En esta edición:
Un eje de albariño
Fillaboa, arte de albariño en O Condado
Mar de Frades, el albariño azul del Salnés
Tres amigos de albariño en O Rosal
Una isla altar de albariño en Barbanza
Pazo Baión, los nuevos aires de un pago de albariño en el Salnés
Tesis de albariño
La familia de Peperetes
Eventos
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Sabores de Rías Baixas
Un eje de albariño
Hay uvas con ganas de ir de paseo por todo el mundo, pero donde mejor acomodadas se hallan es donde se sienten en casa. Bañadas por el Atlántico, en la geografía gallega aparecen las Rías Baixas que se han convertido casi en la dirección inequívoca para la albariño, una blanca que cada vez cautiva a más paladares del mundo, pero últimamente también a más elaboradores creativos que están viendo con más firme certidumbre en ella, uva variedad de vid de potenciales ignotos que necesita posicionarse en el mercado al mismo alto nivel de las cepas más nobles y reconocidas del mundo.
Las Rías son un accidente geográfico generalmente formado por la inundación del curso final de un río causada por el borde costero, por una subida del nivel del mar, o por ambos a la vez. En Galicia, tienen decenas de millones de años; las hay Altas, Medias, que surgieron coincidiendo con la formación del río Miño, que curiosamente no desemboca en una ría, pero las más antiguas en formación fueron las Bajas, o Baixas.
Poco a poco, con la albariño, las Rías Baixas gallegas ---conformadas por la Ría de Arousa, la de Vigo y la de Pontevedra---- comenzaron a inundarse también de vino, una actividad de siglos a cuestas, que se cree comenzó ya en época de los romanos y que ya que a fines del siglo XI representaba el 15% de la recaudación de capital en parte de la región. Por allí hubo viñedos milenarios con diversas etapas de esplendor, que fueron y vinieron según las invasiones que llevaron a la zona a períodos de población y despoblación, hasta que se logró una estabilidad que propició una expansión entre los siglos XVIII y XIX.
Para ello se sacó partido de la influencia de los frentes húmedos del Atlántico que les confiere su latitud, propiciando temperaturas suaves agradables y propicias para el cultivo de vid. Las montañas de las penínsulas que dividen cada ría protegen a la viña de la abundante lluvia de la zona, que se afinca en suelos de arenas y ligeramente ácidos derivados de la abundancia de rocas graníticas, y que conforman microclimas con perfil mediterráneo donde incluso ha habido y hay olivos.
No fue, sin embargo, hasta la segunda mitad del siglo XX que lo que era una zona geográfica de vitivinicultura se convirtiera en una denominación de origen, algo que sucedió hace un cuarto de siglo, al crearse el 17 de marzo de 1988 la DO Rías Baixas. En ese momento el Consejo Regulador adaptó su normativa a la legislación comunitaria europea, dando un paso delante de la Denominación Específica Albariño, que vio la luz en 1980.
Enarbolando la albariño como marca de fábrica, la DO Rías Baixas ha ido incrementando su presencia en mercados internacionales, que ya suponen el 26,5% del total del vino calificado de la denominación, y una presencia en 57 países de todos los continentes, con ventas que ascendieron en 2012 a 26 millones de euros.
Hoy, cuando ya los vinos de albariño no son en la percepción de productores y consumidores una exclusividad de la DO Rías Baixas, ésta, en opinión del Presidente de su CRDO Juan Gil de Aráujo, se esfuerza por que se le identifique como el origen de los mejores vinos elaborados a partir de esa uva.
“Pasamos
en 25 años del carro de vacas y la prensa manual
a ser una de las denominaciones donde la
tecnología ha llegado con más fuerza. De una
vitivinicultura tradicional, anclada fuertemente
en sistemas ancestrales, a una verdadera
renovación tecnológica. Hemos visto cómo
nuestros viticultores de los primeros momentos,
nacidos en un mundo rural que seguía cultivando
el campo como se había hecho “toda a vida”, en
la “viticultura empírica” en expresión feliz de
aquellos tiempos
, revolucionaron nuestro viñedo y
dieron paso a una generación donde las
tecnologías del conocimiento, de la información,
de la comunicación, entraron con enorme fuerza,
asegurando así que la de agricultor pueda ser,
sea de hecho, una profesión moderna, digna y de
futuro” asegura Gil.
Para celebrar su primer cuarto de siglo, la DO Rías Baixas publicó un libro, Rías Baixas El Vino del Mar. La obra es una crónica visual del mundo del vino en Rias Baixas, donde además se refleja a la perfección su territorio, paisaje, bodegas, historia, patrimonio arquitectónico y monumental, clima, luces, la marcada personalidad de sus gentes y sus vinos, así como trabajos de viticultura a lo largo del ciclo vegetativo, y ofertas turísticas en la zona.
Unos vinos que en la denominación nacen de uvas cultivadas en cinco subzonas con características que le confieren peculiaridad: Ribeira do Ulla, más al norte, con ubicación a ambos márgenes del río Ulla; Soutomaior, situada en la ría de Vigo; O Rosal, junto a la desembocadura del río Miño en el Atlántico, Condado de Tea, con cultivo de vides en la montaña y por el margen derecho del Miño, muchas colindantes con Portugal; y la más extensa, el Valle del Salnés, a la orilla izquierda de la ría de Arousa, a nivel del mar, comarca que en la Edad Media se conoció como “territorio Saliniensis”, por el gran número de salinas en la costa.
Pero además de las Rías Baixas de la DO Rías Baixas, hay también albariño en las Rías Baixas geográficas que los amparan bajo la indicación Vinos de la Tierra de Barbanza e Iria.
En cada una de estas zonas hay elaboradores apasionados que vuelcan su inquietud por hacer a la albariño hablar con más de un idioma en copa, desempeñando un trabajo concienzudo para conferirle una identidad particular que la integre con la filosofía de cada bodega, la vocación de sus hacedores por moldearlas en formas únicas, y también con ese paisaje de albariño que cada vez vemos reflejados de forma más evidente en las botellas, ofreciendo innovación, complejidad, mineralidad y posteridad.
De éstos, esta edición recorre a través de cinco proyectos de vino repartidos por las Rías Baixas y la DO Rías Baixas, una pequeña muestra que ensambla un eje de albariño con compromiso de elevar esta variedad de uva atlántica a la aristocracia de las cepas nobles del mundo, conservando a la par la singularidad que le imparte su origen.
Fillaboa,
arte de albariño en O Condado
Desde lo alto del monte la finca muestra una panorámica tan imponente que casi hace sentir conquistador al que allí admira esa especie de mundo aparte, donde el sol atraviesa algo de bruma y ni siquiera el inspirador silencio puede imponerse a lo inefable del paisaje casi bucólico y enlazado por el río Miño, que serpentea, se dobla y parece que va haciendo acrobacias por Salvaterra en su ruta hacia el mar.
No es, pues, de sorprender, que la esplendidez de ese retrato de piedra y naturaleza hipnotizara a José Masaveu, para no dudar ni un segundo de hacerse con ese pedazo de terruño que le apetecía tener en Galicia, aceptando que su empresa de bodegas asumiera el reto de ver lograr envasar ese paisaje en botella.
En la DO Rías Baixas, pero no en las Rías Baixas, está la Granja Fillaboa. En Salvaterra do Miño, donde lejos del Mar Atlántico, el horizonte cercano coloca la mirada en la coqueta Moncão en Portugal, una histórica ciudad que comparte con Fillaboa una muralla de piedra que encierra secretos de sabor.
En el lado gallego del río hay una especie de clos, casi vecino a un puente romano a pasos de donde se pescan lampreas, y que encierra la parte original de la bodega donde hay, además, un aristocrático pazo residencia, una capilla y un apacible jardín de viña, un remanso exquisito con espíritu decimonónimo, retratado en las flores, el sol, los parrales y la piedra. Un pazo con trayectoria que llegó a pertenecer a la Casa de Alba y que que no siempre se dedicó al vino, sino más bien a otras actividades agrícolas, de ahí su nombre de Granja Fillaboa.
Algunos dicen que el nombre significa en gallego “hija buena”, pero otros prefieren interpretarlo en clave ventajosa, porque “fillar” significaba tomar algo, lo que es muy comprensible si se considera que la ubicación de ese trozo de tierra tenía un alto valor estratégico militar. Esto fue colocando a familias nobles de la zona en las riberas del río razón por la cual en Fillaboa no se fragmentó la tierra con cada nueva generación, sino que más bien se mantuvo indisoluble, alejándose del tradicional minifundismo gallego fruto de la meteorización de la propiedad entre herederos.
De que ya entonces se comerciaban y tenían fama sus vinos hay constancia en un anuncio publicitario local del siglo 1884, que informaba cómo se vendía el vino de La Fillaboa (una marca que se registró en 1912) por aquel entonces: “se vende este acreditado vino, tanto embotellado como en envase mayor. Precios del tinto, la pipa de 450 l, a precios convencionales, según las cosechas. El embotellado a pesetas, 1 pta. 1.50 en la botella. También blanco”.
Hoy Fillaboa es la finca más grande del registro de la propiedad de Pontevedra. El conjunto del proyecto se extende hoy por aproximadamente unas 70 hectáreas, parte de las cuales se adquirieron luego de que la propiedad se incorporara al Grupo Masaveu. Dos de éstas están en As Neves. http://youtu.be/oSf87WtqyrY
En el Monte Alto de la finca, ese con seductora panorámica a casi 100 metros de altitud, ubican las vides más viejas, algunas con medio siglo, que curiosamente están plantadas en espaldera, salpicadas por cubiertas vegetales en el suelo, en lugar de los tradicionales parrales con los que sí se conducen las cepas más abajo. Ahí nace el vino top de la bodega, el Finca Monte Alto, un esfuerzo por diversificar la gama de vinos del proyecto a través de una misma materia prima, que a esa altitud madura antes. Abajo, las vides de las viñas que casi rozan el Miño se destinan a los aguardientes de orujo que elabora Fillaboa, así como a la marca Atlantik.
La vendimia y fermentaciones se hacen por parcela. De ellas surgen, además del Atlantik, Fillaboa y Fillaboa Selección Finca Monte Alto, que se cría durante un mínimo de nueve meses con bâtonnage sobre lías finas. Antaño también se elaboró un vino fermentado en barrica.
Impresionante entorno al aire libre para catar los vinos. El Fillaboa 2011 es elegante, limpio y meloso, más frutal que mineral, conjugando recuerdos de frutas como la pera y el melocotón con notas tropicales. La fruta luego da paso a balsámicos con mucho eucalipto y notas de piedra mojada. Es un vino con más chispa y frescor que untuosidad, que gusta en boca y nariz. Un vino elegante y directo que concluye con finura y una sensación especiada.
El Selección Finca Monte Alto 2010 mantiene el frescor del Fillaboa, pero es más meloso, con recuerdos de membrillo y también intensa manzana, y una nota cítrica más oculta conviviendo con las notas de piedra. Un vino largo en boca que entra ligero, se desliza untuoso por el paladar y luego es un estallido de sensaciones en el retrogusto.
Fillaboa elabora también dos aguardientes de bagazo de albariño, uno blanco y otro envejecido siete años en roble francés, además de un licor de hierbas. La empresa no tiene destilería, pero sí una bodega muy integrada al aristocrático entorno que mira frente a frente al palacete de piedra repleto de arte, en el cual las botellas de vino se convierten en otra pieza de museo más.
Convencida de hacer buen vino y marca, más que mucho volumen, Fillaboa produce unas 300 mil botellas anuales de albariño. En bodega, depósitos organizados conforme a la finca de procedencia de las uvas y, adyacente a ellos, una pequeña sala que, en la oscuridad, cuenta con un amplio despliegue de pequeños depósitos donde se aíslan levaduras, ya que casi todas las empleadas en la fermentación son propias.
El interior del pazo es una especie de museo funcional, donde se exhiben casi como parte de la decoración de la casa, preciadas esculturas, pinturas y obras de artes de todas las épocas, parte de la colección de la familia Masaveu, que posee la segunda colección de arte privado en importancia de España, luego de la Thyssen.
A pocos pasos de allí, un tren recorre la ruta que lleva por la orilla del Miño. Es casi el rumor que rompe el silencio magnificado de este perímetro donde además de en el entorno y el museo, hay un sofisticado arte en cada botella de vino.
Mar de Frades,
el albariño azul del Salnés
El compás del tintineo del cristal azul se enlaza con las notas clásicas que inundan la sala de embotellado mientras van desfilando botellas que se embarcarán en un barco divino para sacar al mejor sabor del Salnés de travesía por todo el mundo.
La madre de las botellas piensa que acicalarlas al son de Bach o de Mozart contribuye a que el los vinos se tranquilicen mientras se embotellan y que el líquido que contienen transmita de manera quizás más transparente su esencia y su terruño, tan diáfana como la del paisaje que se divisa a través de esa zona acristalada con actividad invernal y vistas que terminan en el mar, tan azul, como el color de las botellas.
En este rincón de Meis en la Ría de Arousa ---la más amplia y con mayor riqueza biológica de las Rías Baixas gallegas---, empiezan su periplo los vinos de Mar de Frades, en una bodega que arría sus velas de piedra para navegar por un mar regido por la historia, la naturaleza, el río Umia que condiciona al valle del Salnés y la inspiración de los frailes que por los monasterios de la región y la ruta marítima del Camino de Santiago, peregrinaron y desembocaron plantando poco a poco un pilar de vid para la posteridad.
La bodega se fundó en Vilagarcía de Arousa en 1987, precediendo por poco la propia constitución del CRDO Rías Baixas en 1988. Siempre con albariño, porque en principio la indicación era “albariño”, y el albariño construyó las Rías Baixas de vino. Una visión revolucionaria y visionaria, que en 1993 replicó como signo de identidad en la botella el color azul del mar, rebatiendo incluso las normas reguladoras que circunscribían los envases al verde tradicional de las botellas del Rin.
