recetas del chef Schreiner como grandes protagonistas en conjunción con 30 vinos de 15 de las bodegas con más prolongada presencia en el portafolio de vinos disponible en La Boutique du Vin. Laurent-Perrier, Marqués de Cáceres, Arzuaga Navarro, Banfi, Pesquera, Robert Mondavi, Louis Latour, Drouhin, Marqués de Murrieta, Duckhorn, Château Larose-Trintaudon o Silver Oak son algunas de las que pudieran integrar ese repertorio al ser de las bodegas con más larga presencia en la oferta de La Boutique du Vin.

Hoy la tienda cuenta con cerca de un millar de etiquetas de todo el mundo, porque desde su etapa con Carrera su filosofía siempre fue la de ofertar vinos del importador ancla, pero también abrazar etiquetas de otras empresas distribuidoras, lo que continúa haciéndose hoy para enriquecer el paladar de los clientes con vinos de una amplia gama de orígenes y estilos, que les permite experimentar sabores, terruños y perfiles diversos en el vino.

Dentro de ese portafolio ocupa un espacio especial la Private Collection de La Boutique, un conjunto de unas 100 a 150 etiquetas exclusivas que solo pueden adquirirse en la tienda y se seleccionan considerando su relación precio-placer. La Private Collection ha ido ganando peso en la oferta de La Boutique du Vin, que mantiene esas referencias para sí por unos dos años, tras los cuales y en concordancia con el importador Plaza Cellars, pueden pasar a venderse en hoteles y restaurantes, aunque no en otros puntos de venta al consumidor.

La Boutique du Vin es un libro abierto que ha visto evolucionar al consumidor de vinos en Puerto Rico, al punto de atender ya a segundas generaciones de enófilos, algunos afortunadamente muy jóvenes, que lo mismo tienen gustos de vinos similares a los de sus padres o un criterio individual.

De acuerdo a su hoy gerente, el consumidor actual es marquista, dejándose llevar por etiquetas, aunque también por una predilección indestructible por los vinos espumosos, como el champán. Las burbujas son, probablemente, las protagonistas del perfil de vinos que más ha prevalecido a lo largo del tiempo, aunque hoy los consumidores busquen, sobre todo, vinos afrutados, tornando super populares a los vinos californianos estilo ensamblaje bordelés, así como a los vinos con base de pinot noir, que han provocado una renovada popularidad de los vinos de California. Y, aunque sea la tendencia opuesta de vinos más frescos que cada vez ganan más adeptos en otros lugares del mundo, los consumidores en Puerto Rico también gustan de vinos con alto porcentaje alcohólico, a pesar de residir en el caluroso Caribe.

También se persiguen los vinos de uva primitivo, vinculada a la zinfandel, y los rosados secos, que tienen mucha demanda. Han dejado de gustar los Chardonnay con marcadas notas de crianza, para dar paso a vinos blancos más ligeros y refrescantes como los de pinot grigio y albariño, dos de las variedades blancas más populares, que abren la puerta a recomendaciones de otros blancos con cualidades afines, a fin de que los consumidores puedan probar cosas diversas y expandir su umbral de referencias de vino.

Y es que las tendencias son cada vez más efímeras, los gustos cambian como cambian las modas y otra importante es que los consumidores buscan una satisfacción más inmediata, botellas de gran calidad listas para beberse hoy y no para disfrutar a futuro, lo que ha reducido el número de grandes coleccionistas que habia antaño. Pero como los vinos con tiempo ofrecen otro tipo de sensaciones y satisfacciones, una novedad en La Boutique ha sido la creación del concepto Private Cellars, con una oferta de vinos viejos, maduros, para que los nuevos consumidores puedan también descubrirlos, así como quienes comenzaron a formar sus colecciones de vino mucho después de que esas etiquetas salieran al mercado.

Junto con estos conceptos, otro de los desarrollos más importantes de La Boutique du Vin en los últimos años fue la apertura de un segundo local en el Viejo San Juan, donde además de tienda y oferta de cursos de apreciación de vino, había una invitación al picoteo mientras se degustaban los vinos. El local, no obstante, fue de duración efímera ya que el embate del huracán María el pasado 2017 causó a estructura e inventario destrozos de importante magnitud, que condujeron a la determinación de no reabrirlo.

No obstante, el espíritu de muchos cursos sobre vino que se estrenaron con ese local se ha trasladado a la tienda original de Hato Rey, donde Mary Jo Sifre, su anterior gerente, continúa impartiendo lecciones sobre vinos que han educado a toda una generación, como antaño también lo hizo su padre, el Dr. Francisco Sifre, con una pasión contagiosa que aún muchos recuerdan.

Los programas de educación en vinos han sido un pilar importantísimo de la tienda y la formación de nuevas generaciones de consumidores, que en el aula de La Boutique du Vin han seguido una catequesis de cursos básicos e intermedios de apreciación de vinos, así como otros especializados, como los demandados cursos sobre champán y vinos espumosos. Para responder al interés del consumidor hoy se imparten también otros cursos más intensivos y condensados que tocan aspectos como variedades de uva o análisis sensorial, más a tono con las demandas de los discípulos.

En los próximos meses, a tono con la celebración, La Boutique continuará con su programa de catas y visitas especiales, como la de los representantes de Champagne Jacques Copin, un nuevo champán, exclusivo de la colección privada de la tienda, que recientemente ha incorporado a su cartera una etiqueta tradicional, un reserve, un blanc de blancs y un rosé, que también se presentarán en la próxima edición del Plaza Cellars Fine Wine Celebration programada para el próximo noviembre, un evento con el que La Boutique du Vin permanece vinculado.

Para los próximos años La Boutique evalúa nuevos proyectos y novedades, entre los que no se descarta retomar y reformular, aquel concepto Pink Lady que propugnaba compartir alrededor de sorbos y bocados, teniendo siempre al vino como motivo de celebración.

La Boutique du Vin ubica en la calle Chardón, en Hato Rey, Puerto Rico.

Rosa Maria Gonzalez Lamas. Fotos: Viajes & Vinos y Facebook La Boutique du Vin (C)