Pero a fines de esa década, el grupo licorero Diego Zamora decidió expandir su negocio y determinó buscarle una compañía blanca a su tinto riojano Ramón Bilbao. Así, a inicios de la década del 2000 Mar de Frades pasó a manos de esta empresa, que pronto le haría una nuevo navío para navegar mares más distantes construyendo una nueva sede, en forma de barco de cristal, con un ancla de granito, y un árbol por mástil, dos elementos del entorno que se respetaron durante la construcción y permanecieron dentro de la nueva estructura de bodega integrada en el marco del paisaje y estrenada en 2007.
Con la nueva estructura llegó a Mar de Frades Paula Fandiño, directora técnica de la bodega, con raíces de viña entre sus ancestros. Como buena gallega, es apañada y decidida, amante de los retos, los inventos y la innovación, con un libro de vinos con páginas abiertas a toda posibilidad.
Caminamos la ruta de viñas casi al atardecer, mientras revolotean las mariposas. Recorriendo la Finca Valiñas, ésa a cuyo pie se enclava la bodega, Paula piensa y explica la uva por entre un marco de pinos y eucaliptos, a unos 150 metros de altitud, divisando la ría, al río Umia desembocando en ella, una jungla de bateas de frutos del mar y al sol posándose sobre sus quietas aguas. Una imagen de mar y sal que buscan retratar en el vino, transportada por la brisa que rocía las parcelas y les confiere un microclima singular.
Finca pobre que incluso hay que regar, Valiñas se compró con muy pocas hectáreas que se han ido expandiendo y plantando con vid. Pero lo importante es que entre lo que trajo el barco en esa viña insertada en el monte, fueron viñas viejas, de casi cuatro décadas. Una parcela que es relativamente pobre, y en la que casi a ras de suelo ya se perfila el granito que se descompone con facilidad y da identidad a los vinos de Rías Baixas.
Además de las de esta parcela, Mar de Frades surte sus uvas de un conjunto de unos 155 viticultores, que Paula visita con regularidad, y que han resultado ser una fuente de ideas para mejorar el producto. “Antes de mi llegada no había una comunicación estrecha con los viticultores, quienes se han vuelto cada vez más receptivos al ir constatando los frutos favorables de nuestras recomendaciones”, explica a Divinidades.
En vendimia un control minucioso a la entrada de las cajas siempre azules de uva. Toman muestras justo a la puerta, para medir allí mismo, acidez, grado, alcohol, rastros de botritis o residuos fitosanitarios. Toda la uva se procesa el mismo día que se recibe, aproximadamente unos 50 mil kilos diarios.
Según el destino de la uva, que en Mar de Frades recorre una amplia gama de estilos, las albariños se prensan o van a un macerador Ganímedes que usa carbónico para evitar la oxidación y enriquecer el mosto. El CO2 es una constante en la bodega, aplicándose a diversos procesos a lo largo de la elaboración, siempre con el fin de evitar la oxidación por la sutileza de la variedad. Hay, además una serie de cuatro depósitos pequeños que salen de la prensa para repartir los diversos tipos de mosto entre los depósitos de mayor dimensión y comentar a fermentar.
Casi adyacente a la sala de depósitos de acero, otra más pequeña con barricas de Finca Valiñas en crianza, que contiene también en la oscuridad los pupitres donde descansan las botellas que se convertirán en el albariño espumoso brut nature, con que la bodega está cautivando el mercado.
Cuando el primero termina de fermentar, se deja decantar las lías realizando bâtonnages mensuales a las lías más finas, permaneciendo en reposo varios meses.
El seductor espumoso realiza su degüelle y embotellado a pocos pasos de allí, en la acristalada sala de embotellado donde de manera aún manual, se organizan y terminan las burbujas de albariño.
Así se recorre un panorama del que ya hubo pizcas poco antes en Enofusión, con un Mar de Frades 2011, con muchos mentolados, balsámicos y regaliz que trasladan directamente al monte que rodea la bodega, y donde también aparecen albaricoques, manzanas, salvia y matices salinos y vivaces en la punta de la lengua, revelándose con mineralidad, redondez y untuosidad que va adquiriendo a medida que gana presencia en copa. Difícil selección entre su Mar de Frades 2012, salido hace poco al mercado, y que mantiene las notas balsámicas a regaliz y eucalipto expresivas de la campiña aledaña, pero mostrando una fruta más acompotada, más pulposa, y recuerdos más próximos a sandía, litchi, y notas tropicales a piña, naranja o limón. Un vino más alegre, más fresco, más largo en boca pero más recto y con menos capas en su final.
El Finca Valiñas con crianza en lías 2011 muestra sutiles tostados y notas a mantequilla conjugadas con manzanilla, hierbas medicinales, una piza de vainilla, aromas a monte y mayor complejidad. Los Finca Valiñas se estrenaron con la cosecha 2005, siendo la de 2007 la primera elaborada por Fandiño.
Una novedad para algunos paladares es el Valiñas by Ramón Bilbao 2012, un albariño que se posiciona como continuación de la marca Ramón Bilbao, con indicación de su variedad y ubicación geográfica. Un vino con tapa rosca para el mercado de los Estados Unidos, basado en partidas con un poco más de azúcar residual, bajo en alcohol y que tiene tonos de pera, tiza y la persistente salinidad, siendo fácil, fresco y menor complejidad.
El Mar de Frades Brut replica el carácter varietal de la albariño, con burbuja, chispa, frescura y sólo un panorama de deleite. Una cata de copas en diversos formatos constata que donde mejor se expresa esta efervescencia de albariño es en copa tradicional de vino y que, de una a otra, su perfil cambia dramáticamente. Entre los planes futuros de la bodega y de la inquieta enóloga, elaborar un espumoso tinto en Rías Baixas.
Además de sus blancos tranquilos y efervescentes, Mar de Frades elabora aguardientes de orujo que, en la destilación del bagazo, sólo retienen los corazones. Azules, por supuesto.
Tres amigos de albariño con alma y audacia en O Rosal
La imagen ya anticipa algo diferente. Ese diseño vibrante, de estética llamativa y una proyección precisa, clara y moderna anuncia que el mensaje dentro de la botella aspira a no ser habitual.
Los que dan paso a los vinos tampoco lo son. Y los matices desconocidos de la albariño que estos tres amigos de las uvas atlánticas están convencidos de querer extraerle en su nuevo proyecto de vino marcan una frontera de sorpresa y aspiraciones por dar a conocer que Galicia es una tierra de grandes vinos con gran potencial aún por desvelar.
Un inglés, un francés y una española suman las esquinas de un triángulo que apuesta con pasión, humildad y convicción por los vinos y el patrimonio vitícola de Galicia. El eje de albariño extiende su línea hasta Burdeos, donde se encontraron dos de las puntas mientras estudiaban viticultura y enología.
Fue allí donde se conocieron Laura Montero y Dominique Roujou de Boubée, juntando a España y Francia en una familia que, además, tendría hijos de vino. Primero en Cataluña, donde Laura fue directora técnica de proyectos como Clos d’ Agon o Raventós i Blanc, y desde donde Dominique comenzó a abarcar como asesor enológico una excitante diversidad de proyectos de vino en Atlántico y Mediterráneo.
Pero un día la pasión por la tierra de los ancestros de Laura y sus uvas pudo más, trasladándose a Galicia para emprender sueños conjuntos de vino, una ilusión por llevar el potencial de la tierra más allá, sin adornos, pero con sinceridad. Y ahí cerraron el triángulo con Franck Massard, Master Sommelier, Mejor sumiller del Reino Unido (1996) y director de Epicure Wines, el tercer amigo de la ecuación de uvas atlánticas que se estrenan con Alma y Audacia.
Con mayúscula, Alma y Audacia son las etiquetas del proyecto Les Trois Amis, uno que se basa en la viña y el rapport entre las personas. Los amigos son enamorados del buen cultivo y las cosas bien hechas y en la subzona de O Rosal hallaron la parcela correcta para elaborar un vino de albariño que se inspira en la longevidad de los grandes Rieslings alemanes y los albariños de antaño, busca capturar en botella la esencia de una zona y divulgar a los aficionados del mundo la singularidad de los excepcionales terruños que pueden hallarse en Galicia, así como su convencimiento como elaboradores de que pueden hacerse albariños que duren tres décadas.
“Nuestro objetivo es hacer un muy buen vino de albariño que muestre la complejidad de la uva y que no se muestre como un estereotipo de vino fácil”, explica Roujou de Boubée a Divinidades, explicando que aunque en tiempos recientes se le ha asignado este potencial de guarda a la godello, tanto él como Laura entienden que es la albariño, con una mayor acidez, la que a largo plazo lo revelará mejor.
La vida de Roujou de Boubée discurrió entre París y Niza, antes de obtener su título de doctor en viticultura y enología por la Universidad de Burdeos, ciudad donde trabajó bajo las órdenes de prestigiosos bodegueros y consultores como Denis Dubordieu o Jean-Claude Berrout. Tras siete años en España, hoy día asesora en en el país a bodegas como Marqués de Valdueza (Extremadura), Bodegas Los Frailes (Valencia), Adega Pombal (DO Rías Baixas), Ponte da Boga (DO Ribeira Sacra), El Mago con sus garnachas ecológicas (DO Terra Alta), así como otros proyectos en Priorat y Montsant, pero son Les Trois Amis su vocación más apasionada y reciente.
Alma surge de El Sobral, una parcela plantada hacia el monte en el corazón de O Rosal, sobre suelos de esquistos descompuestos y menos fértiles. Un concepto que sigue más la filosofía borgoñona de los crus de embotellar las mejores parcelas, en contraste con el modelo bordelés de decantarse por las mejores mezclas.
“Algunos suelos en Galicia tienen demasiada materia orgánica; en otros lugares sería imposible que la uva fructificara lo que muestra la grandeza de la albariño, y su capacidad de prosperar en condiciones que no son las más adecuadas para el cultivo de uva”, indica Roujou.
La parcela ubica entre las viñas de Quinta do Couselo, y se fragmenta en bancales con espaldera en su parte superior y parrales en la de más abajo. Un pedazo de tierra que no recibe tratamiento especial, sino que sigue los mismos que esta bodega da al resto de sus uvas, que tienen una edad media de 11 años. Así que es el buen hacer de los amigos y la prolongada crianza en depósito, con lías, de unos nueve meses, lo que confiere al vino su identidad.
En Alma, primero la imagen y tras de ella la nariz. Su cosecha 2011 se estrena austera, tímida, y tarda en ir revelando matices y floreciendo en copa. Un albariño diverso, muy fino, armonioso, muy elegante y muy persistente que se estrena salino y poco untuoso, pero que va engrosando su textura en copa a medida que van prevaleciendo notas florales y una importante sensación de mineralidad, en conjunción con aromas a fruta de hueso. Apenas tres mil botellas que los enólogos recomiendan decantar, y también guardar, pues consideran que aunque el vino está listo para consumir, será durante los próximos tres a cinco años que desarrollará una personalidad propia.
Como complemento al Alma, Audacia, un tentáculo de los tres amigos en Valdeorras ---tierra próxima a la Ribeira Sacra donde Roujou ya trabaja---, y que surgió al ver la demanda que hay por la godello. En contraste con la primera etiqueta, Audacia combina uvas de dos parcelas ---Os Pontones y O Cabalín--- situadas entre 400 y 630 metros de altitud, una con suelo de pura pizarra y otra de suelo arcilloarenoso sobre pizarra descompuesta.
Al igual que sucede con Alma, Audacia se elabora en una bodega de la denominación, donde se vinifica de una forma bastante similar, reposando nueve meses en depósito con sus lías. Audacia es más expresivo que Alma, con una boca fresca, más grande y envolvente, por la que van desfilando memorias de melocotón, de talco, de piedra y algún fruto seco que perduran en el paladar, junto con su untuosidad y notas salinas. Cuatro mil botellas en la añada 2011 que también recomiendan decantar y que anticipan revelarán todo su potencial en los próximos dos a cuatro años.
Además de chef de vins, Roujou es también un excelente chef de cuisine, con una atinada intuición para los maridajes, una buena mano para confeccionar deliciosos platillos dulces y salados, y un exquisito gusto para los productos más delicatessen, como los quesos españoles, que se asegura de tratar a la mejor usanza del gourmetismo francés y compartir con los amigos.
“No pienso en la comida cuando elaboro el vino, pero cuando el vino está hecho, sí”, afirma. Porque en la cocina de uvas atlánticas, que igual se expande aún más, Les Trois Amis recrean los valores que también guían a sus hacedores en su relación: amistad, generosidad y disfrute en compañía, un compartir que es la esencia que debe guiar a cualquier vino.
Una isla altar de albariño en Barbanza
En un punto u otro de la finca suena perenne el rumor del río. Como un ser omnipresente que baña de paz y refresca con belleza el entorno campestre a pasos del mar, el agua que fluye arrastrando tiempos pretéritos y relatos de vid es un hilo conductor que se fragmenta en dos, rodeando a una especie de isla interior que se erige como un mágico enclave de piedra añeja y verde monte que sirve de marco para algunas vides prefiloxéricas de albariño y botellas doradas que pretenden envasar los secretos de albariño, como se relataban antaño.
En la Ría de Arousa, en las laderas de la Curota que miran al sol, hay una pequeña bodega entre dos ríos. Allí, en Barbanza y abrazando a Iria, tierra del insigne Camilo José Cela quien, sin duda, habría podido escribir algunas de sus mejores letras inspirado por la mágica hermosura de este enclave casi ignoto.
Igualmente desconocidos son los Vinos de la Tierra de Barbanza e Iria, una de las tres indicaciones geográficas gallegas de vinos de la tierra. Reconocida como tal en 2006, es la que ampara los vinos que se elaboran Entre Os Ríos, que así se llama la bodega y el complejo, por el que aparecen salpicadas esculturas pétreas y hasta lápidas de cementerio rescatadas por el valor de sus ancestrales símbolos celtas y astrales.
Piedra y agua son el eje de puentes y estanques apacibles, que recuerdan el romance granadino de los árabes con el agua y van lavando o nutriendo naranjos, perales, limoneros y árboles de membrillo y por supuesto, la viña aledaña.
La descubrió casi por casualidad Francisco Crusat, y quedó tan maravillado con esa hectárea y media de esplendor de historia y naturaleza, que no dudó en comprarla de inmediato y pronto se puso manos a la obra para restaurar y componer todo el proyecto.
Décadas después, a la vera del mar de A Pobra do Caramiñal se desplaza con boina y abrigo Crusat, abogado de profesión, enólogo autodidacta y bodeguero de vocación. A exiguos kilómetros de Entre Os Ríos y su espacio bucólico, a Pobra contrasta completamente con sus fábricas conserveras y su puerto pesquero impregnado de aroma a barco y fruto de mar.
En este entorno en que sorprende que a tan poca distancia haya un cambio tan enorme entre el paisaje marino y el de la montaña, el vino se vuelve un alimento más del mar, nutrido por el mimo que Crusat y su esposa María Teresa imparten a este proyecto de familia.
A él, sus padres le enseñaron a beber vino pronto. Y con apenas 15 años, se le exigía saber distinguir un vino de otro. Su padre era muy entendido en vinos y en casa de su familia materna incluso lo elaboraban. Eran los tiempos en que el vino se veía a plenitud como alimento, saber de vinos era parte de la cultura y se enseñaba a apreciarlo del mismo modo que se educaba para apreciar la música o la pintura.
Así que no fue de extrañar que él pasara progresivamente de beberlo a elaborarlo, convencido de que el vino era mucho menos aburrido que las leyes y que le generaría sensaciones de ensueño, un romance emocionante en que las botellas se asemejan a una pasión femenina.
Primero llegó la casa, hace casi tres décadas y luego llegó el vino. Una afición para consumo casero. Y luego la casa se extendió para acoger a otros como una hermosa y acogedora hospedería rural. Y después vino más vino, para que lo bebieran otros. Así nació la Adega Entre Os Ríos, con un suelo de frondoso jardín de flores, donde se heredaron cepas centenarias de albariño, que se fueron clonando y reinjertando sobre cepa americana para que retratara la historia en el terreno y confiriera una identidad única al vino. Y ésa, la personalidad, es una clave de Altares, que así se llama el vino emblema de la bodega, inspirado por el nombre que se daba en gallego arcaico a los bancales.
Sabor ancestral
Barbanza es una península que forma Rias Baixas y es llana por encima, muy abrupta en el centro y con un declive marcado hacia el mar. A pesar de ser una zona que dispone de buena insolación en invierno y en verano, la topografía hace que la ladera de cultivo en Barbanza sea corta y por eso la agricultura no tuvo mucha importancia y los pobladores de la región, prefirieron faenar en la mar. A mediados del siglo XIX, a causa de la filoxera y la sobrepoblación, los habitantes emigraron a América, una diligencia beneficiosa a largo plazo, pues al abandonarse la agricultura, no se replantaron los viñedos perviviendo las auténticas cepas viejas de la región.
Las viñas casi abandonadas pronto se volvieron atractivas para otros viticultores, no tanto por sus cepas viejas, sino por el derecho a plantarlas, con lo que de la subzona del Salnés, en Rías Baixas, venían a comprar derechos de plantación a Barbanza, lo que estimuló que algunos apasionados de la zona empezaran a crear una conciencia entre sus vitivinicultores para que valoraran su territorio y no vendieran a otros el derecho a su posesión, que les permitía trasladar esa viña a otras zonas de Galicia. Así se valoró lo antiguo de la tierra, igual que los Crusat valoraron su vieja casa, un punto de encuentro de antiguas familias, que persiste hasta hoy.
Los Vinos de la Tierra no son denominaciones de origen. Una diferencia importante es que no son supervisados por un Consejo Regulador, sino por las diferentes comunidades político-administrativas a las que pertenecen.
Y así se constituyó en 2006, la indicación Vinos de la Tierra de Barbanza de Iria, una que por geografía realmente podría ser más parte de las Rías Baixas que otras de las subzonas que forman parte de éstas, pero que, de momento, ha preferido mantenerse con propia individualidad, aunque no descarte adherirse a la denominación de origen. En esa diminuta indicación apenas han tres bodegas, de las cuales sólo dos hacen vinos de calidad.
En Entre Os Ríos, una de ellas, la filosofía es la de volver a los albariños de antaño, ésos que no se bebían recién embotellados, para poder generar una rentabilidad más inmediata. El albariño fue siempre un vino que ganaba con el paso del tiempo y que acostumbraba a beberse cuando ya iba madurando en botella. Es precisamente, el trazo que empieza a demandar el consumidor actual y caracteriza a Altares de Postmarcos, el vino bandera de la bodega, que toma el nombre de la parroquia de Postmarcos y sigue otro signo de identidad, la fermentación maloláctica, que Crusat opina es algo esencial para la albariño, pero también un reto, porque hay que controlarla bien para que no se pierda la frescura que confieren los ácidos málicos, sino que haya un buen equilibrio con el láctico que aterciopela al vino. Otro secreto es la maceración con hollejos antes de prensar las uvas, lo que ayuda no sólo a ganar color, sino a la maduración del vino.
La bodega es funcional y artesanal, pequeña, que no diminuta, pero cómoda, y sobre ella hay también un salón de actividades con magníficas vistas. En vendimia se prensa de mañana y tarde y, además de macerar la uva antes de ello, luego de prensada se dejan decantar los mostos por varios días para eliminar impurezas, antes de proceder a la fermentación, usando siempre levaduras autóctonas. Luego de concluida ésta se aporta algo de frío y luego durante tres meses al vino se le agitan varias veces las lías mediante remontado, antes de hacer la fermentación maloláctica y otros trasiegos y trabajos previos al embotellado, luego del cual se deja reposar antes de sacar al mercado.
Se toman lo que Crusat denomina las “herramientas” de bodega, antiguos vasos para servir vino blanco que se emplean en lugar de copas para ir catando los vinos en depósito. Un anticipo de lo que vendrá. 2012 más intenso que su predecesor de 2011, aún sin terminar su embotellado. El 2012 se perfila fresco, complejo, afrutado e intensamente mineral, algo que no extraña considerando el origen granítico y de esquistos de los suelos. Algunos Altares son tan minerales que hasta se pueden percibir notas ahumadas aunque no hayan tenido contacto alguno con la madera. Crusat piensa que la albariño no es una variedad apta para la madera por considerar que ésta le desnaturaliza sus aromas.
Pero para realmente percibir los Altares de Postmarcos, la cosecha 2010, un albariño monovarietal que retrata la aspiración de su hacedor. Un vino limpio, de dorado más intenso, gran untuosidad en boca, fiel reflejo de su crianza en lías, una textura aterciopelada pero fresca, que envuelve una deliciosa nota oxidativa reflejo de su evolución, con perfecto equilibrio entre acidez y alcohol.
La bodega elabora 20 mil botellas de este monovarietal sobre lías, además de una segunda etiqueta más básica y sin crianza en lías, Casal do Monte, un ensamblaje de albariño, loureiro y treixadura, que le aproxima a los vinos de la subzona de O Condado. También hacen escasas botellas de un mencía joven, Pintadouro. En total unas 30 mil botellas en conjunto cuya producción esperan poder incrementar. Desde 2007 se comercializan bajo el amparo de la VT Barbanza e Iria.
De forma experiemental han plantado también algo de raposo, otro nombre para la branco lexítimo, una uva autorizada en los reglamentos del vino en Galicia hace unos dos años, y que también se emplea en Asturias donde se conoce como albarín.
Para disfrutar los vinos, nada mejor que el entorno especial de la casa rural que acompaña la bodega, con seis habitaciones muy personales, tradicionales, pero todas las comodidades modernas, donde los huéspedes se sienten como amigos, que es la mejor forma para disfrutar del vino.
Pazo Baión, los nuevos aires de un pago de albariño en el Salnés
Las bebió el Papa Benedicto XVI cuando visitó Santiago de Compostela y sin duda sus sorbos pusieron en evidencia los avances de un proyecto ambicioso y respetuoso. En apenas dos años, además ir dando forma al vino, el palomar ha cobrado también forma como sala de catas con una inspiradora privacidad que evoca la religiosidad y la pausa con que muchos se aproximan al vino. También se han empezado a ver con mayor resolución y elegancia la siluetas nuevas de la entrada y el jardín, con una escolta de tilos y esculturas, y un riachuelo que lo atraviesa, definiendo con mayor claridad y rumor este refugio repleto de aromáticos naranjos, limoneros, un césped plagado de margaritas y hasta un olivo junto al palomar. Un vergel de frutas y flores que complementa al más importante jardín de uva que rodea el eje central del pazo.
Un panorama vislumbrado por el gallego César Portela, uno de los más reputados profesionales en arquitectura paisajística y que se extiende por unas 30 hectáreas de superficie de las que hay unas 22 plantadas con cepas de albariño en promedio de más de 35 años. Una superficie contigua y excepcional en el marco minifundista de la viña gallega, que convierte a Pazo Baión en uno de los escasos vinos de pago de Galicia. Portela ha intentado no hacer algo nuevo, sino emprender una remodelación profunda en la que se han conservado todos los valores existentes en el conjunto, de tipo histórico, botánico y paisajístico, rehabilitando aquéllos desaparecidos o dañados, aportándoles sentido e introduciendo, además, nuevos valores, siempre en armonía con los elementos existentes y la funcionalidad.
En ese proyecto viñas y bodegas son un elemento más de la arquitectura del paisaje, en la que la arquitectura de vinos está a cargo de José Hidalgo, uno de los grandes, pero más discretos, enólogos de España.
La zona donde ubica Pazo Baión siempre estuvo vinculada al vino, con una diferencia importante de elaboración. En las fincas de las familias pudientes éste se elaboraba para disfrute, mientras que para el resto de los elaboradores, el vino tenía una función de alimento. En Baión antes se hizo vino en pequeñas cantidades, aunque el espacio con el tiempo se destinó más bien a vaquería que a bodega.
Por el convencimiento del gran potencial inexplotado de la albariño, en la década del 1970 estudiosos anclaron en Pazo Baión la primera plantación de esta uva hecha con criterios técnicos en Rías Baixas, algo que inspiró al desarrollo de un proyecto de comercialización que no prosperó, y del que apenas quedaron muchas de las cepas de la vid. Incluso durante la época negra en que el Pazo fue propiedad del narcotraficante Laureano Oubiña, éste elaboró su vino, designado también Pazo Baión, uno que precedió a la creación de la DO Rías Baixas.
Entre las parcelas más bajas y más altas del pago de Pazo Baión hay una diferencia de unos 120 metros, que remarcan ese rico microuniverso con diversas orientaciones al sol, variaciones de altitud y distintas temperaturas que inciden en la maduración de la vid. En común un suelo sábrego, de origen granítico, suelto, poroso y con mucha materia orgánica. Todo esto, unido a la elevada edad de las cepas, son claves que transmiten al vino su tipicidad y complejidad sensorial.
En el Salnés predominaban los tintos de uva espadeiro aunque en las casa nobles se elaboraban tintos y blancos, predominando los últimos.
Xavier Zas,
Gerente
A partir de la cosecha 2008, Hidalgo, en conjunto con la enóloga Lucía Carballeira, se hicieron cargo del renacimiento de los vinos de Pazo Baión, que desde 2010 vinifica enteramente en las renovadas facilidades de bodega en el propio paraje. Un espacio funcional, limpio e integrado también en espíritu con la línea paisajística concebida para todo el conjunto del proyecto. El que la viña rodee al proyecto contribuye a la prontitud con que ésta se procese en bodega durante la vendimia.
Una vez realizada la fermentación de los mostos en acero inoxidable, los vinos permanecen en depósito por unos cuatro a seis meses más, conviviendo con sus lías que se bastonean con frecuencia para evitar olores inadecuados en el vino. Luego permanecen en rama (turbios) y con algunas lías hasta que se estabilizan y embotellan, para volver a reposar varios meses más antes de su comercialización. Apenas 40 mil botellas se comercializan de esta etiqueta.
El paisaje de la cosecha 2011 se retrata con elegancia en copa como el diseño moderno y minimalista que intenta reflejar el espíritu que se quiere imprimir al proyecto. Pálidos tonos paja que dan paso a una nariz por donde se pasean manzanas, persistentes melocotones y recuerdos a tiza, talco y piedra mojada, matices a flores blancas y hierbas como la salvia o el hinojo, sazonados con frescura y notas salinas, donde la esencia del terruño y la filosofía del vino prevalecen por sobre la textura aportada por la crianza en lías, que lo va engordando sin tornarlo denso. Un ecosistema que se expresa nítidamente en el vino, y con transparencia del terruño de donde nace.
Uno de los frentes más importantes de Pazo Baión es el enoturismo, del cual busca ser un referente en España y Galicia, no en balde unas de las razones de Condes de Albarei para adquirirlo, además de la viña, fue el haber hallado en él el espacio idóneo para potenciar un anhelado proyecto de turismo del vino. Bodega y viña ubican en la Parroquia de San Juan de Baión, a la orilla izquierda de la Ría de Arousa y entre los siglos XVI y XVIII se conocieron como Casa y Torre de Fontán y son precisamente su origen y metamorfosis arquitectónica, histórica, enológica y solidaria las que forjan el corazón del libro “Pazo Baión”, con que la bodega ha obtenido recientemente el premio Gourmand al mejor libro de vino para profesionales.
Aunque la bodega no excluye expandir su radio de acción vinícola, de momento prefiere enfocarse en consolidar la marca Pazo Baión. Ponderando ese largo porvenir tontean experimentando con otros trabajos enfocados en la crianza del vino. Una andadura que estima tardará unos cuatro a cinco años en redondear este proyecto, que contempla quizás la creación de un hotel, en una ruta en que independientemente de todo lo que la complemente no olvida que Pazo Baión es una bodega, y que su negocio es el vino.
Pazo Baión es también sinónimo de labor social, ya que en recuerdo a los tiempos turbulentos que provocó su anterior propietario, el 5% de las ventas actuales se destinan a programas de ayuda a drogodependientes. La bodega, además, ha aportado a la reinserción socio-laboral de exdrogodependientes, quienes realizan tareas diversas en la bodega a través de todo el ciclo vegetativo de la vid. Un proyecto, que además de la metamorfosis de su espacio y de su vino, espera también poder contribuir, a través de la vid, a la metamorfosis de las personas.
¿Dónde comprar además de en España?
Fillaboa: Vinos, SA (República Dominicana), Vinesp (México), Porto Mediterránea (Brasil), La Enoteca de Ballester (Puerto Rico), Mega Tradición (Colombia), Folio Wines (Canadá y Estados Unidos), Di Masi (Venezuela)
Mar de Frades: Medimex (Panamá), V. Suárez y Costco (Puerto Rico), Manuel González Cuesta (República Dominicana), Deutsch Family Wine & Spirits (Estados Unidos), Casa Cuervo (México).
Alma y Audacia: La Vinoteca de Xabi (Santiago de Compostela), y en Suiza, Bélgica, Inglaterra, Noruega, Hong Kon, Holanda y próximamente Estados Unidos.
Altares: Vinoteca O Beiro (Santiago de Compostela)
Pazo Baión: El Almacén del Vino de B. Fernández (Puerto Rico), Colección Internacional del Vino-CIV (Estados Unidos), La Europea e Importadora Colombres (México), Union Liquors (Japón)
Para actividades enoturisticas en Rias Baixas: [email protected]
Tesis de albariño
“Estudio de la composición fenólica de la variedad albariño (Vitis vinífera, L.) en la Denominación de Origen Rías Baixas”, es el título de la tesis doctoral realizada en la Misión Biológica de Galicia (CSIC, Pontevedra) por la bióloga Sol Zamuz Castro que aisló e identificó más de 100 compuestos fenólicos en nueve mostos de la Denominación de Orixen Rías Baixas elaborados con la variedad albariño, y permitió también aislar e identificar 29 compuestos bioactivos, que se definen por tener un papel potencialmente útil en la salud humana, un papel atribuido tradicionalmente a los vinos elaborados con las variedades tintas.
“Los compuestos fenólicos juegan un papel importante en el color, olor y textura de las uvas y vinos, y su consumo regular se asocia a efectos beneficiosos para la salud. Por eso, la comunidad científica que trabaja en el campo de la viticultura está incorporando entre sus líneas de investigación diversas cuestiones relacionadas con estas sustancias. Por ejemplo, en el Grupo de Bioquímica de la Vid de la Misión Biológica, en el marco de un proyecto de investigación financiado por la Xunta de Galicia, estudiamos recientemente la evolución de los compuestos fenólicos de las principales variedades de uva cultivadas en Galicia”, explica Antón Masa, científico del CSIC en la MBG y director de la tesis quien explicó que los análisis sobre la albariño hasta ahora se habían limitado a algunos compuestos y que esta tesis permitió el aislamiento y la identificación de numerosas familias de compuestos fenólicos presentes en los mostos.
El objetivo era indagar en la composición fenólica de los mostos elaborados con la variedad albariño y abordar las numerosas familias de estas sustancias presentes en esta uva blanca, con el fin ulterior de contribuir al conocimiento de la variedad albariño y, por extensión, al de la vid, profundizando en aquellos aspectos en los que los compuestos de naturaleza fenólica juegan un papel importante.
La investigación se realizó con muestras de nueve mostos de albariño procedentes de tres de las subzonas de la Denominación de Origen Rías Baixas: el Condado de Tea, O Rosal y O Val do Salnés.
Para garantizar la representatividad de las muestras utilizadas se eligieron bodegas con viñedos distribuidos a lo largo de toda la subzona y que elaboran los mostos a partir de una mezcla de uvas de todas las parcelas. La uva se recogió en el momento óptimo de la maduración y se procesó en la propia bodega. Después, se trasladó el material a los laboratorios de la Misión Biológica donde se procedió a la extracción y cuantificación de los compuestos fenólicos y al análisis de los extractos. Completar el estudio tomó cuatro años y requirió de una metodología muy compleja que aporta a cómo se realicen futuros estudios de esta índole.
La combinación de estas técnicas permitió aislar un total de 121 compuestos fenólicos de los que sólo no pudo identificarse una docena. Entre otros hallazgos se identificaron diez compuestos que no fueran encontrados nunca en mostos y cinco no identificados antes en el género Vitis.
Entre los compuestos aislados e identificados en la tesis destaca el phloridzin, característico de las manzanas y relacionado con la resistencia de las plantas a distintos estreses. “Esta hallazgo abre una importante vía de trabajo en el campo de la mejora genética de la vid, pues permite seleccionar y reproducir ejemplares con mayor contenido de esta sustancia. Estos ejemplares podrían ser menos susceptibles a los ataques de patógenos y a las condiciones ambientales desfavorables”, dijo Zamuz.
La autora de la tesis es licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad de Santiago de Compostela, en cuyo Departamento de Microbiología inició su carrera investigadora que prosiguió en la Misión Biológica de Galicia al incorporarse a ésta en 2004 para presentar su tesis de licenciatura con la que inició sus estudios en la caracterización de mostos y vinos, En el año 2007 pasó a integrar el Grupo de Bioquímica de la Vid de la Misión, donde realizó trabajos en el campo del análisis de compuestos aromáticos en mostos y vinos mediante cromatografía.
La familia de Peperetes
La fachada es minúscula pero tras ella se esconde un recinto lo suficiente amplio y acogedor como para abrir de par en par las puertas a los mejores sabores del mar de la ría. Impregnados de forma indeleble con ellos, la casita de conservas en Carril trabaja como una brigada de hormigas conservando para el futuro el placer en lata de los frutos de mar gallegos.
Cortan cabeza y cola, fragmentan la pieza en dos, le remueven la espina, la despiezan en filetes y así quedan listas las mejores sardinas para el proceso subsecuente de limpieza, salazón, deshidratación, cocción --- un control preciso de los tiempos de cocción a lo largo del proceso para que al final ni sobre ni falte---, y envasado que les aportará longevidad y frescura para un viaje que puede llevarlas por cualquier parte del mundo protegidos por el mimo artesanal con que han sido servidas en lata y presentadas en ella con la más fina estética de las creaciones culinarias de cualquier gran cocinero o la simétrica precisión con que desfilan los regimientos militares.
Son muchas las manos las que trabajan en este pequeño local que late con un corazón femenino que convierte los frutos de mar en peperetadas, frutos de mar deleitables transformados en latas de conserva que se crean a imagen y semejanza de cualquier vino artesanal.
Esas manos que también vendimian comparten con la familia de Jesús López un cariño especial por los productos gallegos y por poder explayar por el mundo sus sabores como saben en casa.
Pequeña empresa familiar en Carril, Los Peperetes comenzaron como un bar-restaurante familiar que fundó su reputación y prestigio en sus salsas y cocinas caseras. Un día, Jesús Lorenzo, el padre y descendiente de conserveros pioneros en la Rías de Arosa, decidió que quería retomar la tradición familiar y así perseguir su sueño de llevar las conservas de marisco y pescados gallegos a un nuevo nivel de excelencia.
Así, con la ayuda de su esposa, en 1990 comenzó a extraer lo mejor de los frutos de mar gallego más genuinos, y a sazonarles con los aliños caseros que hacía la dama de casa. Las conservas tuvieron una acogida tan favorable que en 1993 constituyeron formalmente Los Peperetes de Jesús Lorenzo, y crearon con la empresa un nuevo nicho de producto, una familia extendida para los alimentos gallegos y convirtieron en parte de la propia a los consumidores eruditos en materia de frutos de mar.
De apenas unas 50 latas que envasaban diariamente en sus inicios, hoy la empresa empaca unas cinco mil, gracias a una simple estrategia: producir conservas de alta gama empleando únicamente los más genuinos y exquisitos productos de las rías gallegas, diseñando una marca exclusiva, de alta costura, cimentada en una cualidad excepcional, una producción artesanal --- Berberechos que se desarenan de forma natural. Desconches de almejas que se realizan a mano. Navajas y mejillones eviscerados a mano---, y con una importante inversión en mano de obra que permite que los métodos tradicionales de elaboración, un estricto control de calidad y una estrecha participación de la familia garanticen la magnificencia del producto y una alta satisfacción del consumidor.
La selección de la materia prima es una de las claves del éxito de la empresa, que mantiene acuerdos con compradores locales que adquieren para Los Peperetes el mejor producto en las lonjas de diversas zonas gallegas, como si fueran crus de vino. Así hay vieiras de Cambados, sardinillas de Rianxo, navajas de Finisterre, berberechos de Carril y mejillón gallego con denominación de origen. Tan sólido es el compromiso de la empresa con la autenticidad del producto, que prefieren prescindir del envasado de alguna conserva si su marisco o su pescado no está disponible o no es óptimo, ya que hay productos que se trabajan el año entero y otros de temporada, y como las uvas, no todas las cosechas son abundantes ni benevolentes.
Los Peperetes comercializa un total de unas 30 referencias de las que se exporta entre un 70% a 80% de la producción. De Francia a China, de México a Singapur y próximamente de manera intensiva en todo Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico, gracias a su selección para integrar la cartera de productos de Think Food Products, el nuevo proyecto con que el cocinero español José Andrés, se adentrará en la importación y distribución de productos agroalimentarios españoles en Norteamérica. Ocho referencias estarán disponibles en estos mercados: navajas, berberechos, almejas, caviar de erizo, sardinas en aceite y en escabeche, mejillones a la gallega y en escabeche.
Percebes, caballa, pulpo en aceite o con salsa de ajada gallega, chipirones en aceite o en su tinta, cangrejo, huevas de merluza, bacalao, bonito, salsas y cremas gallegas son algunos de los muchos productos con que Peperetes deleita desde Galicia para el mundo.
Saboreando el encantador gusto de Puerto Rico
Por sexta ocasión, Saborea Puerto Rico tuvo la indiscutible misión de unir a miles de puertorriqueños y visitantes ---siete mil--- a la vera de las aguas del Atlántico y las suaves arenas de la Playa del Escambrón en la ciudad capital de San Juan. A unos por verdadera pasión de probar y descubrir y a otros porque les descubrieran en este encuentro en que el que ser foodie te convierte en socialité.
Así, durante dos días al son de las olas y otros dos más con actividades diversas, miles de ciudadanos se enfrascaron en el reto de recorrer pabellones de creaciones culinarias, bebidas de todo el mundo, alimentos de Puerto Rico, y de conocer de primera mano las creaciones que cocineros puertorriqueños residentes en la Isla y el exterior confeccionaron durante dos días en tarima, descubriendo que vale la pena no contar las calorías si la gastronomía se convierte en el eje central y aglutinador de la cultura popular.
Saborea se estrenó con la Student Food Challenge de Master Card, una competencia que en su tercera edición buscó fomentar el talento de los futuros cocineros de Puerto rico y exponerlos a una experiencia profesional en un evento de envergadura. Los estudiantes Mitchell Defendini, de UNE, y Esteban Montañez, del Recinto de Carolina de la Universidad de Puerto Rico midieron fuerzas optando por una beca de mil dólares.
Los competidores no siguieron estrictamente la regla de emplear ingredientes de Puerto Rico, no obstante, la esencia refrescante y tropical boricua fue la tónica que guió la creación de las recetas. http://youtu.be/LDFpz1l8NOQ
Montañez, ganador de la competencia, elaboró un carpaccio de vieira siguiendo el concepto de mar y montaña, en el que también realizó un tartare con papaya, mangó, aguacate, mostaza, rúcula y una vinagreta de higos, coronando al carpaccio de vieira con una vinagreta de tamarindo. Defendini confeccionó un trío donde los camarones fueron los protagonistas.
Un atractivo importante del evento fue el Pabellón de productos puertorriqueño, auspiciado por la Compañía de Comercio y Exportación, en el que se pudieron disfrutar productos como las Setas de Puerto Rico, o la miel de Apiarios de Puerto Rico. Esta empresa de Yauco, comenzó cuando un barbero del pueblo decidió hacer de la apicultura su afición, colocando colmenas en la finca de sus abuelos para elaborar una miel que empezó a vender en su barbería. Una miel que se caracteriza por no ser monovarietal, sino polifloral ya que proviene de néctares diversos. Tan buena aceptación tuvo ese dulce elixir que en 1985 creó la marca El Cafetal, que pronto empezaría a estar presente en los estantes de diversos supermercados y tiendas de productos naturales, y hoy llega incluso a la costa este de los Estados Unidos y es la base de las mieles de la casa que se sirven en diversos hoteles de Puerto Rico.
Otros productos con muy buena acogida fueron los Quesos Vaca Negra, un proyecto privado de elaboración de queso nacional a base de leche cruda de vaca. Vaca Negra elabora cinco variedades de queso con diversos grados de curación y algunos con variados sabores, como uno que lleva pimiento rojo y orégano.
En el Pabellón hubo además diversos rones artesanales con sabor, sangría, café, además de una selección de salsas Deadly Zings, que pretenden conjugar sabor y calor.
Pero quizás el principal atractivo de Saborea fue su Pabellón de Degustación, donde decenas de restaurantes y empresas compartieron bocados que sirvieron para conocer el espíritu gastronómico de sus establecimientos o propuestas, y que mostraron la oferta cosmopolita que caracteriza a los de la industria de restauración en Puerto Rico, donde además de los sabores criollos, cualquier residente o visitante puede hallar sabores de México, España, Oriente y mil y otro destinos de gusto.
En clave dulce estaban los de Hellmann’s, Splenda o Ghirardelli, con una oferta de brownies y cupcakes, y con un despliegue amplísimo los de Sary’s Basket Cake, con una colección en miniatura de delicias abizcochadas.
En la onda productos, Aceite de Oliva Español Betis ofertó crostini de setas con minipincho de churrasco que bañó en aceite de oliva y la nueva glasa de reducción de vinagre balsámico que presentó al mercado durante Saborea Puerto Rico, un producto que cautiva en Europa y que se espera pronto esté disponible en los estantes de los principales supermercados.
Por el Pabellón desfiló una oferta ecléctica de restaurantes como Texas of Brazil, que empacó a Saborea su rodizio; Frida’s, que sirvió crujientes jalapeño poppers; La Casa at Royal Isabela con ofertas de platillos con frutas y vegetales crudos acompañados de pescado, o una polenta de trufas con carne estofada y desmenuzada. De otros restaurantes no faltaron propuestas basadas en el tradicional arroz, desde el guisado con habichuelas hasta unos deliciosos arancini con salsa de ajo, sopas y cremas como las que sirvieron Jam o El Plátano Criollo.
Una de las recetas más demandadas fue la paella jíbara de Paellas y Algo Más, toda una tradición en Saborea, y entre los manjares más apetecibles, el filete de pez dorado en corteza de coco y servido con salsa verde y ensaladita mixta de arándanos y requesón del país de los estudiantes de artes culinarias del Recinto de Aguadilla de la Universidad Interamericana, o la suculenta pizza tropical de los estudiantes de MBTI, que convirtieron una masa de empanadilla en base para una carne estofada al BBQ coreano con queso fresco hecho en casa servido con pesto de perejil y nuez de pajuil. También en el área las muy agradecidas frutas frescas tropicales de supermercados SuperMaxx, que apostaron por los alimentos y creaciones saludables para sus degustaciones, una muy acertada selección.
En adición al de gastronomía, Saborea Puerto Rico contó con un Pabellón de bebidas, donde los asistentes pudieron refrescarse con cervezas, cócteles, refrescos, licores y vinos. De lo más sabroso y apropiado para el húmedo calor reinante, un refrescante mojito de amapola, frappé de capuccino de canela y también los champanes de Ambrosía Fine Wines, que evidenciaron estilos de champán bien demarcados, conforme sus ensamblajes de uva. Así el Varnier Fannière Cuvée St. Denis Brut Grand Cru NV fue un 100% Chardonnay que se destacó por su mayor estructura; el René Geoffroy Cuvée Brut NV, un ensamblaje de Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier, por ser más alegre y con una estructura más ligera; y el Pehu Simonet Blanc des Noirs Grand Cru Brut, monovarietal de Pinot Noir, por ser elegante y directo. Un lujo en este evento considerando que algunos eran champanes Grand Cru de terrenos muy singulares.
También se destacaron los rones de Destilería Serrallés, que con Don Q y Caliche tuvo una participación en diversas estaciones, demostrando su versatilidad en coctelería y mezclas con sabores de frutas muy refrescantes durante el evento, como los “Cali cocktails”, elaborados con Ron Caliche y que incluyeron un daiquirí de fresas, un cóctel de toronja y agave, y una receta de mojito original elaborada con Caliche, que disfrutaron privilegiados aficionados a espíritus destilados premium. Caliche es un nuevo ron super premium que Serrallés elabora en conjunto con el empresario Randy Gerber, y que presenta de una manera muy única la complejidad de un ron añejado con la suavidad y la versatilidad de un ron blanco.
Don Q ofreció también su versión del mojito y combinaciones de sus rones de sabores como el Don Q Coco o el Don Q Limón que se mezclaron, con jugos tropicales.
Serrallés también fue anfitrión de una demostración de “flair bartending” en la cual los mixólogos participantes mostraron sus dotes artísticos en la creación de alta coctelería, haciendo danzar y volar a las botellas de ron al son de música y alegría frente a decenas de espectadores.
Otro de los principales atractivos de Saborea fue un abarcador programa de demostraciones culinarias en tarima, donde una larga lista de dúos de cocineros puertorriqueños presentaron recetas de manera próxima y entretenida para entusiasmar a cualquier cocinero de casa a reproducirlas. Así, cocineras como Lorelei Carrión y Amelia Fitch enseñaron a preparar un ícono de postres caseros puertorriqueños, el dulce budín de pan, que confeccionaron con endulzador Splenda, en lugr de azúcar. Otros más arriesgados como Steve McQueeny, expusieron conceptos más vanguardistas como la paella servida sobre conchas de mejillón y “maridada” con piña colada en versión helado elaborado con nitrógeno líquido.
Otros dúos dinámicos de cocina incluyeron a los chefs Marisoll Hernández y Juan Cuevas, al televisivo Enrique Piñeiro con Damián Hernández, al pasado cocinero del año del Caribe y talentoso Fernando Parrilla con Jimmy Carey, o a dos puertorriqueños que laboran en Estados Unidos como Giovanna Huyke y Héctor Santiago, entre una muy extensa lista de cocineros con raíz puertorriqueña, que laboran en la Isla o el exterior, y quienes, a excepción de Kevin Sbraga, distaron mucho de todas las celebridades televisivas que antaño dominaron el evento, para enfocarse en la esencia en el plato y un deseo por transmitir a los asistentes a Saborea, la calidad del trabajo que hacen los cocineros boricuas, y la excelencia de los productos nacionales en los que fundamentaron sus creaciones.
Saborea Puerto Rico contó además con otros dos eventos complementarios, una celebración de Burbujas y Bocados en la que quince cocineros locales e invitados armonizaron un menú de tapas puertorriqueñas con bebidas espumosas, y otra Cena Privilegiada, en la que 20 de los más distinguidos cocineros de Puerto Rico confeccionaron en vivo menús de tres platos para mesas de 10 comensales.
Este evento se realiza anualmente a beneficio del Fondo de Becas de la Asociación de Hoteles y Turismo de Puerto Rico, la organización que representa el sector turístico privado en Puerto Rico. La próxima edición de Saborea Puerto Rico se programa para el fin de semana del 3 al 6 de abril de 2014.
Regresa el Puerto Rico Burger Lovers’ Fest
El domingo 9 de junio de 2013 desde las 9AM hasta las 7PM en el Parque Luis Muñoz Rivera se llevará a cabo el evento culinario más esperado del verano: Burger Lovers Fest, un evento único y diferente, cuya entrada es libre de costo.
Este festival gastronómico y familiar coloca a la hamburguesa ---uno de los emparedados más famosos del mundo y favoritos de Puerto Rico por su sabor y creatividad--- en el centro de las degustaciones.
El Parque Luis Muñoz Rivera en San Juan posee una localización estratégica, una belleza natural y una diversidad de espacios que provee para el esparcimiento y el disfrute de los asistentes. El Festival se complementará con música, artesanos, juegos en tarimas con regalos para el público, ventas y degustaciones de hamburger creativos para todos los paladares y mucho más.
Como parte del Festival regresan las competencias para buscar la mejor hamburguesa en las categorías “Open Burger” y “Beef Burger” a las que este 2013 se añaden dos nuevas, la búsqueda del mejor “Puertorrican Sandwich”, elaborado con el pan tradicional de agua o sobao, y la del “Rum Burger, cuyo premio lo otorgará, Rones de Puerto Rico. Los ganadores se repartirán miles de dólares en premios. Los asistentes podrán degustar recetas de hamburguesas tan creativas como las confeccionen los competidores, quienes pueden sorprender con algunas elaboradas con productos como pato, cerdo, res, ternera, pavo, tofú, salmón o carnes exóticas como el búfalo. Un panel de 10 jueces evaluará las creaciones a base de su sabor, presentación y creatividad.
Sólo se aceptarán 25 equipos por categoría y cada equipo sólo podrá tener dos integrantes.
Para participar de las competencias o en la categoría de exhibidor, los interesados deberán escribir al siguiente correo electrónico: [email protected]
Winecanting Summer Festival en Alicante
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Alicante realizará este año su gran fiesta de los Vinos Alicante DOP el día 10 de junio en los jardines del Museo Arqueológico Provincial de Alicante.
Se trata de la séptima ocasión en la que se realiza este evento que reúne a todas las bodegas de la denominación y a algunos otros productos protegidos ---como las Bebidas Espirituosas o los Embutidos de Pinoso--- en este entorno tan especial y que ha congregado a un creciente número de aficionados, restauradores, profesionales de la gastronomía y prensa que podrán conocer por primera vez y en un mismo espacio, las nuevas añadas, bodegas, y otras novedades, de la denominación. El evento se complementará con buena música, gastronomía, sorpresas y se presentará la promoción “Winecanting 2013” que busca encontrar a los mejores restaurantes que promocionan los Vinos Alicante DOP.
Caguas estrena Festival de Vino y Gastronomía Españoles
El Municipio de Caguas se ha apuntado al carro imparable de los sabores de España y el próximo sábado 11 de mayo, víspera del Día de las Madres, celebrará la primera edición de su Festival del Vino y Gastronomía Española, organizado por la Cámara Oficial Española de Comercio de Puerto Rico.
El Festival se celebrará de 6 de la tare hasta la medianoche en los Jardines del Botánico de Caguas, el cual se habilitará con carpas y ventiladores, habrá un salón cubierto para unas cien personas donde se pueden hacer catas y todo será amenizado por actuaciones musicales.
Además de una amplia selección de vinos españoles, se expondrán además platos confeccionados, así como una selección de productos españoles como conservas, embutidos, quesos y otros.
Este Festival pionero en Caguas forma parte de los esfuerzos que realiza la Cámara Oficial Española de Comercio para promover los productos españoles en Puerto Rico, una tarea su pilar en el Festival anual que esta organización lleva coordinando por muchos años, y que el próximo noviembre celebrará su 17ma edición en San Juan.
Brussels in the Sky
La capital belga y sede de la Unión Europea acogerá del 3 al 30 de junio próximos su primer festival gastronómico « Brussels in the Sky », que en conjunto con la empresa Dinner in the Sky elevará a los protagonistas de la gastronomía del país al aire.
Siete cocineros de Bruselas con estrella Michelin serán los protagonistas con que diariamente un selecto grupo de invitados podrán deleitarse a cientos de pies de altura con las creaciones de estos cocineros confeccionadas a igual nivel de altitud.
Vinoro, oro y paz
Vino, mucho vino, pero también deliciosas viandas, cuadros preciosos y todo enmarcado en una buena causa, la colaboración con la ONG Mensajeros de la Paz. Este es el resumen de la exitosa segunda edición de VINORO, un salón único en torno a los vinos de España ganadores de los premios Oro y Gran Oro en los concursos de 2012 y a más de mil apasionados enófilos.
Más de 20 bodegas y 50 etiquetas de unas 15 denominaciones de origen se dieron cita en el Hotel Ritz de Madrid paseando en copa lo mejor de Somontano, Galicia, Jerez, Toro, La Mancha. Rioja, Madrid, Lanzarote o la Ribera del Duero, entre otras zonas geográficas.
La degustación líquida se acompañó de una selección de alimentos españoles y otros platos elaborados. Los asistentes también pudieron adquirir productos gourmet, parte de cuyas ventas se donó a la ONG Mensajeros de la Paz.
Essência Porto
Texto: Rosa María González Lamas. Fotos: Viajes & Vinos ©
3,500 etiquetas, 350 productores predominantemente de Portugal y más de 23 mil asistentes en cuatro días. ¿Puede hablarse de crisis? Del vino ciertamente no. Y de Essência Porto, menos. Todo lo contrario, el proyecto continúa expandiéndose en y fuera de Portugal, país donde se estrenó hace una década y donde ha reflejado el nuevo espíritu del vino y la gastronomía lusos.
Diez años durante los que el más importante evento nacional de vino ha sido testigo de los cambios acaecidos en el mundo del vino, pero también ha sido una influencia trascendental en la evolución del mercado del vino portugués.
Con su epicentro en la capital del vino luso, Oporto, Essência Porto enlazó un año más un impresionante programa de catas, como complemento de las degustaciones que se desarrollaron en el magnífico Palacio de La Bolsa, y entre las que se destacaron algunas como vinos de ensueño de Oporto con algunas etiquetas que se remontaban tan atrás como 1863, otra que en diez vinos de la casa Symington concentró tres siglos de historia del vino portugués, y decenas más de degustaciones sobre los temas más variopintos abarcando reputadas bodegas, uvas y regiones portuguesas y del mundo.
Guía de Cata – Essência Porto
Herdade Perdigão
Un Monforte espumoso de touriga nacional, muy afrutado y vinoso en boca, con notable matiz a fresa, densidad, untuosidad y muchas burbujas.
Herdade Espumoso Tinto
Un diverso e interesante burbujeante de alfocheira y touriga nacional que destaca por sus notas de fresa, bollería, frescura y abundante efervescencia, a pesar de que su estructura le aproxima mucho a un tinto vinoso.
Alicante Bouschet 2008 Carmim
Un tinto fino, afrutado, estructurado y medianamente persistente que exhibe sutiles notas tostadas a madera y se percibe fresco, mostrando pocas notas de evolución.
Soalheiro Reserva 2010
Un alvarinho de las subregiones de Monção y Melgaço en la apelación Vinhos Verdes que se somete a fermentación y crianza en madera. Su nariz es muy melosa, con recueros intensos a melocotón, y puntas de miel, flores blancas y almendras. La presencia de la madera se percibe como sutil y domesticada.
Quinta de Gomariz 2011 Avesso Colheita Seleccionada
Esta es una bodega de la denominación Vinhos Verdes que elabora tanto vinos monovarietales como ensamblajes. La avesso es una variedad poco común que en este vino no es demasiado aromática en nariz, y en boca tiene bastante estructura que recuerda matices de chardonnay con un algún pase de madera.
Quinta de Gomariz Padeiro 2011
La padeiro es una uva tinta con una maduración más temprana que la espadeiro, una tinta autóctona del noroeste atlántico. La padeiro es una uva que se adapta bien para vinos rosados y que muestra mucho exotismo en nariz, así como una estructura untuosa.
Cabriz Dão Touriga Nacional 2010 en primeur
Un vino intensamente floral, con notables recuerdos a flores azules y púrpura, con gran expresividad mineral a marcado grafito, muy afrutado, con recuerdos de regaliz, mucha untuosidad y finura.
Coche Redoma 2010
Un vino de la factura de Dirk Niepoort, con intensas notas minerales al mejor estilo de los blancos alemanes. Flor de naranjo, algunas notas de caramelo, un final especiado en un blanco complejo, elegante, que hace fermentación maloláctica y es grande y con óptima acidez.
Buçaco Tinto 2004
Probablemente uno de los vinos más interesantes de todo Essência Porto. Una conjunción de vinos de Bairrada y el Dão con una base de uva baga, una favorita de su elaborador, Dirk Niepoort y enseña de bairrada, y touriga nacional, la de Dão. Estructura fina, muy buena acidez, mentolados, balsámicos y un largo retrogusto caracterizan a este vino potente y muy persistente.
Bairrada Quinta do Canto 1995
Otro Niepoort que conjuga uvas baga, jaén (mencía), castelão y touriga nacional, que se fermenta y pisa en lagar, y se cría en pequeños envases de hormigón. Aunque es un vino que ya ha pasado su cumbre, se caracteriza por sus notas balsámicas, a regaliz, algo de especias y fruta confitada.
Vidigueira 50 (1960-2010). 2009
Vidigueira es una zona del Alentejo. Este aromático blanco conmemorativo de la Bodega Cooperativa de Vidigueira tiene muchas notas tropicales a piña que se conjugan con sutil caramelo, mantequilla y pizcas almendradas que evidencian una suave integración de la madera. Muy buena acidez, frescor, con estructura y armonía.
Colección Privada de Domingos Soares Franco
Además de los moscateles de Setúbal de José María da Fonseca con que cautivó en la pasada edición de Enofusión, Domingos Soares Franco elabora a través de diversas zonas portuguesas una importante colección de vinos tranquilos, tintos y blancos; bastante personal, porque la mayoría ha sido creada con bastante libertad, sin ataduras de lo que buscan las grandes masas en el mercado, y que por ello se ha concebido para un nicho de apreciadores. El enólogo portugués presentó varias de estas etiquetas en Essência Porto, resaltando el interés que se está percibiendo por blancos de guarda, con líneas clásicas. Entre la amplia colección se destacaron:
Quinta de Camarate 2012. Vino Provincia de Setúbal.
Alvarinho 75% con 25% de Verdelho. Más que un alvarinho, son dos diversos, porque se ensamblan parcelas con diferente exposición al sol, lo que da dos vinos distintos, a partir de uvas conducidas en altura, sin ser emparrado. El vino es muy aromático, con excelente acidez, un cóctel de frutas tropicales como toronja y parcha, y una muy buena estructura.
Colecção Privada 2012. Vino Provincia de Setúbal.
Gruner Veltliner, Rabigato y Viognier se conjugan en un blanco con muchos recuerdos a compota, néctar de pera, piedra mojada, abundantes flores blancas y jazmines, tonos avainillados y una estructura ligera con muy buena acidez.
Colecção Privada Moscatel Roxo. Vino Provincia de Setúbal.
Un juego de sensaciones que en apariencia se muestra como un rosado color piel de cebolla, el tono que prefiere el autor, y en boca se comporta como un blanco. Un dulce ultra aromático, con recuerdos a rosas y piedra mojada que en boca muestra gran untuosidad y muy buena acidez.
Colecção Privada José de Sousa Mayor 2009. Alentejo.
Un vino que se elabora en lagares y tinajas de barro y que es ligero, redondo y muy afurtado. Trincadeira, Rabigato, Aragonês y Grand Noir que proceden de suelos graníticos.
Hexagon 2008. Vino Regional Setúbal
Un tinto que ha cautivado la atención de la crítica, que le ha concedido altísimas puntuaciones que le han valido muy buenas posiciones entre los mejores vinos de Portugal. Un blend de touriga nacional, touriga francesa, trincadeira, tannat, syrah, tinta câo de color rubí brillante que se expresa con mucha grosella, matices torrefactos a café y almendra tostada.
Domini 2008. Douro Superior
Este es un vino que no pertenece a la colección privada, pero con ella comparte el hecho de no ser un vino elaborado para complacer al consumidor, sino para reflejar las creencias del enólogo. Un vino que a medias tiene touriga nacional, y en la otra mitad una combinación de tinta roriz y touriga franca, y que es muy estructurado y equilibrado, con mucha fruta madura, en textura de mermelada.
Bastardinho de Azeitão 30 años. Vino Regional Setúbal.
Un vino que se elabora de idetica manera al Moscatel de Setúbal en que la fermentación se detiene añadiendo alcohol. La bastardinho o trousseau es una cepa extinta que Fonseca intentó replantar sin buenos resultados. En nariz tiene la complejidad de un Jerez amontillado con recuerdos a humo, almendra y salados, y en boca es un estallido de nueces, avellana, almendras y es muy largo y fino.
Quinta do Noval
Fundada en 1715, y tras una larga trayectoria como productores de vinos fortificados de Oporto, Quinta do Noval comenzó en 2004 una cosecha de vinos tranquilos de alta calidad del Douro. Entre estos, un Labrador Syrah, un Cedro de Noval que combina esta uva con otras típicas del Douro, y además un top, Quinta do Noval. Sus Oportos siguen manteniéndose en el palmarès de los grandes de la zona.
Quinta do Noval 2008. Douro
Un blend de touriga nacional, touriga franca y tinta cão, muy concentrado de color y con mucha finura en nariz donde manifiesta elegantes matices afrutados y avainillados y revela su terruño cimentado en suelos de esquisto y pizarra. Un vino muy potente y a la par elegante, donde la jugosa fruta roja, especias y estructura se conjugan en un vino de muy larga persistencia. 16 meses en barrica francesa.
Noval Black Portal LBV.
En 1954 Quinta do Noval fue la primera bodega de Oporto en lanzar un Late Bottled Vintage, un concepto que estrenó en el mercado en 1958. No fue un hito accidental pues Noval siempre ha sido muy visionaria, como lo muestra el concepto Noval Black, un Oporto categoría Reserva Ruby concebido para consumidores jóvenes y cócteles por su intensos matices de fruta y su fácil trago.
LBV Quinta do Noval 2007.
Fruta roja en nariz antecede una textura no muy densa que se explaya en matices a café y canela en boca, donde muestra una explosión de especias y nueces saladas, como maní y almendra.
Quinta do Noval Tawny 10 años.
Una boca con predominio frutal para amplios matices de amontillado de Jerez donde desatacan intensas notas de vainilla, toffees y recuerdso salados.
Quinta do Noval Colheita 2000.
Un Oporto con nariz algo vínica y recuerdos a leña ahumada con un final almendrado y mucha frescura en boca.
Quinta do Noval Vintage 2008
Un vino repleto de fruta, notas a cedro y muy especiado en boca donde explota con pimienta negra, nuez moscada, canela y un redondo fin de almendra salada. Un vino estructurado sin ser empalagoso ni denso.
Sogevinus
La empresa gallega, cuya matriz es Novacaixagalicia, regenta en Portugal varias antiguas casas del Douro, entre las que se encuentran Kopke, fundada en 1678, Calem y Burmester, vinos muy orientados a la gastronomía y que según su enólogo Pedro Sá, no buscan brutalidad, sino complejidad.
Curva 2010. Douro
Viosinho, arinto y rabigato fermentan en madera y luego se crían por dos meses para entregar un blanco de muy diferente perfil, fino y de estructura ligera con unos marcados recuerdos a piña tropical, melosidad que raya en los caramelos, y un fino y fresco tostado que concluye en un final frutal y salino.
Casa Burmester Touriga Nacional 2010. Douro
Un tinto con mucha fruta, muy floral, mineral, fresco, salino y alegre, con una pizca de ceniza ahumada que respeta la uva y está muy bien estructurado a pesar de su cuerpo ligera.
Burmester Vintage 2009.
Un vino contenido, listo a estallar, cuyas uvas, que mezclan altitudes y edades, proceden de Quinta de Arrozelo. Vino complejo, sabio, armonioso y con discreta elegancia que muestra mucha fruta acompotada, amplia frambuesa, recuerdos de nueces y grafito, y un final muy especiado y de frutos secos.
Calem Porto
Un fortificado muy afrutado en nariz, y matices de frambuesa y piruleta en boca, donde se mantiene especiado, con notas de pimienta blanca y canela, frutos secos y un magnífico equilibrio entre azúcar y acidez.
Calem Colheita 1989
Oporto que empieza a revelar deliciosas notas oxidativas entre las que se pasean almendras, dátiles, higos, turrón que concluyen con canela, avellanas y maní tostado salado, en un vino con muy buena acidez y prolongada persistencia.
Calem Colheita 1961
Fantástica acidez y frescor que le confieren una sensación de juventud mayor que la que indica su edad. Frutas, almendras, miel, tabaco y rosas.
Real Companhia Velha
Fundada en 1756 por el Rei Dom Jose I y el Marquês de Pombal para controlar la comercialización de los vinos de Oporto, la Real Companhia Velha, tambien conocida por Royal Oporto Wine Company, posee las cavas productoras y exportadoras de vino de Oporto más antiguas de Portugal y sus más de cien mil metros cuadrados las convierten en las más grandes cavas de envejecimiento de vino en Oporto, aunque contrario a la mayoría de las bodegas, éstas no ubican en la parte baja de Vilanova de Gaia.
La Real Companhia Velha se creó con la misión de sustentar la cultura de las viñas del Douro, conservar la pureza natural de su producción y supervisar toda la exportación de vino de Oporto, y se conoció como Companhia Geral de Agricultura e dos Vinhos do Alto Douro. De entre los numerosos servicios de la empresa a la cosa pública, se destaca como la más notable e importante la demarcación pombalina de la Región del Douro, ejecutada entre 1758 y 1761 por los diputados de la junta de administración de la Real Companhia Velha. Gracias a esta medida de alcance económico se delimitó la región de los vinos elaborados en el Douro, que es la más antigua denominación de origen del mundo, que hoy se extiende a través de 40 mil hectáreas.
Desde su fundación en 1756 hasta 1865, la Real Companhia Velha fue un monopolio de exportación, hasta que en 1865 el Rey Fernando retiró de la empresa las propiedades monárquicas, lo que la llevó a tornarse propiedad de familias portuguesas hasta 1962, cuando la adquirió su actual propietaria, la familia Silva Reis.
Pero aunque sus vinos fortificados de Oporto envejecen en Gaia, Real Companhia Velha es realmente un entramado de varias quintas productoras ubicadas a unos 120 al noreste de Oporto, donde arropadas por la placidez del río, los suelos de esquisto, y la magnificencia del paisaje, dan vida a un amplio conjunto de etiquetas de vinos tranquilos, de los que cuatro enólogos en bodega y otros tres a cuatro por quinta se hacen cargo.
Las hileras de toneles, algunos con más de un siglo a cuestas, que se ordenan en las cavas de Oporto tuvieron su origen en Quinta das Carvalhas, un símbolo del Douro del que ya se hablaba en el siglo XVIII, de donde surgen tanto fortificados como vinos tranquilos. Allí, en el silencio e impregnados de humedad, hay grandes barricas tan añejas que datan de 1908, 1900 o incluso 1867. Botellas las hay incluso aún más, hasta de 1765, y algunas que parecen decantadores del siglo XVIII, evocadores de los que debieron de emplear conocedores como Thomas Jefferson.
Además de Carvalhas, Real Companhia Velha tiene Quinta dos Arciprestes, Quinta do Cidrô, con un magnífico palacio rodeado de hermosos jardines, y Casal de Granja, la más plana de las quintas del Douro.
Entre estas quintas repartidas a lo largo del Douro se elaboran varias líneas de vinos tranquilos. Una de las que más recientemente ha salido al mercado ha sido Séries, una línea de monovarietales que busca vinos puros, pero estructurados, que se nutren de uva de la Quinta das Carvalhas. La primera salida exitosa fue la del Séries Rufete 2010, una uva muy afín al Duero fronterizo con Castilla-León, y en el que conviven un cuerpo ligero, pero bien estructurado, con elegancia y armonía, que ofrece complejidad a pesar de no haber tenido pase por madera. Mermelada jugosa, recuerdos de piruleta y notas especiadas envuelven a este muy bien pulido vino. Al Rufete le acompañará el Séries Tinta Francisca, que tiene algunas notas que evocan crianza a pesar de no tener pase por madera. El vino realiza una prolongada maceración pre-fermentativa a baja temperatura, y en su buena estructura conviven notas especiadas y jugosas notas de frambuesa. La línea Séries produce pocas botellas de cada vino, para auscultar la reacción del consumidor.
Otras etiquetas de la bodega incluyeron a:
Quinta das Carvalhas Tinto 2010. Douro
Conjunción de fruta, mentolados, regaliz, cedro y notas balsámicas en un vino con gran finura. Un ensamblaje de viñas vieja vieja, las más añejas de la empresa, de entre 60 y 100 años. Un vino con mucha fruta, muy buena estructura y mucha elegancia del que se elaboran sólo cuatro mil botellas.
Quinta do Cidrô Pinot Noir 2008. Douro
Quinta do Cidrô es el terreno de experimentación de Real Companhia Velha para muchas uvas como la pinot noir, que en esta etiqueta se reproduce “de libro”, con muchas evocaciones de fresa, y estructura fina aunque en boca sea aún algo secante.
Cidrô Celebration 2010. Douro.
Un ensamblaje de touriga nacional y una predominante cabernet sayvignon que se cría en roble nuevo y tiene unos matices muy florales y minerales, con marcado grafito, un velo de vainilla y una pizca tostada a nuez. Un vino de estructura fina, con mucho recorrido por delante. El vino tiene por objetivo conmemorar los primeros 20 años de la viticultura moderna en la Quinta do Cidrô.
Lagrima. Oporto.
Un vino elegante y sutil que se estrena con notas cítricas a limón y luego va revelando una caravana de membrillo y frutas de hueso como el albaricoque y el melocotón hasta concluir en delicados matices almendras. Un vino que la empresa etiqueta con diferente nombre según el mercado.
Tawny 20 años. Oporto.
Un vino que destaca su madurez con memorias de pasas sultanas, dátiles, ciruela, vainilla y notas saladas de maní y almendra tostada que concluyen con gran untuosidad en boca.
Estrellas de Brasil
Difícil imaginarse una cata con alguna sede legislativa o parlamentaria como telón de fondo, o algún tribunal de justicia donde en las mesas de ponderación, los catadores puedan confundirse con verdaderos jueces. Pero eso sí es posible en Essência Porto, donde los salones de cata únicos y maravillosos abundan, como es el caso de la Sala del Tribunal, que fue un escenario mágico e inspirador para una cata de espumantes de Brasil.
24 privilegiados jueces del vino pudieron descubrir uno de los más inéditos placeres brasileños, óptimo escaparate de la evolución de una industria del vino que poco a poco va ganando adeptos y mercados.
Rui Falcão y Alexandre Lalas, periodistas y críticos de vinos, respectivamente de Portugal y Brasil, encabezaron esta interesante cata en la que ambos confesaron cómo han ido dejando de lado sus prejuicios hacia este producto que cada vez da más muestras de su favorable evolución.
La producción burbujeante se estrenó en Brasil hace justo un siglo, cuando en 1913 Armando Peterlongo inició la producción de espumantes. La industria del vino brasileño ha sufrido vaivenes, de ahí que apenas fuera en 1951 cuando llegó al país desde Francia Georges Aubert, que se inició una producción de espumosos en regla.
Fue, no obstante en la década del 1970 cuando la industria de espumosos en Brasil empezó a cobrar auge, con la llegada al país del chileno Mario Geisse y el argentino Adolfo Luna, quienes brindaron un gran impulso y mejoramiento a la elaboración, un know-how del que los especialistas indican han carecido los vinos tranquilos, de ahí que el nivel de éstos últimos aún se haya quedado rezagado, contrario a la calidad de los espumantes que muchos consideran pueden competir de tú a tú con otros perlajes globales.
Fue en 1973 que se pusieron los cimientos de Profivin, actual Chandon. En la década del 1990, bajo el mandato de Fernando Collor de Mello, Brasil se abrió a las importaciones lo que permitió modernizar el país e introducir maquinaria, algo que resultó muy favorable para las bodegas. Tanto ha crecido la industria que de de 2007 a 2013 la producción de espumantes casi se duplicó.
Aunque la mayoría se produce en la Sierra Gaúcha, al Sur, muchos consideran al Planalto Catarinense una zona interesante para espumosos. Las principales uvas empleadas para los espumantes son la chardonnay y la pinot noir, aunque también intervienen otras castas, como la gouveia, una uva que el portugués Anselmo Mendes ensambla con la chardonnay para el espumante método charmat que elabora en Brasil para el importador Decanter. El charmat sigue siendo también el método empleado por Chandon para elaborar sus espumosos.
En Brasil se elaboran tanto espumosos Non Vintage como millesimés de añada, y a pesar de la gran relevancia de Chandon, en el país aún no hay una inversión extranjera significativa para la producción de espumosos.
En el Tribunal de Essência:
Linca – Herman Brut
Un espumoso de la Serra Gaúcha elaborado con método champenoise. 70% chardonnay y 30% gouveia muy en onda mineral con suaves recuerdos a talco sazonados con notas cítricas a limón y flores blancas, que se expresan en una burbuja muy fina y una delicada nota melosa en el final de boca.
Salton
Salton es el mayor productor de espumosos en Brasil y en este 80% chardonnay y 20% pinot noir entrega burbujas muy melosas con notas de frutos secos y frutas de hueso. Tiene abundante burbuja, fina y persistente. Un espumoso estructurado.
Zanini 2008
Un chardonnay/pinot noir extra brut, con fina burbuja y mucha estructura en boca. Destaca su melosidad y sus matices de cáscara de nuez, pizcas de bollería y notas almendradas.
130 Casa Valduga blanc
Un espumoso fresco, cítrico, con notas marcadamente herbáceas que luego pasan a rosas en línea fragante y perfumada. En boca tiene matices almendrados y mucha estructura.
Miolo Millesimé 2009
Chardonnay y pinot noir con aromas lácteos, discretas rosas, piña y melocotón, con una pequeña nota oxidada en boca, mucha estructura y persistencia.
Cave Geisse 2009.
Un blanc de noirs 100% pinot noir con evocaciones cítricas y mucha finura en boca y nariz que a ciegas podría hacerle pasar por un champán.
Estrela do Brasil Rosé
Un pinot noir brut rosé color piel de cebolla y aromas a pastelería y dulces croissants. Recuerda un vino rosado con notas almendradas de crianza en madera, lo que le hace muy distinto y complejo.
Estrela do Brasil Nature Rosé
Flores discretas destacan en este espumoso que resalta sus notas melosas, casi de dulce moscatel, a pesar de que en boca es muy evolucionado y con sensaciones tostadas. Estrela do Brasil busca pureza, en vinos con poca intervención.
Una visión de vino y gastronomía
Si el pasado año, Essência componía una perfecta ecuación entre comida y vinos de Oporto, una de las sesiones más aguardadas en 2013 fue nuevamente una de maridajes, pero, en este caso, con vinos tranquilos de Bacalhôa.
El joven chef Renato Cunha (Ferrugem) confeccionó tres creaciones basadas en una lógica de terroirs, uno del Minho, otro de Oporto y otro de Setúbal, en la que plasmó visiones de platos o influencias de la historia portuguesa retratadas en comida.
El primero de ellos fue una visión del arraial minhoto (sardina, pan de maíz, pimiento asado, aceituna y caldo verde) concebido para acompañar un Quinta de Garriga Touriga Nacional Tinto 2007, el vino que entendió manifestaba más frescura, cualidad que buscó resaltar. El vino era muy floral y mineral, con notas a violetas, flores rojas y grafito, complementado con mucha fruta roja como grosella, torrefactos y especiados como sutil canela y nuez moscada. Al caldo verde lo colocó en una taza transparente para permitir visualizar la textura y paisaje. Sobre el recipiente colocó un trozo de brona con la sardina, un conjunto en que se destacaron los aromas de sal y ahumado. La armonía no fue del todo lograda precisamente por el intenso elemento salino, pero sí sirvió para probar que la sardina puede ir bien con vinos tintos, y que la nota ahumada del chorizo del caldo también se resaltó con el vino.
El segundo terroir buscó destacar las memorias de Oporto, reflejada en una visión de las invasiones francesas que se cimentó sobre unos tradicionales callos al estilo Oporto que el cocinero convirtió en un fondant. El objetivo de esta armonía fue buscar dulzura y condimento, como no pudo negarlo el aroma de comino de la versión revisada de los callos. Cunha creó una especie de crocante con la carne del hueso de la chuleta, que casi convirtió en torrezno, para contrastar con la gelatinosa tripa, empleada para mostrar que también puede sacarse partido de las partes menos nobles de un animal. Un plato que se sobrepuso al vino, Quinta da Terrugem Tinto 2008, aunque no lo opacó. Este tinto del Alentejo do Sul fue un ensamblaje de trincadeira y aragonês cultivadas en suelos de esquisto. El vino tuvo tonos cenizos, de suave ahumado, donde la cereza y las notas de café y cacao convivieron de manera armoniosa y elegante en boca, en un vino redondo, cálido y con final especiado.
El tercer casamiento fue el de un exquisito bombón de rabo de buey servido con un falso risotto de piñones, setas y queso de Azeitão, zona próxima a la bodega Bacalhôa. El vino, Palácio de Bacalhôa Tinto 2008, es un ensamblaje de cabernet sauvignon, petit verdot y otras cepas, que puede describirse casi como azul. Frutas azules de blueberry, muchos aromas de bosque y sotobosque, como intenso enebro, balsámicos y regaliz, por los que luego van trascendiendo mucha fruta madura en un conjunto armonioso y elegante al que los sabores tan intensos de este bombón plantearon algún reto en el maridaje.
Para experiencias enoturisticas en Portugal: [email protected]
Premios de Vida
Dos pasados protagonistas de Divinidades, Mariano García y Bernardo Luna han sido distinguidos, respectivamente, por la Real Academia Española de la Gastronomía y el Club de Gourmets por reconocimientos a toda una vida de logros dedicada al vino que han plantado semilla de posteridad en sus hijos, Eduardo Garcia y Alejandro Luna Beberide. Dos grandes del vino español a cuatro manos, con los que Divinidades ha vivido mano a mano vendimias en el Duero y el Bierzo castellanos. Revive pasados encuentros con estos destacados hombres con las manos en las uvas en:
http://www.viajesyvinos.com/Viajes_vinos_2grandesdelduero_files_files.htm
http://www.viajesyvinos.com/Viajes_vinos_rioja_files_files.htm
Antonio Sanz: nuevo Caballero del Vino y de Rueda
El enólogo y bodeguero Antonio Sanz Moro, fue investido este pasado marzo como Caballero de la Gran Orden de Caballeros del Vino en Londres, convirtiéndose en el primero y único Caballero del Vino de la denominación de origen Rueda.
Sanz fue pionero en apostar por la sauvignon blanc en Rueda, plantando las primeras viñas de esta variedad en esta denominación castellano-leonesa. El bodeguero también fue pionero en la elaboración de blancos fermentados en barrica y el primer verdejo elaborado con uva botritizada.
Su inquietud por crecer, innovar y aprender, lejos de tomar un merecido descanso, le impulsó a elaborar una edición limitada de vinos que, bautizados con su propio nombre, Antonio Sanz, pronto estrenará su segunda cosecha en el mercado, en las versiones de 100% Verdejo y 100% Sauvignon, certificados como ecológicos.
Fundada en 1984, la Gran Orden de Caballeros del Vino reconoce a los profesionales profesionales que han desempeñado una labor destacada en la promoción del vino español en el mercado británico.
Al evento, celebrado en el hotel Dorchester, acudieron 350 invitados, entre los que se encontraba el Embajador de España en Londres, Excmo. Sr. D. Federico Trillo.
Esta distinción se una a una extensa colección de premios y reconocimientos de Sanz que alcanza casi el millar.
Nadia Santini, Mejor Chef del Mundo para Restaurant y Veuve-Clicquot
Nadia Santini, matriarca y jefa de cocina del restaurante Dal Pescatore en Mantova, Italia, fue nombrada la Mejor Chef del Mundo Veuve Clicquot 2013, uno de los prestigiosos premios de Los 50 Mejores Restaurantes del Mundo, patrocinados por S.Pellegrino y Acqua Panna.
Casada con una familia de restauradores, Nadia nunca había cocinado profesionalmente antes de entrar en la cocina de Dal Pescatore en 1974, cuando comenzó a cocinar con Teresa, la abuela de su nuevo marido. Veintidós años más tarde, se convirtió en la primera mujer italiana en recibir tres estrellas Michelin. Hoy trabaja allí con su marido Antonio, quien dirige el equipo al frente del restaurante, y también con sus hijos Alberto y Giovanni.
Nadia y Antonio se conocieron en la Universidad de Milán. Después de una luna de miel dedicada a recorrer y aprender de establecimientos culinarios de renombre en Francia, regresaron a Dal Pescatore para poner en práctica su aprendizaje al servicio de su restaurante, que celebró su cincuenta aniversario en 1975. Nadia y Antonio propusieron cambios en el diseño de la cocina y la reorganización del equipo familiar, que no sólo incluye a la abuela de Antonio, sino también a su padre, Giovanni, y a su madre, Bruna, quienes por entonces dirigían el restaurante.
A la cabeza de la dinastía culinaria de la familia Santini, la experiencia de Nadia Santini ha logrado elevar el restaurante a las cotas más altas, pero los valores inculcados por Teresa Santini siempre se han mantenido presentes. Nadia y su familia describen su cocina llena de carácter y encanto, amable, tranquila, un viaje interminable de exploración y descubrimiento.
El premio Veuve-Clicquot a la Mejor Chef del Mundo celebra el trabajo de una chef excepcional cuya cocina emociona al más duro de los críticos de todo el mundo, de los cuales, 936 votaron en esta categoría. El premio está inspirado en la vida y obra de Madame Clicquot, quien hace casi 200 años estableció el estándar para las mujeres en los negocios. La ganadora refleja los atributos de innovación, creatividad y determinación de Madame Clicquot, mujer que hace dos siglos revolucionó el sector del champán con su extraordinaria resistencia, su sed por la innovación y la búsqueda de la máxima calidad.
Ganar el Premio Veuve Clicquot a la Mejor Chef del Mundo deja a Nadia Santini en inmejorable compañía; ganadoras anteriores como Elena Arzak, de la famosa institución Arzak de San Sebastián y Anne-Sophie Pic, de Maison Pic, en Valence, Francia.
Viaje de Cata
DiVINIbriefs
De la Tierra con Sabor, recetas criollas para veggies
Ya está disponible el nuevo recetario vegetariano –De la Tierra con Sabor—de la aguadillana Erisbelia Garriga. El lema del libro es cocinar sin carne, pescado ni mariscos. Con más de 200 recetas y más de 400 fotos a color a través de 328 páginas, la publicación enfoca en el uso de muchas de las viandas, vegetales y frutas que se cultivan en Puerto Rico. Los ingredientes son accesibles en los mercados, supermercados, tiendas y hasta en el patio de muchos hogares. De la Tierra con Sabor no es exclusivo para vegetarianos pues los platos pueden complementar cualquier receta que se prepare en la cocina. Demuestra otras formas de utilizar las viandas en su cocina, con algunas recetas ilustradas paso a paso, como el pastel de guineo, el brazo gitano, entre otras.
De la Tierra con Sabor puede adquirisre en las librerías Tertulia del Viejo San Juan y Paliques en Ponce. Igual en tiendas de novedades como Puerto Rico Art & Crafts en el Viejo San Juan y Casa Pueblo en Adjuntas. La autora también ha publicado otros dos libros – Sabrosuras Boricuas y Homestyle Puerto Rican Cooking. Para comunicarse con ella, visite su página www.sabrosurasboricuas.com.
Copa Malbec
Las hay recomendadas para tempranillo, pinot noir y otras uvas, pero lo que viene es la copa que cristalería Riedel ha diseñado en conjunto con las bodegas argentinas Graffigna para dotar de silueta propia a la copa para el malbec argentino. Una novedad que se estrenará el próximo 16 de abril como preludio a la celebración del Día Mundial del Malbec el 17 de abril.
La copa pretende resaltar los aromas de la uva, especialmente su carácter afrutado de baya oscura, que se conjuga con notas florales y especiadas.
La resurrección de Casa Marcelo
Hace unas semanas asistíamos al entierro de su menú, y ahora Casa Marcelo vuelve a la vida con nuevo look, apostando por la fusión de culturas en la nueva etapa que ha estrenado este abril en su emblemático lugar casi a los pies de Santiago de Compostela.
La nueva carta funde en el plato las experiencias cosmopolitas que ha adquirido el cocinero a través de sus viajes y contactos internacionales con los más clásicos sabores españoles y la materia prima gallega, que él interpreta con aire de contemporaneidad. Así, en este viaje por el paladar se recorrerá lo mismo la cocina nacional, como los sabores de Japón, Perú, China y muchos otros países.
En esta nueva etapa, Casa Marcelo apuesta por una cocina más informal y pensada para tapear, pero sin renunciar a la innovación y la calidad que ha marcado su trayectoria, y sin perder de vista el objetivo de hacer soñar a sus clientes.
La creatividad y la fusión de culturas están presentes en todos los platos que componen la nueva carta del restaurante, conservando clásicos como la gilda de merluza de Celeiro o la patata puerro, e incorporando novedades como los bollitos chinos de guiso de lengua y morro, el característico dim sum chino, que reinventa con ingredientes como el chorizo criollo y el chimichurri o el popular tiradito peruano.
En cuanto a los postres, Casa Marcelo primará la inmediatez y ofrecerá sus famosos sorbetes de frutas con nitrógeno líquido -hechos al momento y en presencia del cliente-, y la calidad del producto, manteniendo la tarta de Santiago como uno de sus postres estrella.
Casa Marcelo abrirá con horario extendido de martes a sábado (mediodía y noche) y domingos al mediodía, con una única mesa destinada a reservas –la barra de sushi- , y otra integrada en la cocina que permitirá a los clientes asistir al proceso de creación de los platos.
Federación Española del Vino estrena presidente
Javier Pagés, Director General del Grupo Codorníu, presidirá la Federación Española del Vino (FEV) durante los próximos tres años, además de haber sido designado Presidente del Observatorio Español del Mercado del Vino, tal y como previsto en los Estatutos de la mencionada Fundación. El bodeguero sucede en la posición a Félix Solís.
Pagés ha declarado la necesidad de potenciar la internacionalización del sector bodeguero español, señalando las oportunidades que tienen las compañías bodegueras internacionalizando más su actividad. Para ello pide mayor dinamismo en las políticas de comercio exterior de seguir profundizando en la eliminación de trabas comerciales y administrativas y conseguir que el vino sea una prioridad en todas las negociaciones bilaterales pendientes entre la Unión Europea y países terceros. También ha señalado la necesidad y responsabilidad de las empresas para aumentar el valor y la imagen de las producciones vitivinícolas españolas.
Bajo su mandato la Federación contempla continuar con el desarrollo de la campaña Wine in Moderation, profundizar en el proceso de vertebración del sector vino en el territorio español para una mayor efectividad de las políticas sectoriales, y una racionalización de los costes de las empresas.
Silvestris, lo natural de Parés Baltà
Parés Baltà estrenó Silvestris, su primer vino 100% natural elaborado en su bodega Gratavinum, en la DOCa Priorat. Silvestris 2011 ensambla 85% garnacha con un restante cabernet sauvignon, procedentes de viñedos jóvenes del pueblo de Gratallops que no se han regado y que desde su plantación tampoco han recibido tratamientos químicos. Este tinto joven empieza a mostrar el potencial del terroir único que tiene el Priorat, consiguiendo que la mineralidad se encuentre muy presente en el vino.
El vino es un tinto que ha tenido rápidas fermentaciones alcohólica y maloláctica. Posteriormente reposó por ocho meses en barrica de roble francés nueva. Su embotellado, también rápido, realizó también en 15 días, minimizando los riesgos de conservación prolongada en depósito.
Gratavinum nació en 2003 tomando su nombre de la fusión de Gratallops, pueblo donde se encuentra la bodega, y Vinum, vino en latín. Actualmente, Gratavinum posee unas 17 hectáreas de viñedo de cultivo ecológico. La filosofía que les mueve se basa en el respeto al medio ambiente, la pasión por lo natural y la ilusión por hacer grandes vinos.
El origen de Parés Baltà se remonta al siglo XVIII, cuando en 1790 se plantaron los primeros viñedos que actualmente rodean la bodega en el Penedès. La Familia Parés Baltà hoy posee bodegas en las denominaciones de origen Penedés (Parés Baltà), DOQ Priorat (Gratavinum) y en la DO Ribera del Duero (Dominio Romano).
El nuevo look de Aceites de Oliva de España
Los Aceites de Oliva de España han estrenado una nueva imagen de marca con la vista puesta en la conquista de mercados internacionales en lo que supone un profundo cambio sobre la imagen hasta ahora empleada para identificar uno de los principales productos agroalimentarios del país.
La nueva imagen, que será empleada en todas las campañas nacionales e internacionales de promoción, fue diseñada con la premisa de captar la atención del espectador y de transmitir una serie de valores positivos propios de los aceites de oliva españoles. La nueva marca trasmite el origen español del producto arrastrando un carácter positivo y vital y comunicando liderazgo con una imagen sencilla y potente que contiene el equilibrio que combinan tradición y modernidad, dos conceptos que definen al sector oleícola. y la flexibilidad y versatilidad intrínsecas a los aceites de oliva.
La marca hace referencia directa al producto, con un color amarillo que remite al sol de España. Así el blanco, el negro y el amarillo forman una composición sobria, pero armoniosa y elegante. Además, la rotundidad del trazo transmite sensación de solidez y solvencia. Se da relevancia a la “o” de oliva y de olive oils junto con la fotografía del aceite, representando de manera casi literal el significado de la empresa y producto.
Con la nueva marca se trata de mejorar el posicionamiento del producto, incrementar las ventas y reforzar la imagen de España como el líder mundial indiscutible en este sector.
Desde que la Interprofesional del Aceite de Oliva Español inició la labor de promoción del producto en 2008, las exportaciones han crecido más de un 30%. En mercados como el chino, las ventas de los aceites de oliva españoles se han multiplicado casi por 5 desde el año 2009, mientras que en India han crecido más de un 300%. Incluso en mercados tan maduros como el de Estados Unidos se han logrado registros espectaculares. Desde el año 2009 hasta 2012 las ventas de Aceites de Oliva de España han crecido un 62%.
Luto en Napa y en Brunello di Montalcino
El mundo del vino está de luto con la muerte de Franco Biondi Santi y Miljenko ‘Mike’ Grgich.
Biondi Santi fue propulsor de Brunello do Montalcino, una de las DOCG de la Toscana italiana. Conoce más de las denominaciones de la Toscana en http://www.viajesyvinos.com/Viajes_vinos_toscana_files_files.htm y sobre las grandes marcas de vino italiano, entre ellas Biondi Santi, y la brunello en http://www.viajesyvinos.com/Viajes_vinos_grandimarchi_files_files.htm
Nacido en Croacia, Grigch alcanzó prestigio en Napa Valley, con Chateau Montelena, cuando su chardonnay ganó la famosa cata a ciegas bicentenaria de 1976 que enfrentó a los vinos de Estados Unidos con los de Francia. Un reconocimiento que prosiguió en su propia bodega Grigh Hills.
“Fait Maison”
Es la nueva marca que han lanzado quince de los más importantes cocineros franceses para distinguir a los restaurantes artesanos y de calidad de Francia, locales que son encabezados por cocineros y restauradores apasionados que se resisten a manejar el negocio como restaurantes de gran volumen.
La iniciativa del Colegio Culinario de Francia, co-presidido por Alain Ducasse y Joël Robuchon, y que cuenta entre sus miembros a otros como Yannick Alléno, Anne-Sophie Pic o Guy Savoy, busca distinguir a los que ellos definen como la cuarta parte de las 150 mil casas de comida que hay en Francia, que luchan por hacer una cocina transparente y con productos frescos y que serán identificados con placas a la entrada de cada uno, a fin de que los comensales sepan qué esperar del establecimiento que visitan.
Los restauradores que aspiren a la designación “Restaurante de Calidad”, deberán ser aprobados unánimemente por el Colegio. Además de una cuota simbólica, deberán ser revalidados por los quince miembros del Colegio y por sus clientes, tres cuartas partes de los cuales deben de afirmar su satisfacción con el local.
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Los primeurs de Aalto 2012
Medio año luego de concluida la vendimia, los mostos de tempranillo viejo convertidos en vino reposan en barrica cobrando poco a poco forma de lo que serán las botellas de Aalto 2012. Esparcidos por barricas en una sala inundada de silencio, los vinos de diversas parcelas van acomodándose con el tiempo, dando ya incipientes señas de la personalidad marcada de ese tinto de Ribera del Duero, de cuya pasada vendimia Divinidades fuera testigo muy directo.
Como se recorrieron las parcelas de viña auscultando los matices de las uvas prontas para recolección, hoy se recorre la bóveda del vino, donde cada uno se va afinando cuidadamente, anticipando un vino con buena estructura, notas especiadas y gran persistencia en boca.
Moradillo, intensa fruta en nariz y terciopelo en boca que en su tierna infancia está ya casi bebible. Baños, destacando las notas de crianza con sobresalientes especiados. Fresnillo, grande y amplio en boca pero aún muy tánico, y Aguilera, con un persistente torrefacto a café, y una boca fina, directa y enorme largura.
Antes de éstos los de 2011, con parcelas afines, algunas ya ensambladas y que replican las notas de finura, estructura, largura y notas torrefactas de la cosecha que le seguirá, expresando la fruta en clave aún más evidente, jugosa y madura que en la incipiente evolución de la cosecha 2012.
Ya en botella la 2010, un Aalto redondo, carnoso, con nervio y taninos pulidos, que refleja una plétora de matices evocadores de frutas y flores azules, notas de sotobosque, balsámicos, regaliz, insistentes gamas minerales por donde se pasean tonos a grafito e incluso memorias a hierro, que le hacen un tinto idóneo para carnes y contundentes asados castellanos.
Binifadet Blanc de Noirs
Como complemento a la historia publicada en nuestra anterior edición, Bodegas Binifadet extendió la experiencia de cata de Divinidades a otros productos, líquidos y sólidos, que elabora, incluyendo mermeladas de vino; un exquisito queso de cabra al vino de Binifadet, cremoso y consistente, con una gran transparencia de sabores de vino y leche de cabra; y una selección de gominolas de merlot y chardonnay, también destacables por lo diáfano de los sabores de cada uva reflejados con pureza en un dulzor y texturas muy logrados.
Además de estos sabores sólidos, Binifadet compartió un vino experimental, que transita entre blanco y rosado, y se elabora predominantemente a partir de merlot y es una especie de blanc de noirs. Su color empieza a llamar la atención por fluctuar entre blanco color cebolla y un rosado con ribetes de pálido cobre. El vino tuvo matices muy minerales con notas a tiza, además de ser insistentemente floral, con recuerdos de naranjo y un conjunto de aromas de jardín. En boca es untuoso, fresco, con cuerpo y recuerdos a frutas rojas.
Krel, Bodegas Trus (DO Ribera del Duero)
El búho es el símbolo subliminal de Krel, la segunda marca de Trus y elaborado también íntegramente de tempranillo, Su Krel Roble (2011) apenas tiene un toque de madera de seis meses de crianza en barrica, aunque fermenta en tino de roble. De intenso color magenta en nariz muestra matices de frambuesa y cremosa vainilla. Un vino de boca fresca, fácil y sin pretensiones. Por su parte, el Krel Crianza (2009) pasa doce meses en barrica y aunque tiene también mucha fruta roja y recuerdos de vainilla con una punta de ahumado a la parrilla, posee un boca más golosa y es más pulido y aterciopelado aunque no excesivamente persistente.
Mas de Leda 2010, VT Castilla León
En 2009, Leda emprendió una nueva ruta bajo la dirección técnica Eduardo García y el enólogo César Colás, y la colaboración comercial de Bodegas Masaveu. Fruto de ese tránsito es este Mas de Leda, que se inclina por la onda de la finura que de la jugosidad y la opulencia que a veces daba la raza de las tempranillo con que se elaboraron cosechas anteriores. Este monovarietal de tempranillo de tonalidad rubí brillante pasa 16 meses en roble francés y americano y se destaca por su fruta roja intensa, recuerdos a enebro y eucalipto, y finura de sus notas de crianza con persistente vainilla y una caravana de especias ---canela, pimienta, nuez moscada--- en el retrogusto, todo estructurado en un vino de cuerpo más ligero, sedoso, fino y elegante.
Sentados a la mesa de piedra bajo un manto de altísimas palmeras indianas que enarbolan un pasado de esplendor, los que comen un menú de vino y recuerdos se deleitan divisando al fresco las minucias de un paisaje sobrecogedor de piedra y albariño.
Mientras muchas bodegas modernas apuestan por su estructura como cimiento de su andadura, para Pazo Baión, la estrucura es el paisaje. Uno que por lustros ha sido tan cambiante como la ferocidad con que ruge el viento en anticipo del temporal y, en los últimos años, desde que asumió la dirección del proyecto Condes de Albarei, ha tenido una metamorfosis acelerada de funcionalidad y embellecimiento, para exprimir en las botellas de vino el espíritu que deja la albariño en ese entorno del Valle del Salnés.
Se toman una a una las botellas y cuidadosamente se retiran las chapas que las taparon, para completar su segunda fermentación. Al retirarlas se deja salir un poco de espuma y se revisa la botella en la luz mientras continúa saliendo más o menos espuma, mucha o poca como para bañar a alguno en el proceso. Concluido ese mar de espuma impregnado a aromas de albariño, se añade el licor de expedición y se remueven los excesos de espuma antes de encapsular y sellar.
700 botellas diarias se producen de este modo, algo que puede mantenerse gracias a los aún limitado volúmenes de producción. Un proyecto para crear una nueva categoría de albariño que se inició en 2008 y finalmente comenzó a comercializarse a fines de 2012. Es un vino sencillamente delicioso, de los que apetece eslabonar copa con copa.
De ahí un paso a su degustación y a la de otros de la bodega en una sala de cata con inspiradora vista de 180 grados a la viña y a la Ría de Arousa. Idónea armonía para la filosofía de la enóloga, quien como muchos más piensa que los vinos dependen del momento y la compañía.
Essência Porto
Guía de Cata – Essência Porto
Colección Privada de Domingos Soares Franco
Quinta do Noval
Sogevinus
Real Companhia Velha
Estrellas de Brasil
Una visión de vino y gastronomía
Viaje de
Cata
Los primeurs de Aalto 2012
Binifadet Blanc de Noirs
Krel
Mas de Leda 2010
DiVINIbriefs
De la Tierra con Sabor, recetas criollas para veggies
El nuevo look de Aceites de Oliva de España
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